La ventaja
Hay quienes tienen una ventaja del 90% en la carrera de la vida, vienen de familias adineradas, con contactos, con todas sus necesidades básicas cubiertas. Mientras que otros ni siquiera comenzamos en 0% o incluso en negativo, familias con escasos recursos, sin conexiones, sin servicios básicos. Hay quienes no saben ni valoran el esfuerzo que es ganar dos pesos en la calle por la venta de un paquete de clínex. Algunos deben dar más del cien para avanzar sólo un 5%. Esto se llama desigualdad.
La desigualdad es la diferencia existe en la distribución de bienes, ingresos y rentas en una sociedad. Una forma de medir es a través del índice de Gini que mide la relación entre los ingresos del 10% más rico y el 10% más pobre, de esta manera la desigualdad se distribuye en una escala de 0 a 1, donde 0 indica igualdad perfecta y 1 indica desigualdad perfecta.
Las causas de la desigualdad pueden ser muchas, desde factores económicos, sociales y hasta culturales. Por ejemplo, la herencia de la riqueza perpetua la posición económica en el tiempo, lo que explica como las familias italianas más ricas en la actualidad son las mismas que en los años 1400. Otro ejemplo, muchos creen que una mayor educación conlleva mejores ingresos, algo que no siempre es así, porque lo que si es cierto es que quienes tienen mejor educación son quienes tienen mejores ingresos.
También se puede hablar de la discriminación estructural y los sistemas sociales, que se manifiesta en la discriminación racial, de género, orientación sexual o discapacidad, lo que impide que algunos sectores no accedan a las mismas oportunidades de manera equitativa.
La desigualdad tiene consecuencias a nivel individual y social. A nivel individual, las personas en pobreza tienden a experimentar mayores problemas de salud por la falta de acceso a la atención médica y una dieta saludable; también tienden a tener mayores tasas de deserción escolar y un menor rendimiento académico; asimismo tienen más probabilidades de trabajar en trabajos mal pagados y con pocas oportunidades de ascenso. A nivel social, la desigualdad conduce a una serie de problemas como el aumento de la delincuencia, el aumento de la violencia, también genera inestabilidad política porque se sienten excluidos.
La desigualdad es un desafío complejo que requiere un enfoque integral para abordarlo, con políticas públicas como la inversión en educación pública de calidad, acceso a atención médica universal, reforma del mercado laboral, políticas fiscales progresivas, reducción de la discriminación, políticas de apoyo a familias de bajos ingresos, inversión en infraestructura y desarrollo comunitario y apoyo a emprendedores y pequeñas empresas.
La desigualdad social tiene un efecto en algo que se llama movilidad social, que se refiere a la capacidad de una persona o grupo de individuos para cambiar de posición o estrato social a lo largo de su vida, lo que implica el ascenso (o descenso) en la escala de ingresos, educación, empleo y estatus social en comparación con una generación anterior.
De acuerdo al Reporte de Economía y Desarrollo 2022 del Banco de Desarrollo de América Latina - CAF, en la región se tienen los niveles de desigualdad más altos del mundo, no solo en ingresos, en salud, en educación, oportunidades, donde, según las palabras del Director de Investigaciones Socio Económicas de la CAF Ernesto Schargrodsky, nacer en una cuna de oro en Latinoamérica tiene una diferencia sobre-exagerada de como nos ira en la vida, más allá de los esfuerzos que uno puede hacer en los estudios o en el trabajo.
La desigualdad es un problema estructural que está profundamente arraigada en nuestra sociedad. Lo más probable es que la desigualdad continúe, a menos que, se tomen medidas significativas para abordar sus causas, donde como ciudadanos también tenemos un rol importante apoyando y promoviendo políticas públicas que fortalezcan la igualdad de oportunidades que permitan a las personas alcanzar su pleno potencial, independientemente de su origen, género o sus creencias.
(*) Es Analista Económico Financiero
