Cuestionan entrega definitiva de la vía Entre Ríos – Palos Blancos
Entre derrumbes y repliegues de personal, cívicos y transportes se oponen a la entrega definitiva de la vía Entre Ríos – Palos Blancos, mientras la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) guarda su posición sin dar pistas sobre su inminente decisión. La vía Entre Ríos – Palos...



Entre derrumbes y repliegues de personal, cívicos y transportes se oponen a la entrega definitiva de la vía Entre Ríos – Palos Blancos, mientras la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) guarda su posición sin dar pistas sobre su inminente decisión.
La vía Entre Ríos – Palos Blancos, de algo más de 60 kilómetros, parte de la red vial fundamental, fue entregada provisionalmente a finales de abril de 2018, en plenas efemérides departamentales por el Gobierno Nacional en medio de observaciones sobre el desempeño de la obra, las modificaciones sobre el Documento Base de Contratación (DBC) y los riesgos de los taludes en determinados puntos.
Desde entonces corrían seis meses para hacer los ajustes pertinentes antes de la entrega definitiva. La premura de la entrega provisional molestó a los sectores y usuarios de la vía, pues su entrega definitiva llegaría entonces en octubre antes de la temporada de lluvias, cuando realmente se pone a prueba la construcción. Afortunadamente, las lluvias se adelantaron y no tardaron en mostrar las carencias.
Durante el periodo de entrega provisional, la empresa ejecutora debe corregir defectos estructurales identificados, sin embargo, una vez procesa la entrega definitiva, la empresa se limitará a realizar el mantenimiento de la vía durante dos años dando por bueno lo realizado. Pasado ese periodo, la ABC se haría cargo del mantenimiento de la vía, y si procede, de las modificaciones.
Existe un precedente en la misma vía, pues el tramo Canaletas – Entre Ríos fue una variante autorizada por la ABC pero construida por el Gobierno Departamental a través de una Asociación Accidental en la que participaron las principales empresas del departamento. Hasta el día de hoy el Servicio Departamental de Caminos (Sedeca) se hace cargo del mantenimiento porque la ABC no quiere recibir dado que ha identificado numerosos problemas en los taludes, que son de pendientes inapropiadas.
Modificaciones en el DBC
Después de muchos años de pulso y del intento departamental de hacer una variante alternativa para llegar hasta Villa Montes por el otro lado del Pilcomayo, la ABC junto a Evo Morales determinó licitar el tramo en 2014. Las obras iniciaron en 2015 y fueron entregadas a un consorcio español por poco más de 85 millones de dólares. Desde el principio se cuestionó el monto ofertado por una empresa no instalada en Bolivia, al considerarlo demasiado bajo por la mayoría de ingenieros. Se justificó alegando estrategia comercial de la empresa contratante – Ceinsa – para instalarse a este lado del mundo. No tardaron en aparecer los primeros cambios en el DBC, entre ellos los radios de curva, que de 100 metros pasaron a autorizarse hasta de 50, y las pendientes, que de un máximo de 6 por ciento llegaron a registrarse de hasta 8 por ciento. Tampoco tardó en comprobarse que la empresa adjudicataria se limitó a subcontratar empresas locales en condiciones muchas veces denunciadas, peor en un contexto de crisis.
Después llegaron las evidencias de los problemas en los taludes, sobre todo en los tramos de Tapecua y San Simón, donde ya se han registrado derrumbes y los propios transportistas señalan tener miedo al atravesar. La ABC se ha limitado a justificar las modificaciones del DBC por cuestiones técnicas, pese a tratarse de una obra llave en mano y a saludar la eficiencia, pues efectivamente ha sido una de las pocas obras carreteras en Tarija entregada dentro de los plazos previstos.
Cívicos de Entre Ríos señalan que ya no existe personal de la empresa española trabajando en el lugar, sino que apenas queda una cuadrilla realizando mantenimientos a cargo de personal local.
Cívicos piden evaluar tras temporada de lluvias
La presidente del Comité Cívico de Entre Ríos, Janeth Molina, explicó en pasadas fechas que conocen que se acerca la recepción definitiva del proyecto; sin embargo, manifestó que quienes transitan diariamente la ruta al Chaco conocen sobre algunos detalles que deben ser mejorados para que sea una ruta de primer nivel. “La prueba definitiva será la temporada de lluvias, de momento insistimos en que es necesario controlar el tema de taludes que es lo que más peligro puede significar para la gente”, expresó.
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La vía Entre Ríos – Palos Blancos, de algo más de 60 kilómetros, parte de la red vial fundamental, fue entregada provisionalmente a finales de abril de 2018, en plenas efemérides departamentales por el Gobierno Nacional en medio de observaciones sobre el desempeño de la obra, las modificaciones sobre el Documento Base de Contratación (DBC) y los riesgos de los taludes en determinados puntos.
Desde entonces corrían seis meses para hacer los ajustes pertinentes antes de la entrega definitiva. La premura de la entrega provisional molestó a los sectores y usuarios de la vía, pues su entrega definitiva llegaría entonces en octubre antes de la temporada de lluvias, cuando realmente se pone a prueba la construcción. Afortunadamente, las lluvias se adelantaron y no tardaron en mostrar las carencias.
Durante el periodo de entrega provisional, la empresa ejecutora debe corregir defectos estructurales identificados, sin embargo, una vez procesa la entrega definitiva, la empresa se limitará a realizar el mantenimiento de la vía durante dos años dando por bueno lo realizado. Pasado ese periodo, la ABC se haría cargo del mantenimiento de la vía, y si procede, de las modificaciones.
Existe un precedente en la misma vía, pues el tramo Canaletas – Entre Ríos fue una variante autorizada por la ABC pero construida por el Gobierno Departamental a través de una Asociación Accidental en la que participaron las principales empresas del departamento. Hasta el día de hoy el Servicio Departamental de Caminos (Sedeca) se hace cargo del mantenimiento porque la ABC no quiere recibir dado que ha identificado numerosos problemas en los taludes, que son de pendientes inapropiadas.
Modificaciones en el DBC
Después de muchos años de pulso y del intento departamental de hacer una variante alternativa para llegar hasta Villa Montes por el otro lado del Pilcomayo, la ABC junto a Evo Morales determinó licitar el tramo en 2014. Las obras iniciaron en 2015 y fueron entregadas a un consorcio español por poco más de 85 millones de dólares. Desde el principio se cuestionó el monto ofertado por una empresa no instalada en Bolivia, al considerarlo demasiado bajo por la mayoría de ingenieros. Se justificó alegando estrategia comercial de la empresa contratante – Ceinsa – para instalarse a este lado del mundo. No tardaron en aparecer los primeros cambios en el DBC, entre ellos los radios de curva, que de 100 metros pasaron a autorizarse hasta de 50, y las pendientes, que de un máximo de 6 por ciento llegaron a registrarse de hasta 8 por ciento. Tampoco tardó en comprobarse que la empresa adjudicataria se limitó a subcontratar empresas locales en condiciones muchas veces denunciadas, peor en un contexto de crisis.
Después llegaron las evidencias de los problemas en los taludes, sobre todo en los tramos de Tapecua y San Simón, donde ya se han registrado derrumbes y los propios transportistas señalan tener miedo al atravesar. La ABC se ha limitado a justificar las modificaciones del DBC por cuestiones técnicas, pese a tratarse de una obra llave en mano y a saludar la eficiencia, pues efectivamente ha sido una de las pocas obras carreteras en Tarija entregada dentro de los plazos previstos.
Cívicos de Entre Ríos señalan que ya no existe personal de la empresa española trabajando en el lugar, sino que apenas queda una cuadrilla realizando mantenimientos a cargo de personal local.
Cívicos piden evaluar tras temporada de lluvias
La presidente del Comité Cívico de Entre Ríos, Janeth Molina, explicó en pasadas fechas que conocen que se acerca la recepción definitiva del proyecto; sin embargo, manifestó que quienes transitan diariamente la ruta al Chaco conocen sobre algunos detalles que deben ser mejorados para que sea una ruta de primer nivel. “La prueba definitiva será la temporada de lluvias, de momento insistimos en que es necesario controlar el tema de taludes que es lo que más peligro puede significar para la gente”, expresó.
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