Montes el autonomista
Las hemerotecas apenas dan cuenta del papel del exalcalde en la construcción autonómica; hoy propone cooperar con el Gobierno para salir de la crisis



Óscar Montes busca cerrar su carrera política con un salto hacia arriba, aunque sin salir de Tarija. A los 60 años, tras quince años alcalde de Cercado y seis en barbecho, pasa por ser uno de los candidatos más fuertes para alzarse con la victoria el 7 de marzo en una más que probable segunda vuelta.
Montes llegó a la política desde el Comité Cívico, ingresando a un MIR en descomposición, muy abrazado a la socialdemocracia europea, que no explicaba el país, pero sí daba ideas de renovación en las ciudades.
Cuando entró de alcalde el concepto departamental era poco más que una dimensión militar a la que se inyectaban recursos a través de las Codetar. Cuando salió se había constituido un Estado Plurinacional y Autonómico habiéndose agitado las pasiones más bajas. El Estado había cambiado su apariencia de arriba abajo, y por la Alcaldía de Montes parecía no haber pasado nada.
Desde la Alcaldía se inmiscuyó poco en los asuntos nacionales. Tampoco en los departamentales. Sus opiniones sobre la autonomía departamental son escasas en las hemerotecas. Si acaso alguna observación sobre la autonomía regional y muchas sobre la elección de Subgoberadores por voto popular, pues fue el primero en advertir que se trataba de organizaciones paralelas cuyo verdadero objetivo era rivalizar con los alcaldes.
Montes alardea de haber trabajado siempre con el presidente que le haya tocado: Con Bánzer, con Tuto Quiroga, con Sánchez de Lozada, con Carlos Mesa, con Rodríguez Veltzé y con Evo Morales, aunque lo cierto es que con el que más ha trabajado es con Evo Morales (de 2006 a 2015) quien permanentemente le invitaba a sumarse a su proyecto.
Esta retahíla le sirve para fundamentar una de sus principales vías de acción: cooperación con el Gobierno para salir de la crisis, algo así como hacer que el Gobierno si invierta en Tarija como lo hace en el resto de los departamentos y no hizo en Tarija.
La cuestión es que Montes también parece haber hecho un viaje personal de la izquierda moderada a posiciones más conservadoras. En 2014 fue el aliado preferente de Tuto Quiroga en Tarija; después abrazó a Óscar Ortiz en 2019 aun cuando sus opciones eran mínimas y contribuía a la dispersión, y finalmente apoyo el Gobierno de Jeanine Áñez a través de Víctor Hugo Zamora – hoy prófugo – y también su alianza electoral Juntos que acabó abandonando por la puerta de atrás solo unas semanas antes de que Áñez se bajara.
El giro conservador se ha consolidado con la alianza con Mario Cossío y su Camino al Cambio, proclamado el mayor enemigo de Evo Morales en Tarija, víctima del exilio y que sigue calificando al Gobierno del MAS como dictatorial, pero que ha tenido que “tragar” con el planteamiento de su socio de “conciliar y cooperar”.
¿A qué voto apela Montes en este momento? Las encuestas de Mori lo dieron líder sobre todo por su gran penetración en Cercado, si bien ahí es clave si el voto popular del ensanche – que ayudó a asentar – le sigue siendo fiel o por el contrario, vota al MAS como acostumbra. Igualmente no está claro que fracción de voto se ha podido llevar Camino al Cambio, el partido oficialmente autonomista y actualmente relegado en un pequeño papel decorativo.