Amado Cadena Ramos fabricó una decena de órganos utilizando la técnica tradicional
El único luthier de órganos de Bolivia vende a su predilecto
El órgano que pone a la venta Amado Cadena está valorado en 80 mil dólares. Solo en materiales requiere una inversión de 20 mil y su construcción se hizo en cinco años
Amado Cadena es reconocido a nivel nacional e internacional como el único luthier de órganos de Bolivia y uno de los pocos que hay en Sudamérica. Ha construido a lo largo de sus más de 20 años de experiencia un total de 15 instrumentos de este tipo, de los cuales 10 están fuera de Tarija y hoy, que él toca las puertas de la tercera edad decidió poner a la venta a su predilecto, el primer órgano que construyó.
“De aquí a unos 10 años o más, ahora tengo 54 años, estaré en otra etapa de mi vida, entonces si este instrumento se queda en mi casa, no va a ser más que un objeto que mi familia lo va a cuidar como algo muy delicado, único, pero ¿quién lo va a tocar? ¿quién lo va a mantener?. De nada sirve tener una joya de instrumento, una joya que suena, que da vida, tenerlo mudo en casa para solo admirarlo”, dice al momento de explicar y justificar su decisión.
Se trata del primer órgano artesanal que Amado fabricó, comenzando allá por el año 1997. Le tomó 5 años concluirlo pues lo terminó en el año 2003, inaugurándolo con un gran concierto brindado en la Catedral de Tarija por un organista francés.
Desde ese entonces, el predilecto de Amado estuvo durante 3 años prestado en aquella iglesia hasta que en 2006 retornó al domicilio de su dueño y desde entonces ocupó un sitial especial en su hogar, donde continuamente es tocado por el músico y luthier, para mantenerse en forma y exhibir sus bondades a sus clientes.
El instrumento tiene 650 tubos y miles de partes, Amado no puede precisar cuántas, pero asegura que si dice 10 mil partes, se queda corto. El órgano fue construido en tres etapas a lo largo de 5 años, en la primera etapa concluyó el instrumento con un solo teclado y los tubos que se encuentran a los costados.
En la segunda etapa aumentó el segundo teclado, el más pequeño y que se encuentra en la parte superior, además de todos los tubos que están arriba. Y en la tercera etapa aumentó los tubos para tocar con los pies, denominados tubos de pedal que están detrás del instrumento y que son los más grandes, llegando a medir el más largo casi 3 metros de alto.
Amado explica que para lograr el conocimiento necesario para construir este órgano, él participó de tres restauraciones de órganos similares en las que participaron maestros internacionales para restaurar el órgano del museo de Santa Clara en Sucre, luego el órgano de la iglesia San Francisco en Tarija y finalmente el órgano de las Misiones de Chiquitos.
“Esas tres restauraciones aportaron mucho a mis conocimientos, ampliaron mis conocimientos para que yo mientras avanzaba fuera alimentando todo lo que me hacía falta saber aparte de lo que es la música, carpintería, el sistema matemático para calcular la medida de los tubos y todo lo que conlleva la construcción del órgano”, precisó.
Consultado sobre el precio de este órgano, Amado dice antes que solo en materiales se requiere de una inversión de al menos 20 mil dólares, y recuerda que no hay otra persona especializada y capaz de hacer algo similar en todo el país. Dice que lo que le tomó hacer esto durante cinco años, hoy por hoy si lo hiciera ininterrumpidamente, le tomaría poco más de dos años hacerlo y con todo, explica que el instrumento está avaluado en los 80 mil dólares.
“El día que muera, que me vaya, el instrumento va a morir poco a poco conmigo y será inútil. De ahí que tomo la decisión de ponerlo a disposición de Tarija, dando preferencia que ojalá autoridades de la Alcaldía, Gobernación o instituciones de cultura, pudiesen comprarlo en Tarija, para mí sería una gran satisfacción porque yo podré estar cerca del instrumento, hacer mantenimiento de por vida, y enseñar a alguien para que le haga mantenimiento o toque el instrumento”, finalizó.
La pasión por la música y el órgano artesanal
Amado Cadena, antes de ser luthier, fue organista de la catedral desde el año 1982 hasta el año 2006 de forma ininterrumpida por casi 25 años. A la vez estudió piano en la Escuela Nacional de Música Mario Estensoro durante 7 años y fue profesor de piano en aquella escuela durante 6 años. Además de esto, Amado es carpintero de toda la vida, habiéndose iniciado en la Industrial del colegio Nacional San Luis.