La golpeó y la encerró en un cuarto por 10 horas
Un sujeto de 55 años agredió físicamente a su esposa y no conforme con la agresión la encerró en una habitación de su vivienda por 10 horas. La hija de la víctima fue quien se percató del hecho, ya que le llamó la atención los gritos que provenían de la habitación donde se encontraba...



Un sujeto de 55 años agredió físicamente a su esposa y no conforme con la agresión la encerró en una habitación de su vivienda por 10 horas. La hija de la víctima fue quien se percató del hecho, ya que le llamó la atención los gritos que provenían de la habitación donde se encontraba encerrada su madre.
Mario Wayar, abogado la víctima, informó que el hecho se suscitó el pasado 20 de mayo, en un domicilio del barrio Lourdes, al promediar las 23.00 horas, donde un sujeto en estado de ebriedad habría golpeado a su esposa, para luego dejarla encerrada en un depósito.
Al día siguiente la hija de la pareja, de 27años, fue a la casa de sus padres; sin embargo sólo habría encontrando a su padre dormido en una silla por el estado de ebriedad que presentaba.
Minutos después escuchó unos gritos que provenían de un depósito en el fondo de la vivienda y al abrir la puerta encontró a su madre con policontusiones en el rostro. La mujer le contó lo sucedido.
Al día siguientes la mujer denunció a su agresor, el cual trató de arreglar la situación prometiendo que se iría de la vivienda para no hacerle más daño; sin embargo la mujer continúa con el proceso en contra del agresor.
Mario Wayar, abogado la víctima, informó que el hecho se suscitó el pasado 20 de mayo, en un domicilio del barrio Lourdes, al promediar las 23.00 horas, donde un sujeto en estado de ebriedad habría golpeado a su esposa, para luego dejarla encerrada en un depósito.
Al día siguiente la hija de la pareja, de 27años, fue a la casa de sus padres; sin embargo sólo habría encontrando a su padre dormido en una silla por el estado de ebriedad que presentaba.
Minutos después escuchó unos gritos que provenían de un depósito en el fondo de la vivienda y al abrir la puerta encontró a su madre con policontusiones en el rostro. La mujer le contó lo sucedido.
Al día siguientes la mujer denunció a su agresor, el cual trató de arreglar la situación prometiendo que se iría de la vivienda para no hacerle más daño; sin embargo la mujer continúa con el proceso en contra del agresor.