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2ª EPÍSTOLA A LOS TESALONICENSES



Autor: Pablo
Fecha: 52 d.C.
Tema: Vivir con esperanza
Lugar: Corinto
Pablo escribió esta carta cuando estaba en Corinto porque le llegaron noticias que los de Tesalónica habían entendido mal sus enseñanzas, y estaban esperando la segunda venida de Cristo, de modo que algunos dejaron de trabajar y se sentaron a esperar que esto ocurriera. Otros consideraban que la persecución que sufrían era una señal del “día del Señor”.
En el Capítulo 1. Pablo escribe a los tesalonicenses y comienza con su saludo que lo caracteriza (1:2). En el versículo 3, Pablo agradece a Dios por la fe y el amor que tienen a los demás. También los consuela del sufrimiento y la persecución, y les dice que cuando Cristo regrese, recompensará a los fieles y castigará a los malvados. “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan” (1:6).
Capítulo 2. En este capítulo Pablo les pide que no se alarmen por falsas profecías con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2:3).
Pablo aquí está hablando del anticristo, que se pone en el lugar de Cristo y está en contra de Él, y que la segunda venida no ocurrirá hasta que se manifieste plenamente este poder.
En el versículo 8 dice que Jesús derrocará al anticristo por muy poderoso que sea el malvado, pero los que no crean y rechacen la verdad de Dios, serán condenados (2:11-12).
En el versículo 13 hay un llamado por parte del apóstol: “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” (2:13).
Esto es para los que Dios los llamó, y ellos creyeron, y caminan firmes en el camino de la Verdad y compartir la gloria de Jesús y el reino por la eternidad.
En el Capítulo 3, Pablo les pide oración para que el evangelio se extienda rápidamente, y para que Dios los guarde del mal. El apóstol termina la carta exhortando que no dejen de trabajar por esperar la segunda venida de Cristo, que el creyente cumpla con sus responsabilidades: “A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan” (3:12).