Colores de Tarija y del Bicentenario
Tras una década de vida, el grupo Colores de Tarija presenta una exposición con la que rinde homenaje al pago y la nación.



En las salas de la Galería de Arte de la Casa de la Cultura, el grupo Colores de Tarija participa de la conmemoración de la fecha cívica libertadora, el 15 de abril, y se suma también al festejo bicentenario.
A los artistas de larga trayectoria se unen también las nuevas generaciones: Walter López, Willy Llosa, Roger Vargas, Waldo Oropeza, Wilma Camacho, Denavio Méndez, Soraya Hoyos, Varinia Torrico, Grecia Colque, Emily Vedia, Kathy Fuentes, Margot Salinas, Lilian Carvajal, Pamela Ortega y Víctor Huarachi conforman la alineación de la muestra.
Estos 15 artistas suman obras para colmar los muros del recinto cultural, desplegando una variedad de estilos en los que predomina un registro naturalista, común denominador de todo el arte que se realiza en Tarija. Por supuesto, hay excepciones a esta tendencia, como veremos adelante.
Llama la atención el crecimiento de la participación de mujeres artistas en las exposiciones de arte. Ellas demuestran que, generación tras generación, son quienes toman en serio en oficio artístico, en cualquiera de sus disciplinas. Tan sólo en el Instituto de Formación Artística José Santos Mujica, por lo menos egresan 10 artistas al año, quienes se incorporan a los contados grupos artísticos de la ciudad para trabajar de manera colectiva e individual.

Volviendo a la muestra, en estas páginas rescatamos algunas obras destacables. En la portada de la nota luce un lienzo de Denavio Méndez, a quien le caracteriza un tratamiento pulcro del naturalismo bucólico. Luego está la maestría acuarelística de Willy Loza, y las alegorías culturales de Grecia Colque en una imagen que toma la figura femenina como centro y expresión del territorio.

Roger Vargas presenta obras dispares en estilística y temática, aunque fácilmente se reconoce en ellas un punto de vista metafísico que acerca su obra hacia la abstracción y el realismo fantástico, casi ingenuo, expresado en un género tan “inofensivo” como el bodegón. Waldo Oropeza, acuarelista y pintor, busca sus imágenes en el límite entre lo natural y lo abstracto, como lo prueba el retrato de un toro encarnado.

Por otra parte, Lilian Carvajal presenta una imagen que captura lo diáfano de un paisaje campestre. Con una fantasmagoría similar, Denavio Méndez retrata la Tarija de hoy, con puente costoso incluido y cargado de promesantes, y cierne sobre ella el manto neblinoso de la respiración de la naturaleza y, por qué no, de la creciente contaminación.

Para acabar, el homenaje de Víctor Huarachi al héroe tarijeño por excelencia: el Moto y sus montoneros, quienes cabalgan a toda velocidad pasando por la esquina de la casa del prócer en una imagen tan icónica como inquietante.

La exposición estará disponible hasta el 19 de abril en la Galería de la Casa de la Cultura de Tarija.