Crónica política de la semana
De Mesa y su Quiborax y la elección cívica al audio de Evo
Aunque la oposición no se hace cargo de los acuerdos del cabildo, el MAS ha pasado de enfrentarlos a ignorarlos y, finalmente, ha retornado a sus propias batallas internas



A estas alturas nadie quiere hacerse cargo de los resultados del cabildo nacional del 25 de enero. Unos porque no creen en la viabilidad de las medidas propuestas, otros porque creen que la mejor manera de acabar con el Movimiento Al Socialismo (MAS) es esperar a su implosión, otros porque andan concentrados en sus cosas. Todos pueden tener razón.
Comunidad Ciudadana hace días que está presa de su propio pánico. Carlos Mesa es con toda probabilidad el siguiente en la lista a ser aprehendido por los hechos del 2019 en los que él mismo quedó atrapado con su frase: “O voy a la presidencia, o voy preso”. Nadie le brinda protección, ni en el entorno sudamericano, ni Biden, interesado ahora en retornar a los negocios en Venezuela, ni apenas la Unión Europea, tan lejana y dispersa. En las dos semanas políticamente claves, el partido ciudadano se ha enrocado en el asunto Quiborax, un asunto técnico de responsabilidades viejas donde el nacionalizador resulta ser el “vendepatrias” y viceversa según la versión de cada cual, que no cala entre los ciudadanos.
En Creemos se ha puesto el modo carnavalero mientras se define la presidencia del Comité pro Santa Cruz, alma fundacional del partido y ariete de proa del proyecto secesionista/federalista. Se lo disputan, aparentemente, Fernando Larach, el “elegido” y perfilado como moderado después de toda una carrera en el aparato representativo cruceño y el radical vicerrector de la René Moreno, Reineiro Vargas. El MAS presiona desde donde puede, pero la cuestión es qué le conviene a Santa Cruz en este momento. La resolución será pronta, de ahí se empezará a hablar de los dos temas que más o menos han pervivido del cabildo. El primero, si apoyan la reforma de la Justicia impulsada desde la aristocracia paceña y dos, si impulsan el revocatorio a Luis Arce. Efectivamente, todo puede quedar como ideas de Rómulo Calvo que no tuvieron su tiempo.
El MAS, enésimo último pulso
En el MAS la batalla ya es en abierto y con pocos eufemismos. Atrás ha quedado la mismísima Susana Rivero recordando que abrirle un juicio por la vía ordinaria a Jeanine Áñez por muy golpista que sea – hasta García Mesa tuvo juicio de responsabilidades – pues sienta un precedente para el futuro. Atrás ha quedado también el vocero oficial del evismo en la Asamblea, Héctor Arce, levantando condones usados de un departamento “franco” de la ABC, supuestamente utilizado para jolgorios de los altos funcionarios, para basurear la gestión del intercultural (arcista) Henry Nina. Atrás ha quedado el ministro de Gobierno Eduardo del Castillo inaugurando la campaña de erradicación de cocales del brazo de Arce en el mismísimo Chapare, como en los viejos tiempos.
Sobre la mesa está, de momento, el recurso abstracto de inconstitucionalidad sobre el Estatuto del MAS y el audio en el que Evo Morales parece llamar a revocar a Luis Arce – no ha mostrado la versión completa para asegurar que es manipulado -.
El recurso, más allá de todo, pretende poner sobre la mesa una declaración del Tribunal Constitucional en el que diga que el MAS debe elegir presidente de forma democrática entre sus inscritos como manda la ley. Supone saltarse varios pasos e impugnaciones en tribunales menores yendo directamente arriba, pero también ha enojado mucho al evismo, que ve la enésima traición en el procedimiento.
Por otro lado, el audio es nítido – Evo dice que donde va le preguntan que cuándo van a sacar a Arce y plantea revocatorio - y Morales solo ha hecho referencia a una manipulación, sin mostrar la versión extendida.
Para el evismo, un revocatorio, que de iniciar el proceso en mayo de este 2023 pondría las ánforas en los colegios en marzo de 2024, es una buena manera de ganar tiempo y sumar inestabilidad, pues el objetivo sigue siendo que Arce no se consolide como opción viable de gobierno. Sin embargo, hasta ese entonces el MAS deberá tomar alguna determinación sobre su congreso ordinario, por demás postergado.
A saber, solo Cochabamba guarda lealtad absoluta a Evo Morales, pues casi todas las departamentales están divididas entre el viejo líder histórico y la puerta al Estado que representa Arce, que sí cuenta con el apoyo incondicional de la Central Obrera y las matrices del Pacto de Unidad. Un congreso definiría de una vez la correlación de fuerzas, pero al parecer, sigue sin interesar demasiado.
Plazos
Si los mecanismos del revocatorio se activan en mayo de este 2023 las ánforas podrían habilitarse en los colegios en marzo de 2024
Tarija, nuevo pulso en la Asamblea
Los resortes del poder, a veces, son inescrutables. Otras veces no tanto. El Tribunal Constitucional Plurinacional decidió dar la razón al MAS y exigir una nueva elección del presidente del ente legislativo después de que en 2022 la Asamblea dedicara casi tres meses exclusivamente a eso.
El MAS sabe que el control de la Asamblea es el único modo de recomponer una oposición al gobernador que se ha diluido por completo entre la debilidad en el hemiciclo y la pelea que ya divide al MAS en todo el país. En esas, campesinos y gremiales han decidido buscar sus soluciones sin esperar a nadie mientras no se resuelve quién va a mandar en el MAS tampoco en Tarija. Por ello es que, aunque parecía imposible, la nueva elección está en la agenda.