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20 años de impunidad del “carnicero de El Alto”

Entre el 9 y 17 de octubre de 2003, Gonzalo Sánchez de Lozada, “el carnicero de El Alto”, asesinó a más de 68 personas producto de la guerra del Gas; pues su gobierno había pactado la venta de éste a EEUU mediante puertos chilenos aun sin resolver el consumo interno de los bolivianos, quienes ya estaban descontentos desde el mes de febrero con el impuestazo a los salarios. Hoy a escasos días de recordar estos sangrientos sucesos, el principal autor de estas casi 70 masacres, se mofa en las narices de la justicia boliviana; pero no solo eso, sino que tiene el descaro de proponer una Constitución Republicana anacrónica y carente de toda legalidad y legitimidad.

El 28 de septiembre pasado Thomas Becker el principal abogado de las víctimas de octubre de 2003, informó que sus defendidos recibirán un resarcimiento, aunque no se sabe del monto total, no obstante, de que el 2021 el juez James Cohn determinó que los demandados debían pagar 10 millones de dólares, algo mísero; ya que las familias de las más de 70 personas asesinadas no podrán compensar nunca las pérdidas humanas. Si bien este resarcimiento es una victoria no deja de ser pírrica, pues lo que debería operar es un juicio penal no solo en Bolivia sino en la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.

Durante muchos años Bolivia ha estado solicitando la extradición de “Goni” y su ministro de Gobierno, Carlos Sánchez Berzain (El zorro), siendo las acciones diplomáticas espurias, no por la falta de voluntad política sino por la protección que el gobierno estadounidense otorga a sus ciudadanos como Sánchez de Lozada; pero lo ilógico del caso es que esta protección es brindada a su exministro quien no es ciudadano estadounidense y que desde Miami continúa minando, vomitando su odio y desportillando el liderazgo de Evo Morales, la división del MAS y los movimientos sociales desde sus Institutos y centros financiados por el imperialismo.

El hecho de que Goni aun siga bajo la capa de Estados Unidos sin pagar por sus acciones criminales, es una muestra que el sistema político jurídico internacional en el marco de la Carta de Naciones Unidas, la OEA, más todo su armazón jurídico es proclive a las injusticias al proteger a este tipo de individuos, quienes al parecer quedarán impunes por sus actos criminales de cara al Derecho Internacional y los Derechos Humanos.

Frente a la impotencia de “Goni” y el “Zorro”, de querer fulminar a los líderes sociales, campesinos y obreros, éstos tratan mediante sus aparatos mediáticos e institucionales de dividir y boicotear la unidad de los movimientos sociales; pues su fin (si es que por ejemplo Goni sigue viviendo más allá de sus 93 años) es defenestrar al Estado Plurinacional para convertirlo en un Estado neoliberal y republicano a su propio estilo, con una “constitución para todos”, cual si estas tierras aun fueran sus feudos.

Seguramente desde el  “Instituto Interamericano para la Democracia” dirigido por Berzain, las arremetidas contra los movimientos sociales que pugnan por el manejo del estado serán perforadas y boicoteadas; mismo que el nonagenario muera impune, sus testaferros cristalizados en las logias y élites serán quienes tendrán la tarea de ejecutar sus planes, ya que los estertores de su partido el MNR denotan su pronta  desaparición, la cual seguro será remplazado por el neogonismo que hoy al igual que ayer querrán privatizar y asesinar a quienes se opongan a sus mandatos.

En aras del sostenimiento del Estado Plurinacional frente a los enemigos que acechan desde los balcones del imperio, los movimientos sociales no pueden darse el lujo de estar inmersos en disputas ni fisuras internas; pues el deber del momento es el resguardo de la democracia, la legitimidad, la constitucionalidad y el sostenimiento del poder en favor del pueblo.


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