Mediterráneo: Lo que cortan las motosierras
Este texto es parte de la newsletter Mediterráneo que el director Jesús Cantin distribuye entre los suscriptores cada viernes con la actualidad mundial y su repercusión nacional. Si quieres recibirla en exclusiva, suscríbete



Estimados,
Si bien el fondo es el todavía indescifrable rumbo que Donald Trump quiere darle a su política exterior, los objetos concretos tiemblan ante esa forma de hacer política. Un día propone hacer un resort en Gaza y expulsar a todos sus ciudadanos, llevando al debate a puntos en los que nunca estuvo, y a la semana siguiente llama dictador al presidente de un país al que su país condujo a la guerra.
Se supone, y solo se supone, que el objetivo final es despejar frentes para concentrarse en la pulseada con China, aparente prioridad como siempre lo fue para occidente desde la caída de la URSS. Lo que no está ya nada clara es la razón de esa pulseada. ¿Para qué?
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En el pasado, occidente hablaba de los valores, de la libertad y de la democracia. De la superioridad moral. Una estrategia que efectivamente ha dado pie a muchas tropelías, pero que permitía trazar una línea entre lo bueno y lo malo muy clara, a lo que contribuía sobremanera la industria cultural y, en particular, el cine.
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Esto ha cambiado por muchas razones: China no se metió en guerras ajenas mientras Estados Unidos desató la guerra contra el terrorismo islámico (para dejar Afganistán exactamente igual 20 años después, por ejemplo); China inició una política de expansión basada en la inversión incondicional en todos los países del sur global incluyendo la construcción dela nueva “ruta de la seda” mientras que Estados Unidos mantuvo la subordinación como elemento de selección – Trump ha cortado la ayuda porque entiende que esa subordinación debe ser total -, pero, sobre todo, se ha empezado a conocer China a través de sus redes, descubriendo un lugar diferente a aquel infierno plagado de demonios dibujados del comunismo y la precariedad, y más bien se ha descubierto un país pujante y competitivo con un tejido social cohesionado – aun con muchas fallas – ejemplo en la gestión de lo público y que ha alcanzado niveles de desarrollo impensables para un país de 1.100 millones de personas.
No estoy hablando de elegir bando, porque además sería un error garrafal comparar los planes del efímero mandato de Donald Trump con los tiempos largos que maneja la cultura china desde siempre y que se han alineado perfectamente con sus tesis comunistas. La actitud amable y cooperativa de la China de hoy, probablemente apunta hacia una deslocalización de sus empresas contaminantes y que requieren mano de obra barata hacia otros países, que esexactamente lo que la globalización avalaba y contra lo que Trump dice que lucha con fuerza, aparentemente.
Aún así, Trump está dispuesto a dejar huella, y bien haría este continente, tan rico, tan grande y tan minuciosamente boicoteado cada vez que intenta acercarse, en acelerar los procesos de integración y empezar a construir al menos lo básico con lo que nos une, porque los gigantes se están armando demasiado y todos los demás, somos demasiado pequeños.
Sin dejar de pensar en la grande, hoy hablaremos del “fin de la guerra” de Ucrania, del “traspiés” de Milei y de las elecciones en Alemania.
Dictador Zelenski
¿Qué pasó?
- Se podría decir que no ha habido grandes novedades desde el pasado viernes, cuando el vicepresidente J.D. Vance llegó a la cumbre de Seguridad de Múnich a confirmar que lo de blanquear a Putin iba en serio.
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- Se podría decir eso, salvo por lo de que Donald Trump llamó “mal comediante” y “dictador” a Zelenski, que evidentemente cambia el tono, y a que se iniciaron conversaciones formales entre Rusia y Estados Unidos, con los dos máximos representantes de la política exterior como Marco Rubio y Serguei Lavrov, en un paraíso democrático como Arabia Saudí, sin presencia de la UEni de Ucrania. Todo maravilloso.
- El lunes se cumplen tres años de guerra, pero el frente está estancado hace casi un año, salvo por la testimonial incursión de Ucrania en Kursk. Míralo en esta infografía de El Orden Mundial
¿Ahora qué?
- En la semana hubo cumbre de líderes europeos para analizar una estrategia sobre Ucrania tras el giro de Estados Unidos. El elefante en la habitación es la posibilidad de desembarcar “tropas de paz” para pasar de las palabras a los hechos. Solo Francia, que no sabe qué hacer con los soldados repatriados desde el África, y Reino Unido, como ofrenda a Donald Trump,parecen barajar esta posibilidad como real.
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- Trump pidió las tierras raras y potestad sobre los recursos energéticos de Ucrania como garantía y Zelenski se negó, por lo que Trump hadado por liquidada esa vía de continuidad, pues incluso lo ha aireado públicamente, así como se han filtrado las “oportunidades” comerciales con Rusia.
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- Zelenski se ve ahora abocado a la salida electoral, que es la que también quiere Trump, pues seguramente no tiene dudas de que un “prorruso”puede ser el sucesor dadas las habilidades demostradas de Putin de incidir en elecciones en su órbita. Por aclarar, la Constitución ucraniana prevé la Ley Marcial para casos de guerra y con ella, la postergación de las elecciones presidenciales.
- Seguramente Putin no tiene intención de entrar hasta Kiev a sangre y fuego, porque nunca buscó una victoria militar ordinaria, sino una política global, que es exactamente lo que le está dando Trump. Reservará tropas si puede, pues no va sobrado, y veremos cual es su siguiente objetivo.
¿Qué hay de lo nuestro?
- Bolivia es el país que más territorio ha perdido desde su fundación en América Latina, la mayoría por conquista, algunas por negociación o venta. Es verdad que La Haya ya dictó sentencia, pero si se consolida el precedente moderno de territorio soberano perdido en conflicto bélico, no habrá más opciones.
- Por otro lado, el fin de la guerra puede suponer un levantamiento de sanciones a Rusia y con eso tal vez se relajen los procedimientos para comprar gasolina y diésel que por mucho que el Gobierno insista en que solo los barcos son rusos…
- El fin de la guerra tal vez relaje las presiones sobre los precios de los granos, que siguen afectando al precio global de los alimentos en todo el mundo incluido Bolivia. La siembra en aquel lugar del mundo, gran granero del planeta, está a punto de empezar.
Alemania, elecciones para tomar el tren
¿Qué pasó?
- La primera economía de Europa votará este domingo de forma anticipada tras la ruptura del Gobierno a finales de 2024. El gobierno liderado por el socialista Scholz obtuvo una sorpresiva victoria, muy ajustada pero suficiente para liderar la reedición de la alianza con la CDU de Angela Merkel,que concurría sin Merkel después de 15 años, y en la que entraron también los liberales, que al final provocaron la ruptura.
- Alemania acude a las urnas en plena crisis económica y política. En 2024, la economía alemana cerró en recesión por segundo año consecutivo. El aumento de los costes de la energía, la reducción de las exportaciones, la falta de inversión en infraestructuras, el envejecimiento y la competencia de China han dañado la economía germana.
¿Y ahora qué?
- Las encuestas vaticinan una victoria de los democristianos de la CDU. Nadie cuestiona que su candidato, Friedrich Merz, será el canciller por mucho que su perfil sea de lo menos carismático del orbe político. Compite con Sholz, así que no es un hándicap -.
- La duda es si los Verdes superarán a los Socialdemócratas y lograrán así ser la llave del Pacto, y si eso será suficiente, o si tendrá que ser a tres bandas o si llegarán a entrar los liberales, que es a quienes peor les ha ido el gobierno. Lo de Pacto Amplio post electoral en Alemania son lentejas: las mayorías absolutas son rara avis.
- El otro gran interrogante es el de los ultras de la AfD, el partido que reivindica abiertamente muchos postulados nazis, pero que tiene el mayor arraigo en la antigua RDA y ya ha ganado en el oriente. En la anterior elección rondaron el 10% y todas las fuerzas le hacen el vacío. Las encuestas estiman sobre el 20%, seguramente insuficiente para exigir nada – aunque Merz ha hecho algún gesto raro -, lo que sea por encima de eso será contundente y no podrán seguir ignorándolo.
- El resultado en Alemania, con o sin sorpresas, tendrá un profundo impacto en la UE, aunque la UE tenga cada vez menos impacto en el resto del mundo, algo que, seguramente, es responsabilidad de Alemania. La economía europea sigue dependiendo de Alemania, que extravió el tiro hace unas décadas apostando a la industria exportadora con gas barato ruso y mano de obra migrante(más o menos lo que prevé Trump), pero que no calculó el auge de China, que compra cada vez menos. La política arancelaria de Trump puede acabar dándole la puntilla.
¿Y qué hay de lo nuestro?
- Alemania quiso una vez el litio boliviano, y ahí nomás que dóla cosa en aquel famoso 2019. Actualmente hay un nuevo consorcio interesado en Coipasa, pero ciertamente no se dan las condiciones para negociar en serio.
- Lo que sí es concreto es que Alemania va a preferir un dólar más fuerte que el euro para exportar más, justo lo mismo pero al revés que lo que quiere Trump y lo que sería un alivio para nuestro país y en general, para este lado del mundo: las subidas de tipos de interés y el dólar fuerte suele alejar inversiones y aumentar el costo de la deuda.
Milei y las cosas inexplicables
¿Qué pasó?
- Lo concreto es vox populi a estas alturas, pues sucedía justo hace una semana mientras escribía esta newsletter: el presidente argentino Javier Milei, primer presidente economista, fijaba en su cuenta de X el enlace para comprar una criptomoneda llamada $Libra debajo de unas cuantas palabras animosas sobre el producto.
- El tuit de Milei llegó apenas tres minutos después de que iniciara sus operaciones, en pocas horas multiplicó su valor y en el punto álgido, los promotores vendieron todo el “capital” y se marcharon con 80 millones de dólares bajo el brazo. La cripto era nada, una vulgar estafa que llegó al timeline del presidente.
- Se estiman unos 44.000 afectados e incluso la SEC de Estados Unidos ha anunciado una investigación a profundidad. También la Justicia Argentina.
¿Y ahora qué?
- Después vino la recogida de cable de Milei desentendiéndose del contenido y el lunes, una entrevista dando explicaciones vía TN (Clarín) donde se filtraron pasajes incómodos y editados, como cuando señala que lo defenderá el ministro de Justicia luego de decir que era un asunto privado.
- Milei venía en uno de los picos de popularidad más alta. La inflación (que no los precios por las nubes) se está controlando y los dólares repatriados mediante la amnistía fiscal está permitiendo bicicletear el momento. Por otro lado, la batalla cultural se ha convertido en paseo militar. La semana pasada presentó la reforma laboral que más allá de los recortes de derechos y garantías, fue jaleada porque es “contra los kukas”; el miércoles convirtió el Banco del Estado en Sociedad Anónima y anuló las PASO y el jueves le regaló una motosierra a Elon Musk en la cumbre política conservadora CPAC
- El peronismo no da con la tecla de la oposición y en las redes, entre la inigualable capacidad de ingenio argentina para hacer memes, vuela el libertarismo.
- Algunos creen que Milei no puede permitirse ni una milésima de sospecha de robar algo del Estado, porque caería su mito completo. Las criptomonedas son cosas de privados. ¿Y la cuenta del presidente?
- Hay que esperar unos días para ver cómo ha afectado a su popularidad, pero me atrevería a decir que… de ninguna manera.
- No me resisto a dejarles aquí la versión de Anfibia: Porno y pescado, Milei: la estafa de su verdad y Los cuentos de la cripto ¿Cuánto nos costará el último tuit del presidente troll?
¿Y qué hay de lo nuestro?
- La delegada para los “asuntos bolivianos” es la ministra de Gobierno Patricia Bullrich, lo que da la medida exacta de la estrategia: frontera, narcotráfico, criminalización a raudales y miles de chistes del verdulero corriendo por las redes sin freno.
- La canciller Celinda Sosa aplica la prudencia. No hay mejor desprecio que no hacer aprecio, pero son casi un millón de bolivianos los que van quedando desprotegidos y a los que se les va colocando un estigma sin justificación.
- Hay asuntos bilaterales, como los de la salud, mucho más importantes que los de una valla, pero por el momento, la simple idea de lograr un acercamiento es remota.
- Mientras, entre los candidatos nacionales aspirantes a emular el estilo Milei empieza a haber renuncias, y no precisamente por el escándalo de las cripto, sino porque importar el discurso del recorte del Estado es difícil en un país en el que falta tanto.
LAS RECOMENDADAS
Entre las recomendadas para este fin de semana:
- Medios y poder, tema favorito: Esta investigación de New York Times sobre los tejemanejes (incluidas traiciones) de Rupert Murdoch y su familia, dueños de uno de los emporios mediáticos más grandes del mundo se hace obligatorio: Las 6 conclusiones sobre la lucha por la sucesión de Murdoch
- Otro tema de mis favoritos es qué diantres sucede en África, y me he topado con Guillaume Bagayoko que me resulta de lo más interesante: El Estado de Malí rompe con el orden liberal en la minería industrial
- Además, New Yorker cumple cien años y casi cualquier crónica (u obituario) que encuentren al respecto por ahí estará a la altura,pues es el gran semanario del periodismo profundo y no cualquiera escribe cualquier cosa. Aquí David Brooks, aquí
- Ojo Público vuelve a la carga con el tema de la narcominería. Imperdible. El eslabón que revela cómo el narcotráfico lava su dinero con el oro en Ecuador
- De El Salto es interesante esto de “seguir el dinero”: ¿Qué bancos han financiado los ‘bonos de guerra’ con los que Israel ha sufragado el genocidio en Gaza?
- La crisis política y social en Perú está seria y se hace cada vez más difícil seguirla por las afectaciones al periodismo, pero aún quedan cosas como La Mula y Ojo Público: “La búsqueda de impunidad une al Congreso y al Ejecutivo”: Mesías Guevara
- Aquí una investigación de El Faro sobre el último aeropuerto que va construyendo Bukele
- Además sugiero no quitarle el ojo a Gaza ni a la salud del papa Francisco