#ElPaísQuiereSaber
¿Qué es lo que más te gusta de ser bolivian@? (CON VIDEO)
A un año del bicentenario, damos un repaso a algunas de las cosas que más nos llenan de orgullo.
Sí, seguro, no hemos ganado la Copa del Mundo, y no tenemos mar. Claro que hay pobreza y mucha desigualdad, por más avances económicos que hagamos. El limitado acceso a servicios básicos, educación y salud aún es la gran tara de una buena parte de la población, y la corrupción pareciera ser la yapa de nuestra cultura. Ni qué decir del crecimiento desordenado de nuestras ciudades, transformaciones que en gran medida se deben a los caprichos calculados de los políticos de turno.
Si no, ¿cómo explicarse la atracción que tienen los extranjeros por nuestra cultura, nuestra historia y nuestra riqueza?
Pero más allá del primer párrafo, ser boliviano tiene su gusto y su riqueza. Bolivia es, antes que nada, uno de los países que preserva una mezcla de culturas indígenas, mestizas y extranjeras que, juntas, crean lo que es la bolivianidad. Sí, las tradiciones, festivales y costumbres varían de un lado a otro, pero eso enriquece nuestra identidad a los ojos de cualquiera.
Aunque todavía nos cuesta sacarle el jugo, y de buena manera, tenemos un patrimonio de paisajes naturales que impresiona. El Salar de Uyuni, el Lago Titicaca, el Parque Nacional Madidi, los Yungas, Tariquía, Sama. Tantos lugares donde se han desarrollado las civilizaciones precolombinas, y que guardan la historia con la que deberíamos llenar museos de primer nivel.
De ahí que tengamos la agenda llena de fiestas y tradiciones. El Carnaval de Oruro, el Jueves de Comadres, Alasitas, Santa Anita, la Fiesta de la Virgen de Urkupiña, y la Fiesta Grande, que ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Por supuesto, en todas ellas luce nuestra música, nuestra danza, nuestro folclore y nuestras raíces, que son de las expresiones más vibrantes que tenemos de nuesrtra identidad.
Donde sea que estemos, y sí, con matices, la gente boliviana siempre será muy amable, y nuestro sentido de comunidad y solidaridad nos hermana con el resto de los pueblos latinoamericanos, al igual que nuestra gastronomía, diversa y deliciosa, con platos como la sopa de maní, la kalapurka, el majao, las humintas y la manera tan propia de hacer una parrillada. Y sí, llajua, llajwa, yajua, o como quieras llamarle, pero a montones.
Ser boliviano es una experiencia única, aunque nos cueste aceptarlo. Si no, ¿cómo explicarse la atracción que tienen los extranjeros por nuestra cultura, nuestra historia y nuestra riqueza?