Frank: “Aprender economía te vuelve más egoísta”
El economista de la Universidad de Cornell (Ithaka, Nueva York), Robert Frank, cree que su profesión está destruyendo la generosidad y la cooperación entre personas, y fomentando actitudes egoístas, y da evidencia para probarlo.



Y es que, desde que en 1776 Adam Smith escribió su famosa cita “No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero que recibimos nuestra cena, sino de la búsqueda de su propio interés”, las carreras de economía han estado pregonando el egoísmo como el comportamiento humano racional.En una investigación junto con sus colegas Thomas Gilovich y Dennis Regan, Frank muestra que en EEUU, los profesores de economía dan menos dinero a la caridad que los profesores de las demás disciplinas, incluyendo historia, filosofía, psicología, sociología, antropología, literatura, física, química y biología. El número de profesores de economía que dieron cero dólares a la caridad fue el doble que el de los profesores de las otras disciplinas. Por su parte, los investigadores Long Wang, Deepak Malhotra y Keith Murnighan, también demostraron que los estudiantes de economía (junto con los estudiantes que tomaron al menos 3 materias de economía) tenían más probabilidad de calificar a la codicia como “generalmente buena”, “correcta” y “moral”, que los demás estudiantes.En otro estudio, John Carter y Michael Irons observan que los economistas están menos preocupados por la justicia. En su experimento, dieron 10 dólares a los estudiantes para que hagan una propuesta de cómo dividir el dinero con otro estudiante. Si el compañero aceptaba, tenían que negociar cuánto para cada quien, pero si lo rechazaba, ninguno se quedaba con el dinero. En promedio, los estudiantes de economía propusieron quedarse con 13% más dinero que los estudiantes de otras carreras. Otro experimento, realizado por Gerald Marwell y Ruth Ames, los estudiantes recibieron dinero y podían decidir quedárselo o donarlo a un fondo común, donde sería multiplicado y dividido equitativamente entre todos los participantes. En promedio, los estudiantes contribuyeron el 49% de su dinero al fondo común. Pero los estudiantes de economía sólo contribuyeron el 20%.Cuando se les pregunto cuánto dinero consideran que es una contribución “justa”, los no economistas fueron claros: el 100% de ellos dijo “la mitad o más” (25% de ellos dijo que “todo”). Los economistas tuvieron problemas en responder esta pregunta. Más de un tercio de ellos se rehusó a responderla o dio respuestas ininteligibles. Los investigadores escribieron que “el significado de ‘justicia’ era algo ajeno para este grupo”.
¿Corazones oscuros?Adam Grant, profesor de Administración del Wharton School de la Universidad de Pennsylvania, que “quizá estudiar economía no cambia a la gente. Podría ser la auto-selección: estudiantes que ya creen en el egoísmo son atraídos a la economía”.Grant recuerda una investigación (de Bruno Frey y Stephan Meier, del año 2003) que abarcó a 28 mil estudiantes en Suiza, donde el 62% de los estudiantes de economía dio dinero al menos una vez para ayudar a estudiantes necesitados, comparado con el 69% de los de otras carreras. “Estas diferencias estaban presentes antes de que los estudiantes tomen siquiera una materia de economía: los estudiantes con menos tasas de donación fueron atraídos a economía”. Pero esto no excluye el hecho de que estudiar economía empuja aún más a la gente hacia los extremos egoístas. “Además de aprender sobre el egoísmo en las clases, y porque las personas egoístas son atraídas por la carrera de economía, los estudiantes se encuentran rodeados de personas que creen y actúan guiados por el principio del egoísmo”, afirma Grant.Un estudio más antiguo pero más extensivo, de Daniel Isenberg, muestra que cuando la gente se reúne en grupos, desarrollan creencias aún más extremas que cuando comenzaron. Los psicólogos sociales le llaman a este fenómeno “polarización de grupo”: al pasar más tiempo con personas de la misma opinión, los estudiantes de economía pueden convencerse de que el egoísmo es generalizado y racional.
Cambiar la educación en economíaPara intentar reducir las probabilidades de que estudiar economía termine corrompiendo a los estudiantes, Grant propone 3 acciones. Primero, exigir que los estudiantes de economía tomen materias de conducta económica, que toma en cuenta el rol de las preferencias sociales, como justicia, altruismo, cooperación e incluso el altruismo racional. Segundo, poner como requisito que los estudiantes de economía tomen clases generales de ciencias sociales, como antropología biológica, sociología y psicología, las cuales ponen bastante énfasis en cómo las personas se preocupan por otras y no sólo por sí mismas.Tercero, que en las materias de economía, se haga un mejor trabajo definiendo el principio del egoísmo útil, que involucra cualquier cosa que una persona valore, incluyendo ayudar a otros. Por ejemplo, mostrar la evidencia que existe de que la selección natural puede favorecer comportamientos no egoístas, y de que el egoísmo puro es menos común que el comportamiento pro-grupo.“Si esto no ocurre, y hasta que lo haga, podríamos estar condenando a los estudiantes y a la sociedad a un destino oscuro presagiado por el Premio Nobel de Economía, Amartya Sen. Al llamar a los economistas ‘tontos racionales’, Sen observó que ‘el hombre puramente económico está ciertamente cerca de ser un imbécil social’”.