Ayer y mañana: el legado fotográfico de Clemente Eugenio Acero
El fotógrafo presentó una exposición retrospectiva en la Galería de la Casa de la Cultura, donde Pura Cepa realizó esta entrevista exclusiva.



Clemente Eugenio Acero tiene más de 40 años dedicado a la fotografía. Su más reciente exposición es una retrospectiva con doble filo: por un lado, hizo un homenaje a los 50 años de la promo ’75 del Colegio Nacional San Luis, de la cual forma parte, desplegando fotografías de la adolescencia y de la actualidad; por otro, seleccionó algunos de sus mejores disparos matutinos y vespertinos, con los que ha logrado imágenes icónicas de Tarija, de gran valor estético y documental.
En ese contexto, Pura Cepa entrevistó al fotógrafo, y apenas comenzado el intercambio, un joven visitante intervino para expresar su admiración por la obra expuesta:
Joven. ¿Usted es el autor de las fotos?
Clemente. Sí. ¿Te gustan?
Joven. Me gusta esta (señala la fotografía del relámpago).
Clemente. Ah, sí. Esa es con cámara analógica. En esa época no había resultado instantáneo. Tenías que esperar al otro día para saber cómo te salió la foto.
Por supuesto, ahora el fotógrafo empuña una cámara digital que le permite disfrutar mejor las dotes de la experiencia y la paciencia con la que ha producido un archivo fotográfico aún insospechado para las generaciones que vendrán. Sólo uno de los temas de los que hablamos.
Pura Cepa (PC). ¿Hizo algún retoque digital a sus fotografías?
Clemente Eugenio Acero (CEA). No. A mí me gustan los atardeceres, el amanecer, la noche de luna llena. Siempre he tratado de hacer algo diferente. Un turista viene a la plaza, o ve la Casa Dorada, y hace la foto, pero yo espero un rato donde haya la “hora azul”. Es muy diferente a hacer el “clic” como hace la mayoría. Lo mismo para la inauguración de la feria de exposición. He coordinado para saber dónde iban a lanzar los fuegos artificiales, he subido al cerro y he preparado todo para que no me salgan fuera de encuadre. Y el resultado es ese. Siempre me sentí satisfecho cuando he logrado lo que quería, y es lo que tengo para mostrar a la gente.
PC. ¿Cómo descubrió la fotografía?
CEA. La primera cámara fotográfica analógica que tuve me la regaló mi padrino cuando tenía mis 12 años, por ahí. No me explicó nada, simplemente me dijo, “para ti”. Yo nací en Oruro, pero mis papás se vinieron a Tarija cuanto tenía 5 años. Y después, con esa cámara hice mis primeras fotos en la fiesta de San Lorenzo, con un rollo de negativo 120. Llevé a revelar y todo salía borroso. Así pasó con varios rollos, y resulta que el obturador estaba flojo y se salió el lente. Descubrí eso, y empecé a sacar fotos bien, y aparecieron los negativos a colores. Tengo una foto espectacular subiendo la Ballivián, antes no había salida, solo unas casas, y había un lugarcito como zaguán para cruzar hacia la Loma. No la he logrado ampliar porque no hay laboratorios para esos negativos.
PC. ¿Tuvo maestros?
CEA. Empecé a hacer fotos con Daniel Campos. Me prestó una cámara para entrar a un concurso de fotografía. Nos amanecimos para tomar la foto, toda la noche revelando en el cuarto oscuro, y a la mañana siguiente al correo. Saqué el quinto lugar y eso me motivó a seguir. Después empecé a trabajar con Cimar Aguirre y Gustavo Lanza. Ahí ya me compré una cámara Zenit, una rusa analógica. Tengo una libretita donde iba anotando el diafragma, la velocidad, el ISO de cada foto. En el ’94 gané un concurso nacional donde el premio era de 2.800 bolivianos, aunque en el periódico Presencia decía que había ganado 28.000. Se equivocaron en el puntito. Pero con esa platita me compré una cámara un poco mejor. Y así trabajé y tuve otras cámaras hasta llegar a una Olympus, porque empecé a trabajar en el Nuevo Sur, y tenía un buen zoom para hacer deportes y todo eso.

PC. De la fotografía al periodismo.
CEA. Exacto. Fui reportero gráfico, ahora es fotoperiodista. También trabajé un tiempo en Ahora, luego se fusionaron con El País cuando estaba doña Adela Lea Plaza de directora. Continué en El Nacional, y de ahí entré a la Alcaldía como fotógrafo en Comunicación. Después a la Gobernación hasta antes de Óscar Montes, que ya nos sacó a todos. Ese es más o menos mi recorrido.
PC. ¿Qué opina de la inteligencia artificial y su aplicación en la generación de imágenes fotográficas?
CEA. Creo que es una distorsión. Hay una tendencia a hacer imágenes como dibujos animados japoneses. No sé. No es la realidad. He visto que en las fotografías te pueden cambiar cosas. Hay herramientas que sirven, por ejemplo, si quisiera ampliar esa foto más cuadrada y hacerla más larga, la inteligencia te copia los costados y hace algo realista. Pero si quieres que salga un dinosaurio, lo coloca, pero se nota que no va con la fotografía. Falta perfeccionar, y no es real.
PC. ¿Qué se necesita para tomar buenas fotografías?
CEA. El don de esperar, tener paciencia. Estar, como dicen, en el lugar adecuado, y esperar el momento para hacer la fotografía, para disparar y lograr ese momento que realmente quieres transmitir a los demás.
PC. ¿Qué les aconsejaría a los nuevos fotógrafos?
CEA. Y tal vez, como en cualquier profesión, hacerlo porque te gusta, no por necesidad o porque necesitas trabajo. Así no va a salir bien. Así he logrado lo que he logrado y lo que sigo haciendo. No tengo otra actividad. Tendría que jubilarme para tener un ingreso, porque trabajo no quieren darme. Con la experiencia que tengo, significa que tienen que pagar bien. Ahora prefieren jóvenes, y les dicen, “aquí vas a aprender y el sueldo es tanto”. Mi hijo también hace fotos. Ojalá persevere. Tengo un archivo fotográfico importante, y en lugar de tenerlo ahí, tal vez alguien puede decir, “te lo compro”. No sé qué será. Lo más doloroso sería irme sin saber dónde irán a parar mis fotos. Al menos mi hijo sabe que hay algo ahí.