Tristeza y Felicidad

Carol Calorina La tristeza no es buena compañera y desde hoy, vamos a tomar la decisión, si la encontramos, hemos de cambiar de acera y, sin volver la vista, ir en otra dirección. La tristeza no es buena consejera, nos obliga, en ocasiones, a mirar atrás y, aunque, a veces, puede...

Carol Calorina

La tristeza no es buena compañera
y desde hoy, vamos a tomar la decisión,
si la encontramos, hemos de cambiar de acera y,
sin volver la vista, ir en otra dirección.
La tristeza no es buena consejera,
nos obliga, en ocasiones, a mirar atrás y,
aunque, a veces, puede parecer sincera,
nos lleva a la depresión en un tris-tras.
La tristeza no es buena profesora,
pues sus lecciones nos enseñan a llorar, y así,
desperdiciamos nuestras horas,
derramando las penas sin cesar.

La felicidad… ¡esa sí que bien nos quiere y,
que poco nos atrevemos a tocar!
Ella sólo suaviza lo que nos hiere y,
nosotros no lo sabemos apreciar.
La felicidad, que muy bien nos aconseja que,
hay que levantarse y caminar,
que nos va deshilachando cada queja,
para que no se nos vuelvan a enredar.
La felicidad puede ser la gran maestra
que nos dé la más sabia de las lecciones:

“Que nunca hay que dejar la vista puesta
en asuntos que no tienen soluciones.
Que mirando siempre al frente, hacia delante,
vamos a descubrir mil cosas bellas”.
Y, como dijo aquel, de gran talante:
“No llores por no poder ver el Sol pues,
las lágrimas te impedirán ver las Estrellas”.

Más del autor
Somatización
Somatización
Tema del día
Tema del día
Los periodistas vecinos
Los periodistas vecinos