Los proyectos para “domar” el río Pilcomayo no avanzan
El Pilcomayo es el eje vertebrador del Chaco boreal, a su vez parte de la segunda región ecológica más importante del continente sudamericano después de la Amazonía, y con todo, sigue siendo un gran desconocido, advierten desde el movimiento medioambientalista, quienes a menudo contemplan...



El Pilcomayo es el eje vertebrador del Chaco boreal, a su vez parte de la segunda región ecológica más importante del continente sudamericano después de la Amazonía, y con todo, sigue siendo un gran desconocido, advierten desde el movimiento medioambientalista, quienes a menudo contemplan como se plantean proyectos para el uso de sus aguas sin considerar la dinámica.
Entre los proyectos que normalmente se barajan se encuentran las represas de Carrizal y Puesto Margarita, la toma de agua para la petroquímica de Yacuiba, la construcción de bañados artificiales y los proyectos de riego como el Villa Montes – Sachapera (Provisa), que es el más avanzado pero también el que más años llevan en funcionamiento sin que se haya logrado cumplir.
Los diversos afluentes que forman el río Pilcomayo nacen en las altas cumbres mineras de Oruro y Potosí y es considerado uno de los ríos que más sedimento arrastra en su fluir, apenas por detrás del Yang Tsé y algunos más. El Pilcomayo no desemboca en ningún lado, sino que se pierde entre centenares de lagunas y bañados de diverso tamaño, aunque cuando llega con mucha fuerza sí puede llegar a contactar con el río Paraguay.
La dinámica del río ha marcado tradicionalmente la vida en el Gran Chaco, sobre todo la pesquera. Pero desde hace años se plantean modificaciones de consecuencias aún inciertas.
Bañados artificiales
Aguas abajo, en la confluencia entre Paraguay y Argentina, el proyecto Pantalón divide las aguas entre uno y otro país. La intención original era que ambos pudieran canalizar sus aguas para utilizarlo productivamente. La inmensidad del sedimento y los años en que no se ha limpiado ha provocado que el agua se vaya por uno o por otro ramal, provocando inundaciones en un lado y sequías en otro.
Para Bolivia, que fundamentalmente aprovecha el sábalo que nace en los bañados aguas abajo y remonta el río hasta las zonas altas de Entre Ríos para reproducirse, se ve perjudicado al impedirse la conexión de los bañados naturales.
Dificultad
El río Pilcomayo es uno de los que más sedimentos arrastra en el mundo, lo que dificulta los proyectos
Desde 2014 se viene hablando de la formación de bañados artificiales en Villa Montes, en la salida por La Esmeralda, de forma que se pueda conectar y facilitar el tránsito natural. Hasta el momento el proyecto no se ha concretado.
Hasta el momento sí avanzan algunos de los proyectos de riego del Provisa.
Las represas
Existen dos represas con estudios avanzados. La de Puerto Margarita, en pleno cauce del Pilcomayo, y la de Carrizal, en uno de los afluentes más significativos. Pese a los anuncios recurrentes sobre sus estudios, el proyecto avanza poco. Ya en 2013 una empresa china elaboró un estudio sobre la viabilidad de Carrizal, que al encontrarse en la cuenca media, genera dudas sobre los costos de mantenimiento, al tratarse de un río que arrastra gran cantidad de sedimentos.
El objetivo de la represa es tanto regar el Chaco como generar hidroelectricidad, sin embargo no se ha logrado concretar hasta la fecha.
La petroquímica
Uno de los proyectos más ambiciosos del Gran Chaco es la construcción de la petroquímica de propileno y polipropileno, que sin embargo su licitación está paralizada desde 2017. En 2016 YPFB llegó a licitar un “Estudio de ingeniería conceptual de adecuación del sistema de tratamiento de aguas residuales Emapyc para la reutilización y provisión de agua cruda a las plantas de propileno y polipropileno”, que finalmente se anuló y una “ingeniería de acueducto y subsistemas e ingeniería, procura y construcción de ductos de interconexión para las plantas de propileno polipropileno” de más de 350 millones de bolivianos de la que no se ha informado. En cualquier caso, el agua a utilizar en el complejo industrial, si finalmente se ejecuta, también provendría del Pilcomayo, con sus particularidades para el tratamiento.
Entre los proyectos que normalmente se barajan se encuentran las represas de Carrizal y Puesto Margarita, la toma de agua para la petroquímica de Yacuiba, la construcción de bañados artificiales y los proyectos de riego como el Villa Montes – Sachapera (Provisa), que es el más avanzado pero también el que más años llevan en funcionamiento sin que se haya logrado cumplir.
Los diversos afluentes que forman el río Pilcomayo nacen en las altas cumbres mineras de Oruro y Potosí y es considerado uno de los ríos que más sedimento arrastra en su fluir, apenas por detrás del Yang Tsé y algunos más. El Pilcomayo no desemboca en ningún lado, sino que se pierde entre centenares de lagunas y bañados de diverso tamaño, aunque cuando llega con mucha fuerza sí puede llegar a contactar con el río Paraguay.
La dinámica del río ha marcado tradicionalmente la vida en el Gran Chaco, sobre todo la pesquera. Pero desde hace años se plantean modificaciones de consecuencias aún inciertas.
Bañados artificiales
Aguas abajo, en la confluencia entre Paraguay y Argentina, el proyecto Pantalón divide las aguas entre uno y otro país. La intención original era que ambos pudieran canalizar sus aguas para utilizarlo productivamente. La inmensidad del sedimento y los años en que no se ha limpiado ha provocado que el agua se vaya por uno o por otro ramal, provocando inundaciones en un lado y sequías en otro.
Para Bolivia, que fundamentalmente aprovecha el sábalo que nace en los bañados aguas abajo y remonta el río hasta las zonas altas de Entre Ríos para reproducirse, se ve perjudicado al impedirse la conexión de los bañados naturales.
Dificultad
El río Pilcomayo es uno de los que más sedimentos arrastra en el mundo, lo que dificulta los proyectos
Desde 2014 se viene hablando de la formación de bañados artificiales en Villa Montes, en la salida por La Esmeralda, de forma que se pueda conectar y facilitar el tránsito natural. Hasta el momento el proyecto no se ha concretado.
Hasta el momento sí avanzan algunos de los proyectos de riego del Provisa.
Las represas
Existen dos represas con estudios avanzados. La de Puerto Margarita, en pleno cauce del Pilcomayo, y la de Carrizal, en uno de los afluentes más significativos. Pese a los anuncios recurrentes sobre sus estudios, el proyecto avanza poco. Ya en 2013 una empresa china elaboró un estudio sobre la viabilidad de Carrizal, que al encontrarse en la cuenca media, genera dudas sobre los costos de mantenimiento, al tratarse de un río que arrastra gran cantidad de sedimentos.
El objetivo de la represa es tanto regar el Chaco como generar hidroelectricidad, sin embargo no se ha logrado concretar hasta la fecha.
La petroquímica
Uno de los proyectos más ambiciosos del Gran Chaco es la construcción de la petroquímica de propileno y polipropileno, que sin embargo su licitación está paralizada desde 2017. En 2016 YPFB llegó a licitar un “Estudio de ingeniería conceptual de adecuación del sistema de tratamiento de aguas residuales Emapyc para la reutilización y provisión de agua cruda a las plantas de propileno y polipropileno”, que finalmente se anuló y una “ingeniería de acueducto y subsistemas e ingeniería, procura y construcción de ductos de interconexión para las plantas de propileno polipropileno” de más de 350 millones de bolivianos de la que no se ha informado. En cualquier caso, el agua a utilizar en el complejo industrial, si finalmente se ejecuta, también provendría del Pilcomayo, con sus particularidades para el tratamiento.