Mediterráneo: Pelear por querer y pelear por necesidad
Este texto forma parte de la newsletter Mediterráneo que cada viernes envía el director Jesús Cantín sobre la actualidad internacional y sus vinculaciones con Bolivia. Si quieres recibirlo directamente en tu correo, suscríbete al pie de esta página



La semana pasada mientras escribía este boletín dedicado al análisis de la coyuntura internacional en relación a Bolivia, arreciaban los tambores de guerra en el Oriente Próximo. Se daba por notificado el ataque iraní contra suelo israelí en respuesta al asesinato de siete de sus generales tras lanzar un misil contra la embajada del país de los ayatolás en suelo sirio, lo que es una afrenta fenomenal, aunque las potencias occidentales se esforzaron por poner paños tibios.
El ataque iraní fue un bluf en tanto no causó ni víctimas ni daños materiales. Analistas sesudos, sin embargo, aseguran que sirvió para mandar un mensaje claro sin provocar la escalada de tensión a la que todo el mundo teme: 100 misiles y 200 drones viejitos exigieron el despliegue de toda la fuerza antiaérea israelí apoyada por Francia y Estados Unidos, así que se supone fue una forma elegante de decir: cuidado.
La escenificación de la diplomacia en tiempos de guerra siguió al día siguiente con la ONU y el G7 repartiendo culpas entre iraníes e israelís y pidiendo, sobre todo, que se porten bien. Irán dijo que se daba por satisfecho tras un ataque que le permite “sacar pecho” sin enfadar a Washington.
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El problema es que a Netanyahu “le vale madres”. El profesional de la política que lleva una vida entera intercambiando cargos en el poder logró ser posesionado presidente el año pasado pero gracias al apoyo de los ultras más ultras, porque sí, hay israelís más a la derecha de Netanyahu.
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Nadie puede hablar de sorpresas tras aquella coalición, pues aunque por estos lados nos cueste creer, hay motivaciones más importantes que el dinero: el poder y en este caso, el sentido religioso de la guerra en Gaza convierte el genocidio en “inevitable” en términos de política interna y precisamente por eso, la Comunidad Internacional debe reaccionar. Esta madrugada el ejército israelí bombardeaba suelo iraní pese a todos los diálogos y además, arma una invasión final de Gaza… ¿Quién dijo escalda?
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A esta situación se une precisamente la crisis interna del régimen revolucionario de los ayatolás que tiene todos los paralelismos con los problemas internos israelís. En Teherán las protestas de las mujeres y los más jóvenes han crecido y hacerles frente se les ha complicado cada vez más.
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Buscar un enemigo común externo es una vieja táctica a la que todos los gobiernos alguna vez apelan, y aquí cabe mencionar al nuestro porque justo esta semana el presidente Arce ha vuelto a cargar contra Chile, esta vez por supuestas injerencias sobre el litio, mientras guarda silencio respecto a los “ocurrentes” comentarios de la ministra del Interior argentina, Patricia Bullrich, sobre los vínculos de Bolivia con Irán y por añadidura, con el terrorismo. Floja protesta, desde luego.
Democracia y otros golpes
Bullrich (casi) presidenta: Los comentarios de la ministra de Gobierno argentina, excandidata a la presidencia que no tardó en acomodarse con Milei, están teniendo un largo recorrido, aunque solo se ha disculpado formalmente con Chile y no con Bolivia luego de hablar de 700 terroristas iraníes con pasaporte boliviano del Mercosur y otras ocurrencias.
Lo cierto es que el afán del gobierno argentino por entrar al choque en la región se va desatando. El objetivo, el de siempre: cuanto más separados, más débiles. Aquí les dejo un interesante análisis de Nueva Sociedad sobre el encaje internacional del libertario.
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Fin de la luna de miel: Cualquiera podía saber que lo del idilio de Estados Unidos y Venezuela era un farol, pero ha durado menos incluso de lo esperado. De hecho casi ni nos hemos enterado.
Vienen curvas: Cuando parecía que los Bancos Centrales de EEUU y Europa iban a empezar a soltar la mano con los tipos de interés, el mercado ha especulado tanto al respecto que los resultados están siendo un tanto inconsecuentes. De todas formas lo que nos quita el sueño en Bolivia es el precio del crudo, de nuevo al alza por los movimientos de Irán y que más temprano que tarde pasarán factura en las cuentas del Estado.
44 días votando: Este fin de semana empiezan también las votaciones en India. Un calendario electoral de 44 días y siete fases para armonizar la voluntad de casi mil millones de electores y donde apenas se contempla otra alternativa que la de que gane el actual presidente Modi. Háblame del TREP amigo.
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Guerras y otros desastres
El olvido de África: Más abajo les dejo un recomendado de Nueva Sociedad que no tiene desperdicio sobre la deriva del continente africano, pero cabe destacar aquí el desastre de Sudán, un país enorme y empobrecido por décadas de saqueo, y como el foco no está, no está: La conferencia de donantes convocada por la ONU para recaudar fondos para emergencia urgente apenas ha recaudado el 6% de lo presupuestado.
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