La renovación en el MAS, a debate
Lizárraga, Yucra o Ferrufino, el MAS busca un líder fuerte
Sin poder en el ejecutivo o en el legislativo, los cuadros del MAS analizan la necesidad de contar con un Presidente del partido capaz de marcar línea, cohesionar y hacer oposición para crecer como alternativa
En las filas del Movimiento Al Socialismo tarijeño más orgánico ha dolido más el perder la Presidencia de la Asamblea Legislativa Departamental que el no haber accedido al poder en la Gobernación. Ambas cosas por costumbre. Es por ello que se ha abierto una caza de brujas interna a la que Carlos Acosta – presidente departamental del MAS – ha puesto fecha de aquelarre, en dos meses será el Congreso Departamental en el que se renovará la Directiva.
Una consecuencia directa de la pérdida de la Presidencia es que el presidente Luis Arce se ha quedado sin anfitrión en Cercado, por lo que sus visitas deberán acomodarse al protocolo de la Gobernación y la Alcaldía. La otra es que se dificulta el implementar el modelo de partido bicefálico que experimenta la nacional también en las departamentales.
A nivel nacional, el MAS quiere convertirse definitivamente en estructura partidaria y no ser solo una maquinaria de guerra electoral o de choque al servicio del poder ejecutivo. Contribuir así al debate de ideas y propuestas, y, por qué no, ser también un centralizador de recursos humanos por encima de las matrices, que actualmente gestionan directamente sus espacios en las diferentes instituciones.
Los resultados electorales han dejado al MAS Tarija con menor poder institucional, por lo que se estima que el líder del partido, que normalmente ha sido comparsa, venga a ser esta vez un hombre fuerte capaz de coordinar la oposición, con miras de ser el futuro candidato en 2026, o cuando toque.
No todos los sectores están de acuerdo, claro. Carlos Acosta se quejaba amargamente el lunes de las presiones y críticas que está recibiendo después de los resultados del 11 de abril. “cuando ganamos, ganamos todos y cuando perdemos, también” decía el dirigente que fue quien tuvo la última palabra en la elección del candidato Álvaro Ruíz luego de que Evo Morales se lavara las manos en las Departamentales donde había polémica, como en Tarija.
En cualquier caso, Acosta no fue solo señalado por la elección de Ruíz, que entraba dentro de los deseos de los jefes nacionales, sino que realizó una serie de cambios en el orden de los asambleístas que tuvo consecuencias. Por ejemplo, se quedó fuera Pilar Lizárraga, peso ideológico dentro del movimiento y que debía haber estado en franja de seguridad por Cercado e ingresaron otros. Sin embargo, entraron otras como Karina Barrios por el Gran Chaco, asambleísta a la que se señala por haber cambiado el sentido de su voto y no atender a las disciplinas de partido.
Los nuevos viejos frentes
En el MAS Tarija no hay una sola matriz que no tenga problemas o se encuentre dividida, o al menos enfrentada con alguna de sus delegaciones provinciales.
Ni la Federación de Campesinos, ni la de las Bartolinas Sisa, ni la de los Interculturales atraviesan su mejor momento, mientras que algunos aires renovadores han entrado por la distrital de Cercado a cuenta de los movimientos en el Gobierno Nacional y sus diferentes contrataciones.
La presidencia, “normalmente”, recaería en una Bartolina Sisa por cuestión rotatoria. Carlos Acosta se hizo con el poder en representación de los campesinos y con el apoyo de las provincias, aunque básicamente era ficha de Álvaro Ruíz. Su antecesor fue Roger Janko, de los Interculturales, que compartió gestión con el gobernador interino Lino Condori, aunque esto no sirviera para cohesionar el partido. En el recuerdo quedan líderes “legendarios” como el profe Eulalio Sánchez, del ala marxista del Magisterio Rural y que en realidad tuvieron que retirarse por la puerta de atrás ante el avance de las nuevas generaciones más “pragmáticas”.
El consenso más o menos general es elegir esta vez a un hombre fuerte, aunque no sea tan orgánico, para garantizar una buena representación en los medios de comunicación y hacer una oposición más fuerte, aunque también hay una corriente fuerte que plantea la purga directa.
Entre los mejor situados para tomar la posta está José Yucra, intercultural con amplia experiencia como diputado y que además ocupa curul en la Asamblea. También la propia Pilar Lizárraga, como reacción, puede ser propuesta desde cualquier matriz. El nombre de Walter Ferrufino, exejecutivo de O´Connor, también se baraja, en tanto supondría explorar otra vía más identitaria en lo territorial, donde se han perdido algunos puntos.
La carrera por la sucesión ha empezado. Y no será breve.
El MAS Tarija “sigue” sin Ministro
El presidente Luis Arce ha reubicado al candidato perdedor, Álvaro Ruíz, como viceministro de Autonomía dentro de la estructura del Ministerio de la Presidencia, un cargo menor que no le refuerza en la pugna interna del MAS Tarija. Así, Karina Serrudo, presidenta nacional de la Aduana, pasa por ser la tarijeña más influyente en el Gabinete nacional, más cuando se le atribuye línea directa a través de vínculos familiares con la “primera dama” Lourdes Durán, quien de alguna forma sigue operando desde la expresidencia del Banco Unión.