¿Mito o realidad?
¿Señales y premoniciones?: Cuando la muerte se anuncia
¿Alguna vez escuchaste la historia de una madre que de alguna manera sabía antes de que alguien le dijera que algo terrible le había sucedido a su hijo? ¿Alguna vez has sentido que un ser querido se ha venido a despedir?, ¿Alguna vez algún familiar tuyo ha sentido que ya iba a morir?



Dicen los antiguos que cuando la muerte se anuncia tiene una y mil formas de comunicarnos su llegada. Algunos lo perciben a través de sueños otros con la ruptura de un espejo, o una melancolía inexplicable. Pero hay también quienes aseguran que la persona que va a morir viene a despedirse.
Angélica Egüez tenía a su padre enfermo más de un mes, sin embargo, su estado no era tan delicado, pues aunque padecía anemia cada día mejoraba un poco más. Ella estaba embarazada de ocho meses y ya en agosto del 2019 daría a luz.
Un cinco de agosto nació su pequeña hija Claudia, pero poco duró su alegría, pues cuando regresó a su casa tras la alta médica, al ingresar un gran espejo de su sala cayó de manera inexplicable y se hizo mil pedazos.
Primero pensó en los siete años de mala suerte, y luego en su padre. Más aún, recordando sus mejoras de salud desestimó que algo le vaya a suceder. Empero, esto no terminó ahí, pues por la noche lo soñó con los pies enterrados y saliendo de un ataúd.
Fue entonces cuando se asustó y decidió visitarlo. Ya en su casa percibió que estaba delicado, por la tarde lo llevó al hospital, lo internaron y al día siguiente falleció por bronconeumonía.
En otra historia, Julia tenía 98 años pronto celebraría su cumpleaños, pero un día de esos que te cambian la vida por completo se cayó de la silla. El dolor fue insoportable, pero con el pasar de los días y atención médica rigurosa se fue recuperando, hasta que pasados dos meses le dolió el estómago; fue entonces cuando soñó con un montón de rosas blancas, una cruz y un sombrero negro. “Ya me voy a morir hijo, estoy lista” le dijo a Francisco, el menor de sus hijos (40 años).
Pasaron dos semanas y en medio de la pandemia, buscarle atención médica fue complicado. Un día, no muy lejano a su señal Julia tomó las manos de su hijo, se lo rezó y lo bendijo. Más tarde le pidió que en su último día le pusiera aquella pollera rosada que le había regalado su primera hija y aquella manta bordada que la hacía lucir hermosa.
Franciso entendió poco el mensaje, hasta que llegó una noche de insomnio en la que Julia no le dejó dormir. Ella quería hablar de todo un poco y recordar cientos de anécdotas. “Mamita tengo sueño, déjame dormir”, le dijo el hijo a lo que “ella le respondió ya mañana podrás dormir tranquilo”.
Cuando el sol aclaró el día y el reloj marcaba las siete de la mañana Julia murió apoyada en las rodillas de su hijo, tras contarle su último recuerdo. Al día siguiente para su velorio Francisco le puso a Julia la ropa que le había indicado.
Clara Valencia vive en el barrio San Luis, cuenta que cuando alguien en su casa se va a morir su pequeño depósito de adobe suena como si alguien “hurgueteara” todas las cosas que hay en él. Sintió esto en el mes de julio y aunque aún no ha pasado nada en su hogar, vive con el temor de que su premonición se cumpla.
“Cuando el suegro de mi hija que vivía aquí al lado, muy viejito él, se enfermó ese cuarto no paraba de sonar, lo mismo cuando mi primer hijo falleció”, dice y agrega “No falla con los finaditos”.
Como Clara hay muchas personas que consideran que poseen un don especial, pues aseguran que las premoniciones de sus sueños o su sexto sentido nunca fallan. Así lo cuenta Efraín Valdez, quien señala que cuando su madre se sueña con fuego “toca cuidarse y mucho”, pues siempre pasa algo malo.
Pero también hay muchas personas como Ana Liz, que aseguran que quienes van a morir se despiden. Cuenta que lo hizo su abuela, pero también su padre y su tía.
“Mi abuela apareció en mi sueño y me dijo ´me voy a ir hija, cuida a tu mamá´. Al día siguiente rogué a Dios que me permita hablar con ella y despedirme, pues por la distancia y la pandemia, era casi imposible comunicarnos. Dios me dio ese regalo y al día siguiente mi abuelita falleció”, asegura.
Como estas historias hay miles en Tarija y en todo el mundo. No hay duda de que esto está lejos de la ciencia, pero tampoco queda duda de que -coincidencia o no- a muchos les suceden.
Las premoniciones
Las experiencias ligadas a la muerte son calificadas por muchos expertos como causalidades. De acuerdo al pastor evangélico Gilberto Medina es el miedo a la muerte y el deseo de conocer la hora final, lo que nos hace imaginar muchas cosas.
Más aún, monseñor Silvio Fonseca afirma que se trata de avisos divinos, también explica que cuando “llega la hora de la buena muerte” Dios avisa y se siente un gran gozo por el reencuentro con los suyos y el mismo Dios.
“Desde el punto de vista de la fe, el sentir el encuentro con el creador es una experiencia de máxima paz”, explica.
La homeópata Olga Diduj explica que la muerte puede ser sentida incluso por los familiares debido a las conexiones energéticas que establecen los seres queridos y explica que esto se da mucho más entre hermanos gemelos.
¿Alguna vez escuchaste la historia de una madre que de alguna manera sabía antes de que alguien le dijera que algo terrible le había sucedido a su hijo? ¿Alguna vez has sentido que un ser querido se ha venido a despedir?, ¿Alguna vez algún familiar tuyo ha sentido que ya iba a morir?
Sueños desde lo científico
Concepto
Los sueños son definidos por los especialistas como las manifestaciones mentales de imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones en un individuo durmiente, y normalmente relacionados con la realidad.
Caóticos
Cuando dormimos se desactiva parcialmente el lóbulo frontal, parte del cerebro que utilizamos para nuestras funciones ejecutivas, esto de acuerdo a la ciencia hace que los sueños, por lo general se nos presenten como carentes de sentido.
¿Despedidas?
Algunos psicólogos escépticos y expertos en sueños, basándose en el hecho de que no existe evidencia científica de que los espíritus de personas fallecidas puedan visitarnos en una dimensión onírica, creen que soñar con un fallecido significa que no se ha superado el duelo por su muerte.