ONU: rechazan politización en el Consejo de Seguridad
El representante permanente de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, rechazó este lunes la politización e instrumentalización de algunos temas en el Consejo de Seguridad, como en el debate sobre la corrupción. El embajador recordó que existen mecanismos y organizaciones internacionales...



El representante permanente de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, rechazó este lunes la politización e instrumentalización de algunos temas en el Consejo de Seguridad, como en el debate sobre la corrupción.
El embajador recordó que existen mecanismos y organizaciones internacionales dedicados a velar por este tema, y que el Consejo no debe restarles autoridad ni tomarse atribuciones que no le corresponden, como catalogar de corruptos a algunos Estados miembros de la ONU.
Las discusiones del órgano de 15 miembros no deben socavar la independencia y la soberanía de los países bajo la instrumentalización de los debates; estas reuniones no debe ser una excusa para menoscabar la legitimidad de Gobiernos democráticos, señaló.
El Consejo de Seguridad debe respetar la soberanía de los Estados y apoyar la solución pacífica de controversias, en lugar de atizarlas, recalcó el diplomático boliviano.
Asimismo, destacó que las Naciones Unidas deben cooperar con la creación y el establecimiento de instituciones que velen por el Estado de derecho y contra la corrupción.
Secreto bancario
En Bolivia, el presidente Evo Morales decidió renunciar al secreto bancario en aras de una mayor transparencia, dijo y se refirió también a las iniciativas contra la corrupción desarrolladas en el marco de organizaciones como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)
Hace falta un firme compromiso político para luchar contra la corrupción, y es preciso adoptar medidas dirigidas a supervisar a las empresas transnacionales que merman la soberanía de las naciones, saquean los recursos naturales y se dedican al lavado de dinero, subrayó representante permanente de Bolivia ante la ONU. En este mismo debate del Consejo de Seguridad, la representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, atacó verbalmente a los países de Venezuela e Irán, y calificó a sus Gobiernos de corruptos.
Bajo ese alegato, justificó la imposición de sanciones y medidas coercitivas contra Caracas y Teherán, cuyas consecuencias afectan grandemente a la población civil.
El embajador recordó que existen mecanismos y organizaciones internacionales dedicados a velar por este tema, y que el Consejo no debe restarles autoridad ni tomarse atribuciones que no le corresponden, como catalogar de corruptos a algunos Estados miembros de la ONU.
Las discusiones del órgano de 15 miembros no deben socavar la independencia y la soberanía de los países bajo la instrumentalización de los debates; estas reuniones no debe ser una excusa para menoscabar la legitimidad de Gobiernos democráticos, señaló.
El Consejo de Seguridad debe respetar la soberanía de los Estados y apoyar la solución pacífica de controversias, en lugar de atizarlas, recalcó el diplomático boliviano.
Asimismo, destacó que las Naciones Unidas deben cooperar con la creación y el establecimiento de instituciones que velen por el Estado de derecho y contra la corrupción.
Secreto bancario
En Bolivia, el presidente Evo Morales decidió renunciar al secreto bancario en aras de una mayor transparencia, dijo y se refirió también a las iniciativas contra la corrupción desarrolladas en el marco de organizaciones como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)
Hace falta un firme compromiso político para luchar contra la corrupción, y es preciso adoptar medidas dirigidas a supervisar a las empresas transnacionales que merman la soberanía de las naciones, saquean los recursos naturales y se dedican al lavado de dinero, subrayó representante permanente de Bolivia ante la ONU. En este mismo debate del Consejo de Seguridad, la representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, atacó verbalmente a los países de Venezuela e Irán, y calificó a sus Gobiernos de corruptos.
Bajo ese alegato, justificó la imposición de sanciones y medidas coercitivas contra Caracas y Teherán, cuyas consecuencias afectan grandemente a la población civil.