Agenda geoestratégica
Las cinco elecciones clave de mayo: ¿A dónde va el mundo?
Los populismos de derechas e izquierdas y los partidos que profesan el pensamiento único siguen ganando enteros; el auge de la extrema derecha no es solo una cuestión europea, sino que se extiende por Asia y América.



En abril Francia votó la reelección de Emmanuel Macron, aunque registró un incremente sin precedentes del voto de ultraderecha, que llegó al 40%. En octubre Brasil elegirá entre el presidente derechista Jair Bolsonaro y el expresidente izquierdista Lula da Silva. En un 2022 que tenía que ser el de la superación de la pandemia y será inolvidable por la guerra en Ucrania, la de Francia y la de Brasil son las presidenciales de mayor relevancia global, pero el mes de mayo es el que concentra en 20 días la mayor sucesión internacional de elecciones clave: Hong Kong, Filipinas, Líbano, Australia, y Colombia y donde el populismo, sea del signo que sea, se impone como método de campaña electoral principal.
De las elecciones de mayo, las dos primeras se celebraron en Asia, en el indopacífico, en dos días seguidos, y las dos ya tienen ganador. El domingo 8 de mayo, en Hong Kong se impuso el oficialismo chino con candidato único. El lunes 9 de mayo se impuso en Filipinas en primera vuelta, y con el doble de votos que la única otra candidatura competitiva, Ferdinand 'Bongbong’ Marcos. En Filipinas el presidente saliente no pudo aspirar a una reelección, y es así que el derechismo del presidente Rodrigo Duterte sólo ha podido continuarse en la persona de otro derechista. Acaso todavía más derechista de él, y con un linaje o genealogía dictatorial dinástica, porque el presidente electo es el hijo y homónimo del dictador Ferdinand Marcos. Aún asi, ha colocado a su propia hija como Vicepresidenta.
1. Filipinas y las dinastías de la derecha
El presidente electo hizo una sostenida, exitosa, contagiosa campaña ganadora, alegre y positiva, multitudinaria, popular y pegadiza como sus jingles. Invitó al electorado filipino a contemplar el panorama de un futuro sin duda rico en múltiples oportunidades y alternativas, todas favorables. Pero entre todos los caminos abiertos, 'Bongbpong' señaló cuál era el atajo: para avanzar rápido hacia delante bastaba con poner marcha atrás. La felicidad llegaría veloz si Filipinas se abstenía de fatigosas aventuras y votaba por emular el más próspero de sus pasados. La invitación de Marcos Jr a mirar sólo al porvenir equivalía a convertir en votos la nostalgia prefabricada por sólo uno de sus pretéritos, el de las dos décadas (1965-1986) de gobierno -desde luego, no de 'dictadura'- de su padre Marcos Sr y de su madre Imelda, muy proactiva y espectacular Primera Dama. Un mensaje equivalente al que han sabido hacer oír en los últimos años algunos sectores del Partido Colorado en Paraguay, evocando los largos decenios en el poder del presidente Alfredo Stroessner depuesto en 1989: “Éramos felices pero no lo sabíamos”.
La victoria electoral de 'Bongbong' ha sido el triunfo aplastante del revisionismo histórico. O de la falsificación de la memoria y las fake news, consumada con los mejores recursos que aportan para este fin las redes sociales. Esta ha sido la campaña antagónica del frente progresista derrotado, liderado por una candidata mujer, Leni Robredo, que obtuvo la mitad de los votos que Marcos Jr en este archipiélago mayoritariamente católico del sudeste asiático, de 105 millones de habitantes, que fue colonia española desde el siglo XVI hasta volverse semicolonia norteamericana a fines del siglo XIX. Tanto las violaciones de DDHH bajo la Ley Marcial que Marcos Sr impuso en 1972, como las penurias económicas que endeudaron gravosamente al país con el FMI, han sido eludidas o maquilladas en el relato de 'Bongbong', que 36 años atrás huyó de la capital Manila en el mismo helicóptero que su padre, derrocado por una revolución pacífica.
La mayor parte del electorado filipino nació después de aquel 25 de febrero de 1986 en el que la familia Marcos fue aerotransportada por las FFAA de EEUU, una juventud demográfica que colabora con el programa de rehabilitación de la dictadura por el presidente electo. En Filipinas, presidente y vice se eligen por separado. La compañera de fórmula de Marcos Jr era una Duterte Jr: Sara, hija del actual presidente Rodrigo Duterte.
2. En Hong Kong gobierna (sólo) Pekín
Un día antes que Marcos Jr, también en Asia, también en el Indopacífico, fue elegido al frente del Ejecutivo un candidato continuista también de 64 años como el filipino. John Lee será el próximo Jefe de Gobierno de la Región Administrativa Especial china de Hong Kong. Ya era el número 2 en la actual administración pro-Pekín de Carrie Lam. El resultado de la elección del domingo 8 de mayo no fue una sorpresa. Lee era el único candidato en el cuarto oscuro.
Lee asumirá el 1°de julio, en la fecha del 25 aniversario del retorno a la República Popular del territorio de la ciudad y puerto de Hong Kong, que hasta entonces había permanecido durante un siglo y medio como una concesión del Imperio Chino al Imperio Británico. Su asunción marcará también, en los hechos, el final definitivo del régimen “Un país, dos sistemas” instaurado como fórmula sui-generis para Hong Kong en 1997, y retenida ahora, precisamente, sólo como fórmula optimista.
3. En el Líbano, la salvación se llama siempre Hizbolá
El domingo 15 de mayo, en medio de las incertidumbres del horizonte del Líbano, que padece la peor crisis económica del siglo, hay una certeza inquebrantable. La de que el partido shiita Hizbolá será quien salga mejor parado en una elección general que prometía barrer con los otros partidos tradicionales, sunitas y cristianos, de la élite política.
4. Australia, alternancia postergada o realizada
La única elección de resultado dudoso para los sondeos de intención de voto es la de Australia. El sábado 21 el centro derechista partido Liberal buscará retener el poder frente a la cada vez más popular oposición del Laborista. El primer ministro Scott Morrison tuvo porcentajes récord de aprobación durante la pandemia. Acusaciones de sexismo le han hecho perder intención de voto femenino, y el costo de vida ha carcomido su popularidad en toda su base.
5. Colombia gira a la izquierda
Por último, en las elecciones presidenciales de Colombia del domingo 29, el favorito es el izquierdista Gustavo Petro, cuya vida ha corrido peligro estos días. Es probable una victoria histórica del Pacto Histórico de acuerdo a todas las encuestas, aunque en los últimos días ha vuelto a crecer la intención de voto hacia la fórmula derechista de Federico Gutiérrez, que ha recibido el apoyo decidido de la fórmula del presidente Duque y el expresidente Álvaro Uribe.
Lo que se viene en Brasil y el cambio continental
De entre todas las elecciones, la más vital pasa a ser la de Brasil en el próximo mes de octubre, con una segunda vuelta que se prevé de infarto entre el actual presidente Jair Bolsonaro, consumado representantes de la ultraderecha a lo latinoamericano, que viene a estar muy alineada al poder de Estados Unidos, y Lula da Silva, expresidente de Brasil, representante del izquierdista Partido de los Trabajadores y que acabó pasando por prisión, pero que ha sido redimido por la justicia y por las propias Naciones Unidas, que señalaron que hubo una persecución contra su persona.
Las encuestas le dan un claro favoritismo a Lula da Silva, que además ha transado con los sectores más moderados del país y lleva un programa electoral muy liberal y apenas socialdemócrata. Aun así, sigue contando con las simpatías de los grandes bolsones populares del país, que no olvidan las transformaciones vitales que impulsó a principios de siglo.
Bolsonaro llegó al poder cabalgando sobre el descontento de la corrupción, incluyendo unas buenas dosis de patriotismo radical y de racismo, sin embargo, su gestión, marcada por su conducta errática de la pandemia, siendo uno de los países más castigados del mundo, y su permanente tendencia a la confrontación, incluso apelando al militarismo, ha enervado a muchos de los que sí le dieron el voto en 2018.
Un nuevo giro de Brasil a la izquierda rompería definitivamente el empate técnico en cuanto a corriente ideológica se refiere, pues después de los giros de Chile y Perú – aunque en este último país hay reservas sobre la real tendencia del presidente Pedro Castillo -, a la izquierda se alinea Argentina, Bolivia, Venezuela, Chile y Perú y a la derecha Brasil, Colombia, Uruguay, Paraguay y Ecuador. El cambio en Brasil y Colombia y la historia reciente de Uruguay y Ecuador alienta a pensar un continente ciertamente diferente.
De hecho, el propio Lula da Silva ha lanzado ya propuestas de alcance continental, pues ha vuelto a poner en órbita la creación del Banco del Sur, para repatriar las reservas de los países de este hemisferio y sostener con ellos la creación de una moneda única – el SUR – de ámbito continental.
Tres zonas calientes en el mapamundi
El control del Índico
Las tensiones entre China y Estados Unidos se han recrudecido más allá de la tensión con la OTAN en Rusia. El epicentro de ese conflicto es el mar Índico, con Australia como piedra fundamental del apoyo anglosajón, también materializado en las decenas de islas con ascendencia de la corona británica. En la zona hay permanentes hostilidades entre China, Japón y otros ejércitos y se teme que sea el campo de operaciones de una deflagración violenta.
Los golpes en el Sahel
Los países del áfrica negra, a los pies del Sáhara, la mayor parte ex colonias francesas, donde sigue teniendo gran influencia, han sufrido diferentes golpes de Estado. En los últimos 24 meses líderes militares han derrocado a los gobiernos de Malí, Chad, Guinea, Sudán y Burkina Faso y la tensión parece extenderse. La influencia de Rusia en la zona y la irrupción de China como socio de los gobiernos del sur global incrementa la tensión.
El control de la energía
Con la muerte del petróleo decretada por los países más poderosos de la tierra, el control de los yacimientos de minerales requeridos para implementar las nuevas tecnologías energéticas que permitan sustituir el coche de combustión por el eléctrico, como por ejemplo el litio boliviano, ha generado numerosos conflictos y amenaza con extenderse a otros países.