Embajada de Suecia busca replicar obras que limpien el agua
Los municipios cochabambinos de Cliza y Tolata ya tienen en marcha plantas de tratamiento de aguas residuales que convierten las aguas domiciliarias en agua para riego forestal y de áreas verdes. El viernes 22 de marzo se realizó una visita a las plantas y además se colocó la piedra...



Los municipios cochabambinos de Cliza y Tolata ya tienen en marcha plantas de tratamiento de aguas residuales que convierten las aguas domiciliarias en agua para riego forestal y de áreas verdes. El viernes 22 de marzo se realizó una visita a las plantas y además se colocó la piedra fundamental de una Planta de Tratamiento de Lodos, en Cliza, que permitirá aprovechar los lodos fecales para elaborar fertilizante orgánico. Esas obras son financiadas por la Embajada de Suecia en Bolivia y construidas por la Fundación Aguatuya, que buscan replicar esos mismos proyectos en otros municipios del país, como Tarija.
Estas plantas pueden ser replicadas en diferentes pisos ecológicos, por tanto, en ciudades diferentes. Es por eso que en el municipio cruceño de Montero se construirá una Planta Piloto de Lodos como la de Cliza, también con apoyo de la Embajada de Suecia y Aguatuya.
Del recorrido participaron autoridades municipales, regantes y el embajador de Suecia en Bolivia, Tommy Stromberg, quien llegó al país expresamente para visitar los proyectos.
El agua tratada en la planta de Cliza contiene sales y nitrógeno, por lo que puede usarse para riego de áreas forestales y de parques urbanos. El agua no utilizada es infiltrada y, en caso de que la planta no funcione, un canal conduce el agua a la quebrada aledaña. El agua tratada contiene bacterias por lo que no debe ser utilizada para el riego de campos agrícolas ni para consumo humano.
Esta planta tiene capacidad para procesar 568 metros cúbicos diarios y está construida sobre 8.100 metros cuadrados. El costo total fue de 473.236 dólares.
En la planta de Tolata, el proceso es algo similar, aunque con procedimientos adicionales. El agua tratada también puede ser usada para riego forestal y de áreas urbanas, si se desinfecta puede ser usada para riego agrícola. El agua no utilizada, ya tratada, es conducida al río Sulti evitando su contaminación con aguas residuales.
Esta planta puede procesar 351 metros cúbicos diarios y está construida sobre 2.930 metros cuadrados. El costo total fue superior a los 1.624.000 bolivianos.
Las comunidades que antes estaban expuestas a los riesgos de las aguas crudas sin tratamiento, ahora tienen acceso a aguas tratadas aptas para reutilizar.
Planta de lodos
Sobre la Planta de Tratamiento de Lodos, técnicos de Aguatuya explicaron que una cisterna recolectará los lodos fecales que se generan en los hogares con cámaras sépticas, los trasladarán a la planta donde serán tratados y estarán aptos para usarse como fertilizante. Los lodos de cámaras sépticas que no se tratan contaminan la tierra y el agua subterránea.
La superficie cedida para la planta es de 1.025 metros cuadrados y la obra ocupará la mitad del espacio dejando la otra mitad para una ampliación. El costo es cercano a los dos millones de bolivianos y se estima concluir la planta en cinco meses.
Stromberg participó en el colocado de la piedra fundamental de la obra y expresó el interés de la Cooperación Sueca de seguir invirtiendo en plantas de tratamiento de aguas residuales en otras regiones de Bolivia.
Aguatuya es una organización boliviana que construye soluciones participativas e innovadoras que contribuyen a la gestión sostenible del ciclo urbano del agua, mejoran la calidad de vida de las personas y protegen el medioambiente.
Estas plantas pueden ser replicadas en diferentes pisos ecológicos, por tanto, en ciudades diferentes. Es por eso que en el municipio cruceño de Montero se construirá una Planta Piloto de Lodos como la de Cliza, también con apoyo de la Embajada de Suecia y Aguatuya.
Del recorrido participaron autoridades municipales, regantes y el embajador de Suecia en Bolivia, Tommy Stromberg, quien llegó al país expresamente para visitar los proyectos.
El agua tratada en la planta de Cliza contiene sales y nitrógeno, por lo que puede usarse para riego de áreas forestales y de parques urbanos. El agua no utilizada es infiltrada y, en caso de que la planta no funcione, un canal conduce el agua a la quebrada aledaña. El agua tratada contiene bacterias por lo que no debe ser utilizada para el riego de campos agrícolas ni para consumo humano.
Esta planta tiene capacidad para procesar 568 metros cúbicos diarios y está construida sobre 8.100 metros cuadrados. El costo total fue de 473.236 dólares.
En la planta de Tolata, el proceso es algo similar, aunque con procedimientos adicionales. El agua tratada también puede ser usada para riego forestal y de áreas urbanas, si se desinfecta puede ser usada para riego agrícola. El agua no utilizada, ya tratada, es conducida al río Sulti evitando su contaminación con aguas residuales.
Esta planta puede procesar 351 metros cúbicos diarios y está construida sobre 2.930 metros cuadrados. El costo total fue superior a los 1.624.000 bolivianos.
Las comunidades que antes estaban expuestas a los riesgos de las aguas crudas sin tratamiento, ahora tienen acceso a aguas tratadas aptas para reutilizar.
Planta de lodos
Sobre la Planta de Tratamiento de Lodos, técnicos de Aguatuya explicaron que una cisterna recolectará los lodos fecales que se generan en los hogares con cámaras sépticas, los trasladarán a la planta donde serán tratados y estarán aptos para usarse como fertilizante. Los lodos de cámaras sépticas que no se tratan contaminan la tierra y el agua subterránea.
La superficie cedida para la planta es de 1.025 metros cuadrados y la obra ocupará la mitad del espacio dejando la otra mitad para una ampliación. El costo es cercano a los dos millones de bolivianos y se estima concluir la planta en cinco meses.
Stromberg participó en el colocado de la piedra fundamental de la obra y expresó el interés de la Cooperación Sueca de seguir invirtiendo en plantas de tratamiento de aguas residuales en otras regiones de Bolivia.
Aguatuya es una organización boliviana que construye soluciones participativas e innovadoras que contribuyen a la gestión sostenible del ciclo urbano del agua, mejoran la calidad de vida de las personas y protegen el medioambiente.