Tarija: Molestia en las familias porque Bs 100 “no valen nada”
Algunos productos básicos para las familias siguen subiendo de precio en los mercados de la capital chapaca, y no hay miras de mejora, pues los comerciantes advierten que la suba de costos seguirá



Tarija vive una escalada sostenida en los precios de productos de la canasta familiar, lo que genera una creciente preocupación entre las familias. “Antes con 100 bolivianos compraba dos bolsones de verduras, ahora no me alcanza ni para la mitad”, lamentó doña Luisa Díaz de Soruco, una vecina del barrio Avaroa que llegó hasta la plaza Luis de Fuentes para protestar por la situación actual.
Doña Luisa asegura que hoy en día 100 boliviano “no valen nada”, y cuestiona la falta de soluciones frente a una crisis que golpea principalmente a las personas de bajos recursos.
“El aceite está a 120 los cinco litros, la carne subió, la papa también. ¿Con qué carne vamos a comer si no alcanza? Hay gente que ni casa tiene, y encima hay que pagar alquiler. Así no se puede”, expresó con indignación.
Durante un recorrido realizado por El País en los mercados Campesino y Bolívar, se constató que el kilo de carne de res filet y blanda se vende en Bs 70, la carne molida en Bs 48 y el puchero en Bs 25, cuando hace un tiempo costaba apenas Bs 12.
El kilo de pollo se encuentra entre Bs 21 y 22, mientras que el de cerdo entre Bs 33 y 35. El precio del arroz varía entre Bs 12 y 15, dependiendo la marca, siendo uno de los productos con mayor incremento en los últimos meses. Al igual que el aceite; que de costar Bs 40 hace un año ahora está entre 110 y 120 los cinco litros.
Otra compradora, Rosa Mendoza, contó que solía llevar verduras, arroz, carne y pan para tres días con Bs 100. “Hoy con eso apenas compro algunas cosas. Antes me alcanzaba para todo, hasta me sobraba para una fruta. Ahora tengo que dejar cosas, y no siempre alcanzo a llevar carne”. Hay productos que se volvieron incluso un lujo, como el café, que la bolsita subió de Bs 12 a 25, y el Nescafé de 200 gramos pasó de Bs 26 a Bs 68.
Julia Torrez, comerciante y madre de tres hijos, compartió su preocupación desde el Mercado Bolívar. “Yo también soy compradora. Antes salía con dos bolsas llenas de verduras, fruta y carne por Bs 100. Hoy salgo con una si me va bien. El papel higiénico está a Bs 54, el azúcar subió, la leche grande está Bs 170 y la Nido está hasta en Bs 115 cuando antes costaba a 30. ¿Así cómo se vive?”, preguntó.
Entre los productos más afectados están también los vegetales, el cajón de tomate está en Bs 150, la cebolla a Bs 230 el quintal, la papa grande a Bs 160 y 180 la bolsa y Bs 320 la carga y el ajo hasta en Bs 60 el kilo. Incluso los insumos básicos como el pan molido han subido de Bs 10 el kilo, ahora cuesta entre Bs 16 y 20.
Las comerciantes entrevistadas reconocen que hay momentos en que los precios bajan por algunos días, pero aseguran que en general el alza es constante. “Cada semana hay una sorpresa. Lo que sube ya no baja más. Y así es difícil para todos, también para nosotras que vendemos”, explicó una vendedora entrevistada por El País.
Frente a este panorama, la población siente que la crisis económica se agudiza y que las autoridades no responden con medidas efectivas. “Los diputados y senadores dicen que todo está bien porque ellos ganan mucho”, protestó con resignación Doña Luisa.
El aumento de precios no solo encarece la vida cotidiana, sino que también limita el acceso a una alimentación adecuada para miles de familias tarijeñas y bolivianas. La incertidumbre sigue creciendo, mientras los mercados reflejan en sus precios una economía que no da respiro.
Inflación alcanza niveles históricos
Bolivia cerró marzo de 2025 con una inflación del 1,71%, la más alta en ese mes en 40 años. El acumulado trimestral llega al 5%, el mayor desde 1993, y ya representa el 67% de la meta anual del Gobierno. La inflación interanual alcanzó el 14,63%. Los alimentos subieron un 25,28% en un año y 2,99% solo en marzo. Según el economista Luis Fernando Romero, las causas son la escasez de dólares, la falta de carburantes, el contrabando y la incertidumbre económica.