Guía para entender las elecciones en el Reino Unido
Los británicos llegan a las elecciones anticipadas del 4 de julio en medio de las consecuencias sociales y económicas del ‘brexit’, que han provocado un gran descontento hacia el Gobierno conservador. Las encuestas prevén una victoria aplastante del Partido Laborista, que ha dado un giro hacia el ce
El Reino Unido celebra elecciones generales el próximo 4 de julio para renovar la Cámara de los Comunes. Serán los primeros comicios después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea y estarán marcados por las consecuencias del propio brexit. Los ciudadanos británicos, norirlandeses y de la Commonwealth que vivan en el Reino Unido elegirán a los 650 diputados de la cámara baja del poder legislativo. Las encuestas vaticinan la victoria de los laboristas, que ya ganaron en las pasadas municipales y arrebatarían el Gobierno a los conservadores después de catorce años en el poder. ¿Cuáles son las claves?
Las primeras elecciones en el Reino Unido después del ‘brexit’
En el sistema electoral del Reino Unido los partidos no presentan listas de candidatos. En cambio, el territorio se divide en 650 circunscripciones, una por escaño de la Cámara de los Comunes. En cada circunscripción los votantes eligen a un único candidato, que será el que más votos obtenga. El reparto de circunscripciones y diputados depende de la población de cada territorio: Inglaterra, la zona con más población, tiene 543 diputados, Escocia 57, Gales 32 e Irlanda del Norte escoge a dieciocho diputados.
En las elecciones generales del Reino Unido pueden votar los ciudadanos británicos, irlandeses y de países de la Commonwealth que vivan en el territorio y que se hayan registrado para ello. También aquellos ciudadanos británicos que residan fuera del Reino Unido desde hace quince años o menos. No obstante, se trata de un sistema indirecto, pues los ciudadanos no escogen al primer ministro, sino que dependerá de la composición de la Cámara de los Comunes.
El Partido Conservador ha gobernado el Reino Unido desde que le arrebataron el poder al Partido Laborista en 2010. Durante su dominio han pasado cinco primeros ministros: David Cameron, Theresa May, Boris Johnson, Liz Truss y Rishi Sunak. Desde la inesperada victoria del brexit en el referéndum de 2016 y con la salida oficial de la UE en 2020, el Estado británico ha sufrido una progresiva caída económica y del estado de bienestar. Además, los conservadores han tenido que enfrentar crisis internacionales como la pandemia y la guerra de Ucrania, y han protagonizado numerosos escándalos políticos.
Conservadores, laboristas y compañía
Con todo, el sistema electoral británico no proporcional favorece a los dos grandes partidos, el Conservador y el Laborista. Pero el descontento con los conservadores también ha aupado a la derecha populista, que junto con otros cuatro partidos tienen opciones de conseguir representación:
El Partido Conservador, de centro-derecha o derecha, es el partido gobernante y su líder es el actual primer ministro, Rishi Sunak. También son conocidos como los tories. Con una ideología conservadora, neoliberal y euroescéptica, su programa se basa en bajar impuestos y combatir la inmigración, incluyendo la expulsión de solicitantes de asilo a Ruanda. Además, promete aumentar la financiación del Servicio Nacional de Salud y contratar más trabajadores sanitarios.
El Partido Laborista, de centro-izquierda, es el favorito en estas elecciones. Su líder, Keir Starmer, ha protagonizado un giro hacia el centro. Con políticas socialdemócratas y ambientalistas, el Partido Laborista ha evitado temas delicados, como el reingreso a la UE, y ha centrado su programa en la reducción de las listas de espera en el Servicio Nacional de Salud, la contratación de profesores y la construcción de vivienda e infraestructuras. En su intento de atraer a conservadores descontentos, ha primado la creación de riqueza antes que la subida de impuestos.
El partido Reform UK, antes Partido del Brexit, es la derecha populista antiinmigración. Su líder, Nigel Farage, fue clave en el referéndum sobre el brexit de 2016. Reform UK también defiende la salida del Reino Unido del Convenio Europeo de los Derechos Humanos, aumentar el número de policías y de plazas en prisión, reducir los impuestos y frenar la inmigración.
El Partido Liberal Demócrata, de centro, se caracteriza por el liberalismo y europeísmo. Su líder, Ed Davey, ha apoyado el reingreso del Reino Unido a la UE.
El Partido Verde se postula como la alternativa para los votantes de izquierdas decepcionados con el giro al centro del Partido Laborista. Sus líderes, Carla Denyer y Adrian Ramsay, apelan al electorado joven con políticas ecologistas y de izquierdas.
El Partido Nacional Escocés es nacionalista y socialdemócrata. Su nuevo líder, John Swinney, deberá recuperar la cohesión interna. El programa del partido mantiene como objetivo principal la independencia de Escocia del Reino Unido, y su posible unión a la UE.
El Partido de Gales también es nacionalista y de centro-izquierda. La formación reclama una mejor financiación desde el Gobierno inglés y defiende la independencia galesa y el ingreso a la UE en el largo plazo.
Crisis sucesivas y descontento
El Reino Unido llega a estas elecciones generales en medio de las consecuencias económicas y sociales del brexit, así como de la pandemia y de la guerra de Ucrania. En 2023, unos 4,3 millones de niños se encontraban en pobreza relativa y 7,5 millones de ingleses estaban en la lista de espera del Servicio Nacional de Salud. Del mismo modo, el crecimiento económico ha caído en los últimos años y el poder adquisitivo de los ciudadanos sigue en niveles más bajos que antes de la pandemia en buena parte del país.
Todo ello ha aumentado el descontento con el Gobierno británico. Ya venía desde antes de la pandemia, por los altos costes de vida o las listas de espera del sistema de salud. Sin embargo, estos problemas se agravaron tras la salida de Reino Unido del mercado común europeo. El brexit ha provocado la caída de la mano de obra —por ejemplo, en el sistema sanitario—, la huida de empresas e inversión y la pérdida de competitividad por el aumento de los costes y barreras administrativas de los productos. Con todo, los conservadores han centrado el debate político en los impuestos y la inmigración, pero ya sufrieron una derrota en las pasadas elecciones municipales en mayo. De ahí que Rishi Sunak adelantase las generales.
¿Quién va a ganar y por qué?
Las principales encuestas coinciden: el Partido Laborista conseguirá una victoria aplastante: obtendría en torno al 40% de los votos y la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, superando los 325 escaños. El número de diputados varía en las encuestas: la organización More in Common prevé 406, YouGov pronostica 425 y The Economist prevé 431. Por su parte, los conservadores obtendrían el 20% de los votos, por lo que perderían más de doscientos de sus 365 escaños actuales. Reform UK podría disputarles el segundo lugar en votos, aunque no en escaños, ya que tienen sus apoyos más repartidos.
Sin embargo, la victoria laborista no se deberá a su líder, Keir Starmer, o al deseo de un Gobierno de izquierdas entre la población británica. Será más bien por el descontento con la sucesión de Gobiernos conservadores, desgastados entre el brexit, los escándalos y la situación económica y social de los últimos años. De igual manera, Starmer ha liderado un giro de los laboristas hacia el centro, y el descontento con los conservadores también ha aumentado el apoyo al populismo que lidera Nigel Farage.