Turismo ecológico y étnico, la apuesta de Villa Montes
Villa Montes es una ciudad que amplía sus ofertas turísticas hacia el Gran Chaco Americano, fuera de los paquetes emblemáticos que ya están establecidos y que forman parte de su identidad, como la ruta histórica de la guerra contra el Paraguay por el Ibibobo, el sector privado está postando...



Villa Montes es una ciudad que amplía sus ofertas turísticas hacia el Gran Chaco Americano, fuera de los paquetes emblemáticos que ya están establecidos y que forman parte de su identidad, como la ruta histórica de la guerra contra el Paraguay por el Ibibobo, el sector privado está postando por el ecoturismo en torno al río Pilcomayo, la ecoétnica que permite convivir con indígenas weenhayek y la criolla que brinda una experiencia ganadera.
Los paseos
El coordinador de la Plataforma de Turismo de Villa Montes, Pietro Bellot Irusta, apuntó que al momento la que tiene mayor acogida es la ruta a la cueva del Surubí –manejado por Tomás Rivera- que supone un paseo en chalana manual durante un kilómetro por el río Pilcomayo, con la opción de cruzarlo en roldana.
Luego de una mateada en una quebrada del lugar, Rivera brinda una explicación sobre la región, después lleva a los visitantes a una zona protegida donde es posible pescar surubí o dorado, se evalúa si el pez tiene el suficiente tamaño para cocinarlo o, si es pequeño, devolverlo al río. También se prepara el pescado a la mordaza, que es una técnica antigua de preparar ese alimento.
El otro paquete es la ruta histórica que está articulada con la religiosa de los franciscanos, está coordinada con los militares, ya que se visitan los lugares donde se llevó a cabo la Guerra del Chaco. En Ibibobo, lugar donde se libró una de las batallas más representativas, se lleva a cabo una representación teatral, también se visitan las trincheras que aún subsisten y se encuentran de pie.
También se puede optar por el paseo ecoétnico, que supone visitar una comunidad weenhayek, compartir con ellos sus costumbres, involucra conocer sus trabajos, cómo elaboran sus artesanías, qué y cómo preparan sus alimentos y escuchar sus tradiciones y leyendas.
En cuanto al “día criollo”, tiene que ver con las vivencias chaqueñas, se va a un puesto ganadero y, dependiendo del formato del paquete, se cocina una huatiada de cabeza o un chivo a la cruz, también una mateada con un locro de gallina, comidas tradicionales del Chaco. Se lleva a cabo un paseo a caballo, para luego disfrutar de una piscina en los puestos que los sitios que lo tienen. También se hacen demostraciones de baile.
Bellot explicó que la metodología de trabajo es simbiótica, no existen operadoras turísticas propiamente dichas, por lo que las representaciones las asumen los hoteles y restaurantes. Cuando el turista llega a cualquiera de estos sitios, ellos ya conocen las actividades turísticas y se encargan de conectarlos con los guías locales, quienes elaboran el paquete al gusto del cliente.
En la misma ciudad existe el circuito que comprende la visita al Museo Histórico Militar “Héroes del Chaco”, el monumento al Soldado Desconocido, el Corralito de Villa Montes, el Museo Histórico Regional, la Misión San Francisco Lozano y el templo de similar nombre y otras opciones cercanas a lugares que no se encuentran a más de 15 minutos de la urbe.
Estos emprendimientos nacen de la iniciativa privada, ya que no se ha tenido el apoyo esperado de las autoridades de Villa Montes. “Ellos siguen pensando en las regalías del gas, nosotros tenemos que mirar más allá, porque esos recursos se están acabando y cuando eso pase, nuestra realidad será dura”, comentó el propietario de un hotel que prefirió no ser identificado “porque después me llueven los reclamos por criticar”.
El Chaco y la Federación de Ciudades Turísticas
Villa Montes es miembro de la Federación Latinoamericana de Ciudades Turísticas y posee la representación de Bolivia porque aglutina a varios municipios como Cuevo, Chimoré, Entre Ríos, Carapari, Yacuiba y en el que Pietro Bellot funge como director de turismo a nivel latinoamericano.
Esto hizo que se articule todo lo que es el sur de Bolivia y de esta manera se tiene la Ruta del Gran Chaco Sudamericano integrado por Villa Monte de Bolivia, Tartagal y Filadelfia en Argentina junto a Mariscal Estigarribia en Paraguay.
Anunció que en noviembre se llevará a cabo el tercer encuentro de rutas del Chaco Sudamericano para establecer los circuitos trinacionales e internacionales, con lo que se busca generar espacios de confianza, “no es lo mismo ir a una ciudad y buscar conexiones por tu cuenta, en este caso se direcciona al turista de manera segura”, agregó.
Por ejemplo, se elaboró una plantilla de puntos referenciales de confianza, el visitante que llegue a Villa Montes ya tendrá información sobre dónde llegar y recorrer. “Entonces pasará a buenas manos y no estará a la deriva, esto para salvaguardar la seguridad de los turistas, que es uno de los problemas en Bolivia”.
Los paseos
El coordinador de la Plataforma de Turismo de Villa Montes, Pietro Bellot Irusta, apuntó que al momento la que tiene mayor acogida es la ruta a la cueva del Surubí –manejado por Tomás Rivera- que supone un paseo en chalana manual durante un kilómetro por el río Pilcomayo, con la opción de cruzarlo en roldana.
Luego de una mateada en una quebrada del lugar, Rivera brinda una explicación sobre la región, después lleva a los visitantes a una zona protegida donde es posible pescar surubí o dorado, se evalúa si el pez tiene el suficiente tamaño para cocinarlo o, si es pequeño, devolverlo al río. También se prepara el pescado a la mordaza, que es una técnica antigua de preparar ese alimento.
El otro paquete es la ruta histórica que está articulada con la religiosa de los franciscanos, está coordinada con los militares, ya que se visitan los lugares donde se llevó a cabo la Guerra del Chaco. En Ibibobo, lugar donde se libró una de las batallas más representativas, se lleva a cabo una representación teatral, también se visitan las trincheras que aún subsisten y se encuentran de pie.
También se puede optar por el paseo ecoétnico, que supone visitar una comunidad weenhayek, compartir con ellos sus costumbres, involucra conocer sus trabajos, cómo elaboran sus artesanías, qué y cómo preparan sus alimentos y escuchar sus tradiciones y leyendas.
En cuanto al “día criollo”, tiene que ver con las vivencias chaqueñas, se va a un puesto ganadero y, dependiendo del formato del paquete, se cocina una huatiada de cabeza o un chivo a la cruz, también una mateada con un locro de gallina, comidas tradicionales del Chaco. Se lleva a cabo un paseo a caballo, para luego disfrutar de una piscina en los puestos que los sitios que lo tienen. También se hacen demostraciones de baile.
Bellot explicó que la metodología de trabajo es simbiótica, no existen operadoras turísticas propiamente dichas, por lo que las representaciones las asumen los hoteles y restaurantes. Cuando el turista llega a cualquiera de estos sitios, ellos ya conocen las actividades turísticas y se encargan de conectarlos con los guías locales, quienes elaboran el paquete al gusto del cliente.
En la misma ciudad existe el circuito que comprende la visita al Museo Histórico Militar “Héroes del Chaco”, el monumento al Soldado Desconocido, el Corralito de Villa Montes, el Museo Histórico Regional, la Misión San Francisco Lozano y el templo de similar nombre y otras opciones cercanas a lugares que no se encuentran a más de 15 minutos de la urbe.
Estos emprendimientos nacen de la iniciativa privada, ya que no se ha tenido el apoyo esperado de las autoridades de Villa Montes. “Ellos siguen pensando en las regalías del gas, nosotros tenemos que mirar más allá, porque esos recursos se están acabando y cuando eso pase, nuestra realidad será dura”, comentó el propietario de un hotel que prefirió no ser identificado “porque después me llueven los reclamos por criticar”.
El Chaco y la Federación de Ciudades Turísticas
Villa Montes es miembro de la Federación Latinoamericana de Ciudades Turísticas y posee la representación de Bolivia porque aglutina a varios municipios como Cuevo, Chimoré, Entre Ríos, Carapari, Yacuiba y en el que Pietro Bellot funge como director de turismo a nivel latinoamericano.
Esto hizo que se articule todo lo que es el sur de Bolivia y de esta manera se tiene la Ruta del Gran Chaco Sudamericano integrado por Villa Monte de Bolivia, Tartagal y Filadelfia en Argentina junto a Mariscal Estigarribia en Paraguay.
Anunció que en noviembre se llevará a cabo el tercer encuentro de rutas del Chaco Sudamericano para establecer los circuitos trinacionales e internacionales, con lo que se busca generar espacios de confianza, “no es lo mismo ir a una ciudad y buscar conexiones por tu cuenta, en este caso se direcciona al turista de manera segura”, agregó.
Por ejemplo, se elaboró una plantilla de puntos referenciales de confianza, el visitante que llegue a Villa Montes ya tendrá información sobre dónde llegar y recorrer. “Entonces pasará a buenas manos y no estará a la deriva, esto para salvaguardar la seguridad de los turistas, que es uno de los problemas en Bolivia”.