Salay para enamorar a Tarija
Hoy comienza la XI Entrada Folklórica Universitaria Nacional, un evento que llenará a Tarija de juventudes, danzas, y mucha fiesta.
Inspirada en el zapateo de los valles bolivianos, y en ritmos como el huayño y el salaque, la danza del salay es una de las más jóvenes de Bolivia. Marco Paredes, coordinador de la Fraternidad Salay Bolivia, filial Tarija, conversó con Pura Cepa sobre el origen de esta danza, y su influencia en el público tarijeño.
Orígenes de este enamoramiento
De acuerdo a Paredes, el 15 de mayo de 1987, un grupo de amigos de Jaihuayco, zona popular del sur de Cochabamba, creó la fraternidad artística y cultural Salay Bolivia, que haría famosa esta danza con un bloque de apenas 34 integrantes. Hoy en día, esta fraternidad cuenta con filiales dentro y fuera de Bolivia.
Esta danza boliviana tiene su origen en los ritmos de los valles de Potosí, Chuquisaca y Cochabamba, y su tema principal es el cortejo o enamoramiento. La palabra “Salay” no tiene un significado exacto en el vocabulario aymara, quechua o español, y se trata más bien de un piropo que funciona de la misma manera que las expresiones “viditay” o “cariño mío”.
A través del baile, el joven busca llamar la atención de la cholita, quien finalmente atraída y convencida por los encantos dispensados, termina en sus brazos, bailando al son de las tonadas y versos que hombres y mujeres intercalan al ritmo del charango. La pareja se viste con trajes de colores engalanados con cintas, combinando la gracia de sus movimientos y contorneos de pies con el derroche de las palmas.
Desde hace más de cuatro años y medio, la danza del Salay fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia, merced a la Ley 1282 del 28 de febrero de 2020. Esto incluye su música, coreografía y vestimenta, por constituirse en una manifestación cultural propia del pueblo boliviano.
Salay en Tarija
La Fraternidad Salay Bolivia, filial Tarija, fue creada el 23 de marzo de 2018, y sus integrantes suelen ensayar todos los sábados a las 19 horas, a un lado del escenario del Parque Temático. Desde entonces, esta fraternidad participa de la Entrada Folclórica de Integración Boiviana, la Entrada Folclórica de la Virgen del Carmen, la mencionada Entrada Universitaria, y otras actividades a nivel departamental y nacional.
El pasado 23 de octubre, la fraternidad tomó las calles del centro de la ciudad alistándose para la XI Entrada Folklórica Universitaria Nacional. En las calles, la admiración del público tarijeño era innegable, con sus dispositivos en alto haciendo videos y fotos, y muchas personas se interesaron por saber cómo aprender la danza y formar parte de la agrupación.
“Quienes quieran unirse a nosotros, estamos recibiendo nuevos integrantes, y podremos participar en la siguiente gestión de la Entrada Folklórica de Integración Boliviana”, dijo Paredes, invitando a que las personas interesadas se acerquen a los ensayos. Al momento, la filial Tarija tiene 114 integrantes, de los cuales 40 son fraternos danzantes activos.
El País compartió un par de videos en redes sociales de la intervención de la Fraternidad por las calles del centro, y de inmediato saltaron comentarios negativos. “Yo trato de ser una persona positiva”, dijo Paredes sobre el tema, “porque esta danza es alegre, y siempre hay gente que puede comentar cosas negativas, los comúnmente llamados ‘haters’”.
Para él, se trata de “falta de información”, pues la misma cultura tarijeña se construye y debe mucho a la vida del campo, cuyas tradiciones son muy andinas, tanto que los nombres de varias comunidades están en quechua, e incluso muchas de las expresiones que usamos en el habla diaria provienen de esa influencia cultural. “Hay un regionalismo arraigado en Tarija, y se respeta mucho, pero nuestro objetivo solamente es difundir y hacer conocer que también existe esta danza”.