El Chaco continuará pagando su deuda heredada por 3 años más
El Gobierno Regional del Chaco cierra el 2018 con avances en el pago de la deuda heredada de la pasada gestión que culminó su administración en el año 2015. Según las cifras, se prevé que el total de la deuda se logre pagar en tres años más. El presupuesto regional del Gran Chaco para la...



El Gobierno Regional del Chaco cierra el 2018 con avances en el pago de la deuda heredada de la pasada gestión que culminó su administración en el año 2015. Según las cifras, se prevé que el total de la deuda se logre pagar en tres años más.
El presupuesto regional del Gran Chaco para la gestión 2019 asciende a 795.275.582 bolivianos, que deberá cubrir las necesidades de las tres secciones de la región, Villa Montes, Yacuiba y Caraparí. Sin embargo, todo este año las autoridades han hecho públicas sus quejas ya que estos recursos resultan mínimos en comparación a los 300 millones de dólares que se recibían al año en la época de bonanza, cuando el precio del barril de petróleo rondaba los 100 dólares.
El secretario de Hacienda del Gobierno Regional, Ivar Cruz, manifestó que todavía quedan megaobras pendientes en pagar, y por la deuda heredada casi todos los recursos que se reciben desde que la Máxima Autoridad del Chaco, José Quecaña, asumió la riendas de la entidad, se destinan a cubrir compromisos, situación que dejó con un margen mínimo para generar nuevos proyectos por cuenta propia.
Actualmente, según detalló, se tiene que de los más de 440 millones de deuda que dejó la anterior gestión, se logró saldar una buena parte, llegando a los 145 millones de bolivianos de saldo pendiente. Aunque esto implicó reducir la inversión en sectores que constantemente demandan proyectos y programas.
“Hemos hecho ajustes dentro del presupuesto en función al flujo de caja, esos ajustes han implicado reducir por ejemplo el programa de deportes, que en la gestión de Marcial Rengifo manejaba más de nueve millones, y ahora recibe anualmente 1.5 millones de bolivianos. Así, tenemos ajustes radicales en todos los programas que habían”, explicó el funcionario.
La MAE del Chaco, José Quecaña, dio cuenta de que este panorama impulsó a buscar apoyo externo con la finalidad de continuar generando desarrollo en la región, donde persisten aún necesidades básicas, pese a todos los recursos que se tuvieron y en su momento deberían haber solucionado las principales demandas de la población.
La situación, según indicó, se generó porque no se pagó en su momento los contratos, sino se han enfocado los gastos en asuntos pasajeros, como la organización de aniversarios por doquier y obras grandes que correspondían a una realidad económica que es parte del pasado y ahora son una “mochila” que se debe cargar por unos años más.
En ese marco, indicó que el 2019 se tiene puestas las esperanzas en los créditos para los cuales se han seguido una serie de pasos, por lo que se tendrán importantes novedades, esto enmarcándose en la premisa de no tocar los recursos propios hasta lograr nuevamente una economía saludable. Esta medida ha sido socializada con el sector productivo que es el principal en el Chaco, que ha tenido que adecuarse a las posibilidades.
Para el asambleísta del Chaco, Wilman Cardozo, gran parte de la solución pasa por que la región promueva una conciliación de cuentas con el Gobierno nacional que –aseguró- debe 3.500 millones de bolivianos. Otro punto que enfatizó fue un cambio en la política que defienda los intereses de las tres secciones y priorice los recursos que aún quedan para generar una de las principales demandas de los chaqueños, las fuentes laborales.
Conciliación sobre deudas con la Gobernación
Las deudas de la Gobernación son un punto clave en la situación del Chaco, según aseguran las autoridades ejecutivas de Yacuiba, donde yace el mayor movimiento económico de la región. Recordar que hubo una conciliación entre el 2005 al 2009 y la Gobernación de Tarija adeudaba alrededor de 17.244.622 bolivianos a Yacuiba. En la conciliación del 2010 al 2015 el monto es de 30.214.000 bolivianos. En global, se habla de una deuda de 70 millones de bolivianos a toda la Región Autónoma.
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El presupuesto regional del Gran Chaco para la gestión 2019 asciende a 795.275.582 bolivianos, que deberá cubrir las necesidades de las tres secciones de la región, Villa Montes, Yacuiba y Caraparí. Sin embargo, todo este año las autoridades han hecho públicas sus quejas ya que estos recursos resultan mínimos en comparación a los 300 millones de dólares que se recibían al año en la época de bonanza, cuando el precio del barril de petróleo rondaba los 100 dólares.
El secretario de Hacienda del Gobierno Regional, Ivar Cruz, manifestó que todavía quedan megaobras pendientes en pagar, y por la deuda heredada casi todos los recursos que se reciben desde que la Máxima Autoridad del Chaco, José Quecaña, asumió la riendas de la entidad, se destinan a cubrir compromisos, situación que dejó con un margen mínimo para generar nuevos proyectos por cuenta propia.
Actualmente, según detalló, se tiene que de los más de 440 millones de deuda que dejó la anterior gestión, se logró saldar una buena parte, llegando a los 145 millones de bolivianos de saldo pendiente. Aunque esto implicó reducir la inversión en sectores que constantemente demandan proyectos y programas.
“Hemos hecho ajustes dentro del presupuesto en función al flujo de caja, esos ajustes han implicado reducir por ejemplo el programa de deportes, que en la gestión de Marcial Rengifo manejaba más de nueve millones, y ahora recibe anualmente 1.5 millones de bolivianos. Así, tenemos ajustes radicales en todos los programas que habían”, explicó el funcionario.
La MAE del Chaco, José Quecaña, dio cuenta de que este panorama impulsó a buscar apoyo externo con la finalidad de continuar generando desarrollo en la región, donde persisten aún necesidades básicas, pese a todos los recursos que se tuvieron y en su momento deberían haber solucionado las principales demandas de la población.
La situación, según indicó, se generó porque no se pagó en su momento los contratos, sino se han enfocado los gastos en asuntos pasajeros, como la organización de aniversarios por doquier y obras grandes que correspondían a una realidad económica que es parte del pasado y ahora son una “mochila” que se debe cargar por unos años más.
En ese marco, indicó que el 2019 se tiene puestas las esperanzas en los créditos para los cuales se han seguido una serie de pasos, por lo que se tendrán importantes novedades, esto enmarcándose en la premisa de no tocar los recursos propios hasta lograr nuevamente una economía saludable. Esta medida ha sido socializada con el sector productivo que es el principal en el Chaco, que ha tenido que adecuarse a las posibilidades.
Para el asambleísta del Chaco, Wilman Cardozo, gran parte de la solución pasa por que la región promueva una conciliación de cuentas con el Gobierno nacional que –aseguró- debe 3.500 millones de bolivianos. Otro punto que enfatizó fue un cambio en la política que defienda los intereses de las tres secciones y priorice los recursos que aún quedan para generar una de las principales demandas de los chaqueños, las fuentes laborales.
Conciliación sobre deudas con la Gobernación
Las deudas de la Gobernación son un punto clave en la situación del Chaco, según aseguran las autoridades ejecutivas de Yacuiba, donde yace el mayor movimiento económico de la región. Recordar que hubo una conciliación entre el 2005 al 2009 y la Gobernación de Tarija adeudaba alrededor de 17.244.622 bolivianos a Yacuiba. En la conciliación del 2010 al 2015 el monto es de 30.214.000 bolivianos. En global, se habla de una deuda de 70 millones de bolivianos a toda la Región Autónoma.
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