La amenaza de lluvia no frenó la Entrada de Integración
En Tarija hay dos corsos o Entradas. El del domingo del Carnaval, con disfraces y folklore chapaco y el del sábado siguiente, con folklore nacional y del norte argentino. Al segundo le llamamos “de la Integración”. Antes se le llamaba Corso Andino; ahora nadie se molesta. Los dos rebosan de...



En Tarija hay dos corsos o Entradas. El del domingo del Carnaval, con disfraces y folklore chapaco y el del sábado siguiente, con folklore nacional y del norte argentino. Al segundo le llamamos “de la Integración”. Antes se le llamaba Corso Andino; ahora nadie se molesta. Los dos rebosan de gente, tal vez más el segundo que el primero, aunque el que acaba mandando en esa suerte es el astro sol. Hace una semana brillaba magnífico; ayer brilló por su ausencia.
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Ciertamente se vivió un día de perros, de esos húmedos y pesados que caen tan mal luego de tantos días de sol y buen tiempo. Pero nada detuvo la fiesta. Hubo incluso mojazón en cuanto asomaron algunos rayos – puro espejismo – en la Avenida Integración. Había más ganas de continuar el festejo que de agua, pero igual. Más de 30 fraternidades mostraron sus habilidades en un Corso que va ganando reputación, que atrae turistas, y que muestra buena parte de lo que es Tarija. Tal vez no todos se den cuenta, pero ellos sí: los políticos estaban ahí.
Estaba el Gobernador Adrián Oliva, estaba el alcalde Rodrigo Paz, estaba el subgobernador de Cercado Johnny Torres en su palco en el que el año pasado celebraba con su amigo el exalcalde Óscar Montes dando pábulo a todo tipo de especulaciones sobre su alianza y sus pretensiones y este año presentaba a Virginio Lema, más cercano a Montes – con quien comparte pasado mirista - que a Torres pero que se presenta con las siglas del rosado MNR. Curioso que no estaba Óscar Montes, al menos en el buen rato de cobertura. Y pocos, muy pocos cargos del MAS, al menos en la primera línea del “figureteo”.
Hubo mucho baile, mucha amenaza de lluvia, mucha diversión con Josué Acebey y Zulma Tapia en los micrófonos; también hubo quejas: el alquiler de sillas con toldo impide la vista a los transeúntes y el fantasma de la privatización aparece de nuevo. El Carnaval ya está casi terminado y el saldo sigue siendo positivo, aunque deja muchas cosas por aprender. Ojalá en 2020 se apliquen.
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Ciertamente se vivió un día de perros, de esos húmedos y pesados que caen tan mal luego de tantos días de sol y buen tiempo. Pero nada detuvo la fiesta. Hubo incluso mojazón en cuanto asomaron algunos rayos – puro espejismo – en la Avenida Integración. Había más ganas de continuar el festejo que de agua, pero igual. Más de 30 fraternidades mostraron sus habilidades en un Corso que va ganando reputación, que atrae turistas, y que muestra buena parte de lo que es Tarija. Tal vez no todos se den cuenta, pero ellos sí: los políticos estaban ahí.
Estaba el Gobernador Adrián Oliva, estaba el alcalde Rodrigo Paz, estaba el subgobernador de Cercado Johnny Torres en su palco en el que el año pasado celebraba con su amigo el exalcalde Óscar Montes dando pábulo a todo tipo de especulaciones sobre su alianza y sus pretensiones y este año presentaba a Virginio Lema, más cercano a Montes – con quien comparte pasado mirista - que a Torres pero que se presenta con las siglas del rosado MNR. Curioso que no estaba Óscar Montes, al menos en el buen rato de cobertura. Y pocos, muy pocos cargos del MAS, al menos en la primera línea del “figureteo”.
Hubo mucho baile, mucha amenaza de lluvia, mucha diversión con Josué Acebey y Zulma Tapia en los micrófonos; también hubo quejas: el alquiler de sillas con toldo impide la vista a los transeúntes y el fantasma de la privatización aparece de nuevo. El Carnaval ya está casi terminado y el saldo sigue siendo positivo, aunque deja muchas cosas por aprender. Ojalá en 2020 se apliquen.