Análisis
Ferrufino delegado: arcista no se nace
El exsubgoberandor de O'Connor será la nueva voz del presidente Luis Arce en el departamento de Tarija
Walter Ferrufino es el nuevo delegado presidencial para Tarija en sustitución de un Marcelo Poma desacreditado en la interna a pesar de sus férreos lazos con el movimiento intercultural, que es numeroso en el departamento tanto en el valle como en el Chaco.
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Aparentemente, se consuma así otro fichaje de peso para el bloque del MAS afín a Luis Arce y sigue la senda de Patricia Hermosa, que intercambió torta de compadres con el ministro de Gobierno Eduardo del Castillo, considerado el demonio mismo por las bases del Chapare, o del bloque chaqueño.
Ferrufino siempre ha sido un valor dentro de la estructura del Movimiento Al Socialismo, al que llegó siendo joven desde los restos del MBL de la provincia de O´Connor y la facultad de derecho donde hizo sus primeros pinitos en política. Ferrufino ya estuvo sentado en el Consejo Departamental redactando el Estatuto Autonómico de Tarija negociando artículo por artículo con un Mario Cossío que tenía prisa por aprobarlo antes de la Constitución permitiendo así algunos caballos de Troya, como los ejecutivos seccionales.
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En 2010 se aposentó en ese nuevo cargo que tal vez solo él sabía cuál era su potencial. Caído Cossío y con un Lino Condori urgido en elevar su ejecución presupuestaria, Ferrufino se convirtió en un bote salvavidas dando luz verde a infinidad de proyectos de enormes dimensiones que después tuvieron resultados controvertidos.
En 2015 ya sonó como posible candidato a la Gobernación, pero el MAS eligió de primeras a Carlos Cabrera y Ferrufino optó por ser reelegido. Cuando cayó Cabrera no fue viable cambiarlo de aspiración. Ganó en O’Connor y trató de posicionarse como el principal azote del gobernador Adrián Oliva, pero su alto endeudamiento y otros problemas de gestión lo impidieron. Aun así mostró los colores en momentos delicados, pues fue el único que defendió pública y abiertamente la exploración en Tariquía, y puso contra las cuerdas al establismenth chaqueño interpelando el estatus quo del 45%.
En 2019, tras la caída de Evo, fue literalmente amenazado por el ministro de Gobierno de Jeanine Áñez, Arturo Murillo, y detenido en la frontera cuando intentaba viajar a Buenos Aires para participar de los actos con Morales. Aún así mantuvo perfil alto en la crítica al nuevo gobierno.
En 2021 perdió la pulseada con Álvaro Ruíz para ser el candidato del MAS en Tarija. Ferrufino representaba mejor a las bases, pero Ruíz, converso exalcalde de Uriondo electo primero por Camino al Cambio y luego por el MAS, contaba con el respaldo de Luis Arce, que después lo nombraría viceministro. Morales levantó las manos y el aparato, controlado por Carlos Acosta, afín a Ruíz, zanjó la cuestión.
Hubo palabras gruesas, pero en la campaña apostó por la reconciliación con la boca pequeña. Es cierto que desde que estalló la guerra entre arcistas y evistas en Tarija, ha mantenido un perfil bajo tal vez decisivo para que el Congreso Orgánico nunca se celebre. Se le contaba evista incluso sin que Evo hubiera apostado nunca verdaderamente por él.
La misión de Delegado Presidencial no deja lugar a interpretaciones, se trata de un cargo de extrema confianza del presidente Luis Arce al que va a representar en el departamento. Ferrufino será vocero y también, se supone, articulador de una oposición cada vez más inexistente. Veremos cómo funciona.