Crónica política de la jornada
Secretos, silencios y medias verdades sobre el fiasco/éxito del 21F
En el MAS siguen sin depurarse las responsabilidades políticas de aquel suicidio, pero nadie hace sangre porque se vienen nuevas batallas; en la oposición todos tratan de sacar su parte de una victoria que fue simple



El séptimo aniversario del 21 de febrero vino estratégicamente camuflado en el martes de ch’alla, pero ni eso impidió que los opositores y activistas anti-MAS se movilizaran para recordar el hecho, pues no en vano supone el mayor éxito político-electoral del bloque en las últimas dos décadas.
En privado, en el Movimiento Al Socialismo (MAS) nadie niega que aquel fue el peor error político de toda su historia, en público, ni siquiera hoy con el partido muy dividido, nadie asume la culpa ni se han manejado responsabilidades políticas. Apenas un par de excusas, algún amago de petición de perdón y algún reconocimiento de que no fue lo correcto el forzar la postulación posterior, eso sí, echándole la culpa “al pueblo que lo pidió”.
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El expresidente Evo Morales guardó silencio sepulcral por motivos evidentes y su sucesor, Luis Arce, dedicó la jornada a saumerear la Casa Grande del Pueblo sin muchas dobles intenciones. El único que podría reclamar credenciales, en todo caso, sería el vicepresidente David Choquehuanca, que en su momento instó a respetar el resultado del referéndum y buscar relevo para Morales en las elecciones de 2019, hecho por el que fue liquidado de su cargo en enero de 2017 y remitido a la secretaría General de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), es decir, a ningún lugar.
Referéndum El resultado del referéndum fue muy ajustado: el 51% votó por el No a la reelección y el 49% sí lo autorizó
En todo este tiempo, Morales ha verbalizado alguna suerte de reconocimiento de error sobre la candidatura posterior, pero nunca sobre las formas del referéndum, sobre por qué tuvo que ser sólo él y su vice y no todas las autoridades, algo que con seguridad le hubiera dado la victoria a poco que Luis Revilla, alcalde de La Paz ya en su última gestión, o Rubén Costas, gobernador de Santa Cruz, hubiera dado instrucciones a los suyos para votar a favor. Sus simpatizantes en privado hablan de las presiones del entorno que convencieron al líder, entorno que es, a su vez, el mismo que hoy lo secunda en su pulseada kamikaze con Arce, que también fue “entorno” en algún momento.
Arce no ha querido golpes bajos ni descosidas a estas alturas sobre aquel hecho de hace siete años. La semana pasada se cerró precipitadamente por la emergencia carnavalera, pero las cotas de agresividad han alcanzado máximos con la incorporación oficial de la corrupción de los hijos como arma arrojadiza. Aún así, se espera una nueva escalada a cuenta del escenario internacional.
El presidente chileno Gabriel Boric tiene decidido romper con los regímenes izquierdistas menos democráticos de la región, es decir, Venezuela y Nicaragua fundamentalmente y su última arremetida contra el presidente Daniel Ortega por la revocación de nacionalidades de singulares personalidades nicaragüenses han dado pie a escenificar aquello, más con el respaldo de Gustavo Petro, sustancial presidente de Colombia. El momento es clave porque la hegemonía de la izquierda en el subcontinente es prácticamente total – aunque puede ser efímera – y supone una buena oportunidad para rayar la cancha aunque después no llegue la sangre al río. Si Morales fuera el presidente no hay duda dónde se colocaría, pero la presencia de Arce, que quiere ser un socialista moderno de progresismo ilustrado, parece cuadrar más en el eje Santiago – Bogotá.
¿Habrá conflicto interno también por esto? Sin lugar a dudas dicen algunos internacionalistas consultados del entorno de la Cancillería.
Oposición reclama medallas
Si en el MAS reinó el silencio, en la oposición todo lo contrario. quien más quien menos reclamó el protagonismo de aquellas jornadas que, como se sabe, estuvieron marcadas por la telenovela de Gabriela Zapata y el hijo secreto que existió y luego no existió pero que se sobreestimó en su influencia sobre el resultado.
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Jeanine Áñez recuperó imágenes de la época con la campaña por el NO y otros como Carlos Mesa colocaron imágenes de las protestas de 2019 junto a mensajes mucho más contundentes de los que se verbalizaron entonces, pues la campaña de 2016 fue por demás pesada: Morales venía de ganar con contundencia en 2014, de colocar la demanda marítima en La Haya como asunto multilateral y con una economía en expansión pese al frenazo de los hidrocarburos que ya se sentía en Tarija. Algunos cuadros, como el propio Mesa, trabajaban codo con codo con el gobierno en la demanda marítima y los cuadros municipales y departamentales, en una gestión que recién empezaba, estaban por demás presionados: en Tarija Adrián Oliva no se pronunció contra la reelección hasta la última semana y el entonces alcalde Rodrigo Paz llegó a apoyarla en un acto de partido que se difundió en video.
La del 21 de febrero de 2016 fue la principal batalla ganada por la oposición en este siglo básicamente porque no se trataba de proponer nada, sino de aferrarse a la Constitución. Desde entonces no se ha construido nada más.
Calvo, al banquillo por agravio a la wiphala
El juicio oral contra el presidente del Comité Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, por el supuesto ultraje y agravio a la wiphala iniciará este miércoles. El proceso se dará inicio en el Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
En diciembre del 2021, Calvo fue acusado de agraviar la wiphala durante los actos protocolares del aniversario de Santa Cruz. Tras esto fue denunciado por los presuntos delitos de racismo, discriminación y ultraje de símbolos patrios.
El juicio iniciará este 22 de febrero a las 09:00 y la audiencia será efectuada en el Juzgado 15 de Sentencia, titulada por el juez Alberto Moreira, según reporte de la estatal ABI. Calvo acumula al menos 35 procesos penales y fue denunciado por diferencias supuestos delitos en los que incurrió.