Experto advierte que la autonomía está en quiebra
Tarija: Urge achicar el aparato estatal para enfrentar la crisis
En medio de recortes y discursos, ninguna instancia se atrevió a proponer una reestructuración del Estado a nivel departamental, que implique fusionar entidades, eliminar duplicidades y redefinir competencias



La crisis económica que golpea al departamento de Tarija ha obligado a las instituciones públicas a ejecutar ajustes presupuestarios que, aunque se anuncian bajo el rótulo de “austeridad”, no alcanzan el fondo del problema, la necesidad urgente de reducir el tamaño del aparato estatal y revisar la estructura funcional. En medio de recortes, discursos y promesas, ninguna instancia se atrevió a proponer una reestructuración del Estado a nivel departamental, regional (en el caso del Chaco) o municipal, que implique fusionar entidades, eliminar duplicidades y redefinir competencias.
Los municipios
Los gobiernos municipales, particularmente aquellos con menores ingresos por coparticipación o regalías, han sido los primeros en manifestar su asfixia financiera. Alcaldías como las de Entre Ríos, San Lorenzo y Uriondo ya han optado por medidas como la reducción de salarios, recorte de personal y paralización de algunos proyectos. La situación se agrava con el rezago de pagos del Gobierno Central, la falta de ingresos propios y la imposibilidad de sostener una planilla burocrática sobredimensionada. A esta crisis también se suman El Puente, Yunchará, Bermejo, Padcaya y Cercado.
A pesar de ello, poco se ha discutido sobre la necesidad de replantear los niveles de descentralización o buscar sinergias entre municipios –con baja cantidad poblacional según el Censo 2024- para optimizar recursos. La estructura actual, fragmentada y dispersa, termina siendo una carga más que una herramienta de desarrollo.
La Gobernación
En el caso del Gobierno Departamental de Tarija, el discurso oficial también ha girado en torno a la austeridad. Se han recortado viáticos, congelado contrataciones y despedido personal. Pero el verdadero debate -la reducción de sueldos y el rediseño institucional que achique el legislativo- sigue empantanado entre la Gobernación y la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT), que no logran ponerse de acuerdo sobre una nueva escala salarial y la reducción del número de asambleístas.
Más allá de los sueldos, existe una evidente superposición de funciones en diversas unidades desconcentradas, especialmente en áreas referidas a la gestión de agua, caminos y desarrollo agropecuario. Las tareas que hoy realizan las subgobernaciones, por ejemplo, podrían ser absorbidas por las secretarías de la Gobernación, reduciendo burocracia y gasto.
El Chaco, un modelo a repensar
La Región Autónoma del Chaco tarijeño representa quizás el ejemplo más claro de cómo la expansión institucional no siempre se traduce en desarrollo. A pesar de haber sido dividida en tres unidades (Yacuiba, Villa Montes y Caraparí), el Gobierno Regional enfrenta los mismos problemas de siempre, pobreza, falta de empleo, y limitada infraestructura.
Con tres ejecutivos regionales, una asamblea compuesta por múltiples representantes y funciones que se duplican con las alcaldías, el Chaco se ha convertido en un esquema costoso y poco eficiente. Lejos de plantear una unificación administrativa que reduzca el gasto público, las propuestas se han limitado a una tibia reducción de sueldos, que no resuelve el problema de fondo.
Pedido de cambios
Algunos sectores sociales han comenzado a cuestionar esta pesada estructura estatal. Desde la Federación de Campesinos del Chaco, Mariano Vásquez propone fusionar los tres gobiernos regionales en uno solo, además de reducir la Asamblea Regional a dos representantes por municipio.
En esa línea, Vásquez confirmó que para el día sábado 26 de abril se está convocando a las autoridades a horas 15.00 con el único fin de poder ver el plan de austeridad regional y departamental, y la reducción de las instituciones públicas y el personal.
El dirigente puso como ejemplo lo que sucede en San Lorenzo, donde la Subgobernación necesita 5 millones de bolivianos, pero cualquier gestión, antes, debe tener el visto bueno de la Gobernación, demostrando que no goza de ninguna autonomía y solo representa un gasto administrativo.
Vásquez mencionó que si no se ejecutan ajustes estructurales, en un corto plazo, los pocos recursos que llegan solamente servirán para pagar gastos de funcionamiento.
Ortuño: Las autonomías están en quiebra
El doctor en derecho autonómico, Esteban Ortuño, señaló que las autonomías están en “quiebra” y la situación es desesperante, tanto para los municipios, Gobernación y peor aún para el Gobierno Regional del Chaco.
“El modelo autonómico no ha podido superar el centralismo económico que se ha mantenido intacto en Bolivia, tenemos autonomía, pero no las ventajas económicas”, expuso, a tiempo de señalar que la autonomía se hace con dinero.
Ortuño mencionó que entre el 2023 a 2024, se han emitido desde el órgano ejecutivo nacional más de 140 leyes, decretos y resoluciones, que invaden competencias de los gobiernos autónomos, las cuales versan en las áreas de economía y finanzas, y planificación.
El caso del Chaco
Ortuño señaló que en el caso del Chaco, las competencias que tiene el Gobierno Regional no están dentro de la Constitución ni de la Ley Marco de Autonomías. Lo que se hizo fue transferir competencias delegadas por el nivel departamental.
“El Gobierno Regional del Chaco se ha hecho transferir todas las competencias del Gobierno Departamental en virtud de una demagogia política a través de la Ley 079, tiene las competencias ejecutivas, pero no las legislativas, porque su asamblea no emite leyes. (…) se ha trasladado todo el catalogo competencial, pero ahora no pueden pagarlas, no tienen plata”, apuntó.
Otro de los aspectos que observó, es que el Gobierno ha cargado al Gobierno Regional competencias en salud, para pagar ítems, lo que corresponde al nivel central.
“A esto hay que sumarle la organización interna del Gobierno Regional, que básicamente hacen una división de su presupuesto en los tres municipios del Chaco, no tienen ningún criterio de planificación”, señaló.
¿Y las subgobernaciones?
Ortuño apuntó que actualmente son los municipios los que están remando la crisis porque sí pueden generar recursos, pero las subgobernaciones, al ser parte de la Gobernación, tienen planillas pesadas y difícilmente pueden encarar proyectos de desarrollo.
“No sé si es drástico decir que se tienen que eliminar las subgobernaciones, porque en los municipios alejados son un canal de ejecución de políticas públicas, y hay una presencia de la Gobernación. Pero sí debe haber un ajuste drástico para mantener la mínima administración. Ahora, aquí también hablamos de despedir gente, de recortar presupuesto y programas sociales, y ¿el nivel central lo está haciendo?”, cuestionó.