Análisis del conflicto desde el sur
Rusia intensifica ataques, Ucrania apela a la condena internacional
El Ministerio de Defensa ruso da por liquidadas las defensas aéreas de Ucrania y amenaza a los países que piensen en prestar sus bases; el frente OTAN habla de crímenes de guerra y apela a la revuelta interna contra Putin



Undécimo día de invasión rusa en Ucrania. La información ha muerto en Moscú donde todas las agencias occidentales han decidido callar ante la Ley marcial impuesta por los asuntos de la guerra, y en Ucrania los bombardeos y los toques de queda no permiten muchas florituras. En esto hay un cambio de perspectiva importante: estábamos acostumbrados a ver las guerras con periodistas incluidos en las filas invasoras, normalmente estadounidenses, pero esta vez se encuentran del lado del amenazado. Todo cambia.
Sobre el terreno, hay pulso en el sur del país, con la ciudad de Mariúpol como lugar más golpeado. El alcalde del enclave portuario de unos 450.000 habitantes la da por perdida, pero sigue la discrepancia sobre cómo se deben establecer los corredores humanitarios acordados: Ucrania dice que Rusia no respeta y Rusia que el ejército ucranio quiere sacar soldados y sobre todo material bélico entre las columnas de población civil. Es el frente mediático, que en realidad no importa, pero que igual se disputa.
En Rusia, por ejemplo, quieren ir avanzando la victoria y su Ministerio de Defensa dio por destruida toda la flota de aviación del Ejército Ucraniano. "Entre ayer y lo que va del día, las Fuerzas Aéreas de Ucrania perdieron 11 aviones de combate y 2 helicópteros", detalló el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, al tiempo que confirma la destrucción del aeródromo de la ciudad ucraniana de Vínnytsia, en el centro-oeste de Ucrania, con misiles de largo alcance.
Pérdidas Se estima que los inversores occidentales en Rusia perderán unos 170.000 millones de dólares
De eso también habló el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, aunque sin mencionar sus problemas con la aviación y pese a que rápidamente los países OTAN empezaron a diseñar planes para hacer llegar aeronaves de combate a través de Polonia. Zelenski en realidad quiere un espacio de exclusión aérea sobre Ucrania controlado por la OTAN, lo que en plata implica que las naves de los aliados derriben las rusas, pero eso es evidentemente una acción hostil que desataría la guerra – Putin ya considera las sanciones prácticamente como una declaración de guerra – en Europa a la que la UE teme. Por si acaso, el presidente ruso ya se ha adelantado y considerará a los países que cedan sus bases aéreas a Ucrania como parte del conflicto, con todo lo que significa.
El frente mediático
Siguiendo con el frente mediático, los países OTAN insisten en que Putin quería una victoria rápida que no ha logrado, lo cual le va a generar serios problemas internos en Rusia, donde efectivamente han empezado algunas manifestaciones en rechazo de la operación. Hasta en RT han cifrado en 3.500 personas las detenidas por manifestarse. Al presidente ruso nunca le gustaron los alardes libertarios y menos ahora que ha declarado un régimen excepcional con los derechos recortados precisamente por la guerra.
“En total, en las concentraciones participaron unos 5.200 ciudadanos, señaló Volk. En particular, en la capital rusa, de los cerca de 2.500 moscovitas que participaron en las acciones unos 1.700 fueron detenidos, mientras que en San Petersburgo, la segunda ciudad más poblada del país, 750 de los 1.500 asistentes fueron arrestados” calcula RT, cuya filiación con el Kremlin es absoluta. Mientras, medios occidentales cifran en 11.000 los manifestantes y 4.500 los detenidos. Moscú ronda los 12 millones de habitantes, para hacerse una idea del impacto.
Las otras dos consignas reiteradas en la prensa occidental, acompañada de imágenes normalmente del Donbás, son las acusaciones de bombardear a población civil, paso previo a abrir un proceso en la Corte Internacional de Justicia, y el permanente éxodo de ciudadanos ucranianos hacia Europa, que ya se contabilizan en 1,5 millones.
El frente económico
Mientras, la Unión Europea y los países OTAN insisten en que no tienen nada que ver con el conflicto – que arrancó luego de que se rechazara el tratado de libre comercio con la UE en 2013 y de que la OTAN insistiera en poner misiles en Ucrania – y que las reprimendas económicas ya están funcionando, algo que desde Moscú dudan.
Joe Biden - presidente de Estados Unidos y primer productor mundial de petróleo – y Boris Johnson – presidente del Reino Unido post Brexit que no tiene dependencia energética con Rusia -, presionan para que Europa deje de comprar gas y petróleo ruso, que ha quedado al margen de las sanciones provocando la hilaridad de Donald Trump, por ejemplo, ya que con los precios disparados, se está financiando la guerra del enemigo.
En Moscú estiman que las sanciones impuestas causarán un daño en los inversores occidentales de 170.000 millones de dólares, pero reconocen que tendrían que dejar de producir gas porque el mercado asiático no tiene la capacidad de absorberlo.
Nuevas conversaciones, difusos objetivos
Hoy se prevé que se reinstalen las negociaciones entre las delegaciones rusas y ucranianas, que hasta la fecha no han tenido ningún avance, pues los corredores humanitarios acordados no están funcionando por los recelos de unos y otros.
Putin dice ahora que solo detendrá la Guerra si Ucrania “abandona la resistencia”, que es lo mismo que decir que se rinda, algo que por el momento no contempla Zelenski, que confía en que en algún momento la OTAN acabe participando del conflicto.
En el frente diplomático para disuadir a Putin se mueve el presidente turco, Tayip Erdogan, y el primer ministro israelí, dos naciones con particulares historias en lo que se refiere al respeto de las minorías y las invasiones.