La familia, ¿solo un sueño?

Hoy se celebra el día internacional de la familia, suena como algo totalmente bueno, pues apenas escuchamos esto nos imaginamos una familia feliz y unida, con ambos conyugues criando y educando a sus hijos. El origen de esta celebración se encuentra en 1994, que fue declarado por las...

EDITORIAL
EDITORIAL
Hoy se celebra el día internacional de la familia, suena como algo totalmente bueno, pues apenas escuchamos esto nos imaginamos una familia feliz y unida, con ambos conyugues criando y educando a sus hijos.

El origen de esta celebración se encuentra en 1994, que fue declarado por las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Familia, para reflexionar y celebrar a las familias del mundo. Desde antes de ese año, el concepto de familia había comenzado a cambiar -se amplió-, y esa fue una de las causas por las que se decidió asignar una fecha especial a las mismas.

Cuando hablamos de expansión nos referimos a los varios tipos de familias como la nuclear formada por la madre, el padre y los hijos, es la típica familia clásica. La extendida, formada por parientes cuyas relaciones no son únicamente entre padres e hijos, puede incluir abuelos, tíos, primos y otros consanguíneos o afines.

La monoparental formada por uno solo de los padres (la mayoría de las veces la madre) y sus hijos. Puede tener diversos orígenes: padres separados o divorciados donde los hijos quedan viviendo con uno de los padres.

Pero también está la familia homoparental formada por una pareja homosexual (hombres o mujeres) y sus hijos biológicos o adoptados. La ensamblada formada por agregados de dos o más familias (ejemplo: madre sola con hijos se junta con padre viudo con hijos) y finalmente la familia de hecho, que se da cuando la pareja convive sin ningún enlace legal.

Muy al margen de los tipos de familia a los que pertenezcamos la mayoría de la sociedad concibe a la familia como aquel núcleo que nos proporciona apoyo y seguridad; aquella por la que sentimos responsabilidad y no una obligación; la que nos hace actuar con la mejor versión de nosotros mismos por amor y no por culpa o sometimiento; aquella que es feliz si somos felices y no busca que cumplamos expectativas.

Más aún, no todos podemos gozar de este ideal concepto. En este día toman protagonismo importante los niños abandonados, los que viven en hogares y los que han decidido por ellos mismos vivir en las calles.

¿Cuál es el sentimiento que tienen estos menores?, ¿cómo se explican el estar en un centro de acogida? ¿Cómo les afecta esta situación?

En lo psicológico todo esto deja mucha huella y se agrava de acuerdo a las causas por las que los menores terminan en la calle o en estos centros. Esta situación en muchos casos-aunque no en todos- definirá su personalidad.

La adopción es una opción para dar a estos niños una familia como sin duda la sueñan. Más aún, lo que agrava el panorama son los trámites burocráticos que se deben efectuar, pues aunque hoy se han trabajado en facilidades, la mayoría de las parejas aspirantes a una adopción tienen posicionado el estigma del tiempo y los obstáculos legales, por lo que hoy los candidatos a este proceso han reducido.

En lo que va de la gestión 2019 aún no se concretaron casos de adopciones; sin embargo, en abril se realizó un curso denominado “Padres de Corazón”, uno de los requisitos fundamentales en base a la normativa vigente para adoptar.

Según datos del Ministerio de Justicia 8.369 niños, niñas y adolescentes viven en centros de acogida de todo el país, de ellos 4.328 son mujeres y 4.041 varones. Los menores de edad que actualmente se encuentran en centros de acogida en Tarija son 270 niños, quienes ya están institucionalizados.

En los últimos días se ha conocido sobre una nueva norma (Ley 229) promulgada por el presidente del Estado, Evo Morales. Esta prevé acortar el proceso y reducir los trámites para la adopción; sin embargo, en Tarija las instancias gubernamentales desconocen el alcance y contenido que tiene esta normativa ya que ésta no fue socializada con la principal institución que realiza estos procesos, el Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges).

Una vez más comenzamos una posible solución de mala manera y afectamos un problema estructural tan delicado. Queda la esperanza que se resuelva este problema y estos miles de niños en Bolivia tengan una real esperanza de cumplir el sueño de tener una familia.

Más del autor
¿Quién me falta?
¿Quién me falta?
Suspensión de ampliado del MAS
Suspensión de ampliado del MAS