Salud mundial: Millones caen en pobreza extrema por gastos
“La experiencia y las evidencias nos muestran que no hay receta mejor para la salud, la riqueza y la seguridad, que un sistema de atención sanitaria que brinde a todas las personas la misma cobertura”.Las palabras pertenecen al médico y antropólogo Jim Yong Kim, presidente del Grupo del...



Pero pese a esta afirmación, según un reciente informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial (BM), titulado “Seguimiento a la Cobertura Universal de Salud: Reporte de Monitoreo 2017”, casi 100 millones de personas caen en la pobreza extrema debido a los gastos en salud cada año.Solo la mitad de la población tiene acceso a servicios de salud esenciales en el mundo, y el número de personas que destinan al menos el 10 % de su presupuesto familiar a la salud ha aumentado de 600 millones en el año 2000, a 800 millones en la actualidad, concluye el citado informe.Estos datos “muestran lo lejos que estamos de un mundo donde todos tengan acceso a servicios de atención médica asequibles”, lamenta al respecto Kim.
Impulso a la cobertura universalEn diciembre de 2017 se llevó a cabo en Tokio el Foro 2017 sobre Cobertura Sanitaria Universal. En el evento, Japón propuso el compromiso de destinar 2.900 millones de dólares para respaldar la cobertura sanitaria universal en todo el mundo.Sin embargo, el presidente del Grupo del Banco Mundial considera que las inversiones de los propios países en desarrollo en esta área “a menudo son insuficientes”. Y es que, “con demasiada frecuencia, los Gobiernos prefieren destinar fondos a construir caminos y puentes y desarrollar proyectos de energía antes que invertir en salud, o solo financian proyectos sanitarios si reciben ayuda de donantes”.Por tanto, Kim asegura que “si realmente queremos lograr la cobertura sanitaria universal para 2030 (una meta clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible), tenemos que convencer a los jefes de Estado y a los ministros de Finanzas de que invertir en salud no solo es lo correcto, sino que además probablemente sea la medida más inteligente que se puede adoptar”.
La inversión más valiosaSegún expertos del BM y la OMS, la cobertura sanitaria universal constituye una “inversión muy valiosa” porque permite enfrentar la pobreza de forma directa, protegiendo a las personas de los brotes de enfermedades en gran escala y de los gastos catastróficos en salud –aquellos gastos que hacen caer en la pobreza extrema.Según la Comisión Lancet sobre Inversión en Salud (una institución casi bicentenaria sobre información en salud a nivel mundial), la cobertura sanitaria universal acelera el crecimiento inclusivo. Sus estimaciones muestran que “los beneficios en términos de supervivencia que se derivan de la cobertura universal representan un tercio del crecimiento económico registrado entre los años 2000 y 2011 y equivalen a un rendimiento de la inversión mayor que 1 a 1”. Además, la cobertura universal estimula al sector de la salud y genera empleo. “En África, durante la última década este sector creció cerca de un 6% al año, mientras que las economías del continente en su conjunto crecieron un 5%”, agrega por su parte Kim.El ejecutivo del BM afirma también que “la cobertura universal ayuda a generar capital humano, esto es, el cúmulo de conocimientos, capacidades y saberes prácticos de cada país. Nuestras investigaciones indican que el capital humano es uno de los motores más potentes para el crecimiento sostenible e inclusivo del mundo actual”.
¿Cómo financiar la cobertura universal?Kim está seguro de que los gobiernos, particularmente de los países en desarrollo, pueden recaudar dinero de diversas formas, y da algunos ejemplos.Se puede “mejorar la recaudación impositiva y la gestión de las finanzas públicas”. Se debería también “poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles y fijar un precio para el carbono”, además de “eliminar las subvenciones agrícolas ineficientes”.Los gobiernos también deberían “fortalecer los programas de cobro de impuestos al tabaco”, que generarían beneficios “tanto para la salud pública como para la recaudación de ingresos internos”.Y se puede también “sacar provecho de la creatividad del sector privado (por ejemplo, las billeteras de salud para los trabajadores informales) manteniendo a la vez nuestro firme compromiso de dar prioridad a los más desfavorecidos”.Pero la cuestión es que “si seguimos como hasta ahora, no lograremos la cobertura sanitaria universal. Debemos abocarnos a la innovación en todas las esferas y a una escala que permita transformar los sistemas de salud, ya sea a través de la innovación financiera, la profesionalización de los trabajadores sanitarios de las comunidades o el uso de tecnologías innovadoras para descongestionar las cadenas de suministro y supervisar los resultados”.
Incentivos desde el BancoEl Grupo Banco Mundial está preparando el nuevo Proyecto de Capital Humano, mediante el cual se crearán “incentivos para que los países inviertan en las áreas que generan capital humano: mejores resultados en salud, nutrición y educación”.La idea es cuantificar el acervo de capital humano de los países y evaluar la calidad y cantidad de sus inversiones en esa área, mediante una clasificación por puntajes, “que sin dudas generará controversias”, pero que, según Kim, responde a la “obligación moral de mostrar a los jefes de Estado y a los ministros de Finanzas las nefastas consecuencias de no invertir en su gente”.