Adiós al dominio conservador: ¿qué le espera al Reino Unido tras las elecciones?



Los británicos acuden mañana a las urnas tras el adelanto electoral anunciado por el primer ministro Rishi Sunak. Los sondeos vaticinan un triunfo arrollador del Partido Laborista tras catorce años de Gobiernos conservadores.
¿Qué tienes que saber?
El Gobierno conservador convocó estas elecciones en mayo. Los tories venían de cosechar una derrota histórica en los comicios locales de ese mismo mes. Sunak aprovechó el descenso de la inflación para adelantar la votación e intentar limitar sus daños electorales.
Las encuestas presagian la mayor derrota conservadora de la historia. El Partido Laborista aventaja a los tories en veinte puntos porcentuales. Los conservadores llevan gobernando desde 2010 y lograron una mayoría absoluta histórica en los últimos comicios de 2019, conquistando varios distritos de tradición laborista del norte de Inglaterra.
Pero en los últimos años, los tories están en caída libre. La pandemia y el brexit han agravado la situación económica y la falta de suministros. A ello se unen las disputas internas y las polémicas como el partygate, el escándalo de fiestas ilegales durante la pandemia, que provocaron la dimisión del ex primer ministro, Boris Johnson.
La derecha radical amenaza con acentuar la debacle conservadora. El partido antiinmigración Reform UK ha crecido en las encuestas después de que su líder, Nigel Farage, anunciara su candidatura. Sunak adelantó las elecciones para que Reform no pudiera organizarse.
El brexit ha tenido un impacto negativo en la economía británica. Y es que la Unión Europea es el principal socio comercial del Reino Unido. Descubre la importancia de la UE en el comercio británico con este gráfico:
¿Por qué es importante?
Estas elecciones pondrán fin al dominio del Partido Conservador en el Reino Unido. Sin embargo, la gran duda es la magnitud de su derrota. Las pérdidas electorales podrían colocar a los tories cerca de la desaparición, como sucedió con los conservadores de Canadá en 1993.
El otro elemento clave es el crecimiento de la derecha radical. El aumento de la inmigración se ha convertido en uno de los temas principales de campaña. El auge de una formación antiinmigración como Reform podría empujar al resto de partidos a posiciones más duras.
El triunfo del Partido Laborista cambiará la relación entre el Reino Unido y la Unión Europea. Durante estos años, Londres y Bruselas han mantenido tensiones por el brexit. Aunque los laboristas no pretenden regresar a la UE, sí buscan un acercamiento, sobre todo en el comercio.
¿Qué cabe esperar?
La debacle electoral desatará una lucha de poder en el Partido Conservador. Es probable que consigan la mayoría de sus diputados en los distritos del sureste, más centristas y liberales, lo que hará que el ala moderada presione para girar hacia el centro.
Pero el auge de Reform también alentará a los tories más radicales. Si Farage crece mucho, estas facciones endurecerán sus posiciones contra la inmigración para intentar absorber o incluso integrar a la derecha radical en su partido.
La victoria del laborismo no supondrá un giro del Reino Unido a la izquierda. Su líder, Keir Starmer, se ha alejado de los postulados izquierdistas de Jeremy Corbyn, su predecesor. El Gobierno laborista mantendrá una política económica favorable al sector privado.
Los laboristas también serán continuistas en política exterior. El Reino Unido mantendrá su respaldo a la OTAN y a Ucrania. Del mismo modo, los británicos no regresarán a la UE. No obstante, es probable que Londres y Bruselas mejoren sus relaciones con Starmer en el poder.