Cielos abiertos: Bolivia y Chile unen historias, familias y futuros con nuevas rutas aéreas
Boliviana de Aviación (BoA) inauguró vuelos directos a Iquique y Santiago, marcando un hito histórico que reactiva la integración entre Bolivia y Chile, con conexiones más cortas, precios accesibles y una apuesta regional por el turismo, el comercio y la hermandad.



La espera terminó. Bolivia y Chile, dos países con una historia compartida, emociones entrelazadas y una frontera viva de más de 800 kilómetros, abren una nueva etapa en su relación con la inauguración oficial de vuelos directos operados por BoA hacia Iquique y Santiago, y se espera que Arica también sea un destino disponible en el futuro próximo. A partir del 21 de mayo, los bolivianos podrán llegar en tan sólo una hora y media a destinos donde, hasta ahora y desde Santa Cruz, solo se podía acceder tras más de 24 agotadoras horas por tierra.
Detrás de este hito hay algo más que conectividad aérea: hay un mensaje de integración real, que se expresa en la danza, en el comercio, en las familias que ahora podrán reencontrarse con más facilidad. En palabras del ministro Edgar Montaño: “Este es un nuevo paso para hacer realidad el Hub Viru Viru, que nos conecta no sólo con Sudamérica, sino con el mundo”.
Un vuelo, muchas historias
El vuelo inaugural despegó el sábado 26 de abril desde Santa Cruz con una tripulación cargada de rostros conocidos, como la cantante Daniela Tufiño y el histórico aviador Constantino Klaric, además de la presencia de autoridades y diplomáticos de alto nivel, como la ministra de Relaciones Exteriores Celinda Sosa, el ministro de Obras Públicas Edgar Montaño, la viceministra de Relaciones Exteriores de Chile Gloria de la Fuente, el embajador de Chile en Bolivia Fernando Velasco, y el gerente general de BoA Mario Borda Zambrana.
Borda resaltó la importancia de estas rutas, las primeras que inaugura en su gestión, para fortalecer el turismo, el comercio y el desarrollo económico de Bolivia. “Los nuevos destinos del pacífico acortan las distancias, integran a nuestros pueblos, y al mismo tiempo, facilitan el comercio, impulsan el turismo, y fortalecen los lazos de fraternidad entre nuestras naciones”.
En Iquique, cuyo aeropuerto superó su récord de movilización de pasajeros con más de un millón en 2023, la recepción fue tan cálida como vibrante: una elegante cueca chilena, un cachimbo tarapaqueño y hasta una morenada boliviana dieron gozo a los asistentes. A esta segunda parte de la inauguración, se unieron José Miguel Carvajal, gobernador regional de Tarapacá, Esteban Catarina Mamani, viceministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, y Verónica Pardo, subsecretaria de Turismo de Chile. Gastronomía costera de primer nivel, oferta turística, discursos sentidos y emoción en cada rincón del aeropuerto sellaron la bienvenida.
En Santiago, el evento continuó con igual entusiasmo en la moderna terminal internacional Nuevo Pudahuel, donde Nicolas Claude, gerente del aeropuerto, celebró la vuelta de una aerolínea boliviana tras casi dos décadas, mientras el Ministro de Transportes chileno, Juan Carlos Muñoz, recordó que todo esto nació de una conversación espontánea, hace apenas dos meses, sobre cómo acortar distancias entre pueblos hermanos. Hoy, esa charla se convierte en nuevos vuelos que suman a los 30 millones de pasajeros anuales que tiene Chile, tanto en viajes domésticos como internacionales.
En la tercera y última escala, también estuvieron presentes el ministro de Transportes y Telecomunicaciones de Chile, Juan Carlos Muñoz, la cónsul general de Bolivia en Chile, Claudia Zegarra, y el viceministro de Transportes de Bolivia, Enrique Ponce.
Una conexión estratégica con el Pacífico
Con precios competitivos que arrancan desde 428 dólares, BoA no sólo se posiciona como la opción más conveniente, sino como un actor clave en el proyecto de integración latinoamericana. Esta es la tercera vez que Bolivia abre rutas aéreas hacia Chile —tras las experiencias con Lloyd Aéreo Boliviano y Amaszonas—, y esta vez todo apunta a una apuesta duradera en la que Chile vuelve a ser la plataforma natural para que Bolivia se conecte con otros destinos del mundo.
“Los nuevos destinos del Pacífico”, como reza el nuevo eslogan de BoA, no son sólo puntos en el mapa, son nodos para reforzar lazos comerciales, culturales y turísticos. Más de 300 mil bolivianos residen en Chile, principalmente en el norte, y ahora cuentan con una vía directa para regresar, reencontrarse, invertir, celebrar.
La región chilena de Tarapacá, cuya economía gira en parte gracias al comercio con Bolivia, recibe este hito como un impulso para su zona franca, su puerto y su circuito turístico. “Para la empresa Zofri, Bolivia es el principal cliente en la región de Tarapacá”, recordó José Miguel Carvajal, gobernador regional. “La Chinita, la Virgen de La Tirana y el Gigante de Tarapacá los reciben con los brazos abiertos”, dijo, emocionado.
Infraestructura en tierra y aire
Este salto en conectividad aérea no viene solo. Bolivia está avanzando en dos corredores bioceánicos terrestres, uno al sur que conecta Paraguay con Villa Montes, Tarija, Potosí y llega hasta el Hito 60, frontera con Chile; y otro al norte del país, en el municipio de Guayaramerín con un puente binacional que une a Bolivia con Brasil, donde ya se han construido 570 kilómetros de carretera que conectan con Desaguadero.
Como destacó Montaño: “Hemos licitado la ruta del litio, de más de 1.200 millones de bolivianos. Las autoridades chilenas deben prever las inversiones que estamos realizando para conectar el Atlántico y el Pacífico. Tenemos obras para inaugurar y desarrollar toda Sudamérica”. Sin duda, el esfuerzo impactará en los próximos años en el movimiento económico, la influencia cultural con nuestros vecinos, y la forma de nuestro sistema de ciudades.
La inversión pública se entrelaza con las decisiones estratégicas del sector privado para dar forma a un nuevo capítulo de cooperación regional. A esto se suma la reciente suspensión de visas diplomáticas entre ambos países, lo cual fortalece aún más los lazos institucionales, y la exitosa medida de homologación de licencias de conducir para ciudadanos chilenos y bolivianos en ambos países.
Turismo, reencuentros y futuro
Chile ha recibido más de 145 mil turistas bolivianos en lo que va de 2025, y se proyecta un crecimiento continuo. “El turismo es la industria de la acogida, y esta apertura aérea nos permite compartir culturas, memorias y sueños”, expresó la subsecretaria chilena de Turismo, Verónica Pardo.
Para BoA, que en 2024 transportó 9 millones de pasajeros con un 97% de ocupación y cero incidentes de seguridad, este es un salto de confianza. El gerente general, Mario Borda, lo resumió así: “BoA es el gran valor del pueblo boliviano que hoy viene a compartirse con el pueblo chileno”.