Tomayapo y la forma de volver al fútbol profesional

Lo de Tomayapo no es el resultado de un momento de inspiración ni del calentón de una generación, sino de un trabajo constante y tenaz de un equipo liderado con maestría por Danitza Soliz

Tarija vuelve al fútbol profesional de Bolivia; lo hace de la mano de Danitza Soliz y con el club Real Tomayapo, que ha firmado su más brillante logro en su breve historia. Es sin duda una gesta de proporciones mayúsculas que debe ser puesta en su sitial: un cantón famoso por sus duraznos, absolutamente rural y parte de uno de los municipios más pobres del país logra codearse con los grandes.

No, lo de Tomayapo no es el resultado de un momento de inspiración ni del calentón de una generación; tampoco el resultado chulesco y embaucador de algún grupo especulador. Cuando Danitza Soliz se acercó a Real Tomayapo lo hizo con la humildad que le caracteriza, pero también con el temple de acero que aplica en sus emprendimientos. El miedo no suele aparecer en sus planes.

Tomayapo era un club humilde, pero es que en realidad el fútbol tarijeño es un fútbol humilde, donde las dirigencias de filigranas y sin recursos, que venden humo y exigen respeto a tradiciones modestas, no han sido capaces de apuntalar un equipo de fútbol tarijeño en la élite que ordene el resto de las categorías.

El fútbol hace tiempo que ha dejado de ser deporte para convertirse en espectáculo. Es también, por lo general, un buen negocio y autosostenible, algo que muy pocos de los otros deportes pueden decir, lo que no exime de que una mala gestión o una ambición desmedida pueda convertir en ruina el intento.

No parece que Danitza Soliz vaya a permitir que algo así pase, pues tiene las ideas mucho más claras que muchos de sus compañeros y rivales, algo que ya ha demostrado en sus propios negocios y emprendimientos.

Soliz, parte de una pujante familia comerciante, con grandes inversiones en los alrededores del Mercado Campesino, ha sabido iniciar emprendimientos que generan riqueza real en Tarija, como el avícola o en el rubro de la hostelería. En el fútbol ya se ha marcado un objetivo: llevar a Tarija a una copa internacional, lo que muestra su carácter ganador.

Para cualquier equipo que asciende, luchar por la permanencia en su primer año es lo evidente, pero Soliz no tiene dudas de que eso sucederá, y que se superará con la misma receta con la que se ha logrado el ascenso: trabajo constante, plantilla cumplida y compromiso con la causa. Recetas que en el fútbol tarijeño se habían quemado muy rápidamente, pero el éxito no se logra en un día.

El fútbol, como “no-deporte” es una fuente inigualable de promoción turística y mueve como pocas otras cosas una industria local importante en los días de partido y durante el resto de la semana. El fútbol, como deporte, es también fuente de inspiración y superación para generaciones de niños que no han podido disfrutar de un equipo local al que hacer barra, con el que aprender a ganar y sobre todo, aprender a perder.

Que Tarija vuelva a la liga, ahora División Profesional, es sin duda una muy buena noticia para todo el departamento. La forma en que se ha logrado, también. Luchar y superarse es sin duda un buen hábito que debemos incorporar a nuestro quehacer diario.


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