ELPICAFLOR ENAMORADO
Pasaba el tenaz y rudo invierno, cuando en una mañana de septiembre, todo parecía cambiar, las flores con sus mil colores, presagiaban un bello amanecer. OH ¡qué lindo despertar, pensaba un pequeño picaflor que entonaba su canción. ¡Qué terso y radiante plumaje!, era feliz de poder...



Pasaba el tenaz y rudo invierno, cuando en una mañana de septiembre, todo parecía cambiar, las flores con sus mil colores, presagiaban un bello amanecer.
OH ¡qué lindo despertar, pensaba un pequeño picaflor que entonaba su canción. ¡Qué terso y radiante plumaje!, era feliz de poder competir con la flor más juvenil.
Pero nadie sabía de su eterno amor, porque mañana tras mañana el volar le permitía visitar lo que más quería de las flores si, las lores ellas eran su eterno amor, porque sin pedir nada a cambio su néctar ofrecían; la dicha y el placer sonreían al picaflor.
Que más podía pedir, la sabia naturaleza un hermoso pico le doto y con él al corazón de toda bella flor podía llegar; las flores sabían de su infatigable y cotidiana labor y con ansias esperaban abriendo sus pétalos de amor.
Transcurrian los días y no siempre las mismas flores podía encontrar, pues unas moría y otras nacían, pero a todas había que enamorar, comentaba el risueño picaflor, él sabía que la madre tierra, corto tiempo le daba y no había que derrochar.
Picaflor que a una velocidad y agilidad increíble, su amor repartía, nadie más que él podía llegar, con un beso a toda flor.
Su espléndido plumaje y su elegante volar, con las más lindas se confundía, rival no podía tener porque a todas, sin menospreciar su amor ofrecía.
La vida enseña que mientras más des, más recibirás, pensaba y volaba el picaflor enamorado, que solo al tiempo pedía, más vida para amar.