Rocío, Bismarck y Alex: tres estudiantes bolivianos en Venezuela
Ellos son parte del grupo de 14 becarios que se formarán durante seis años y medio para convertirse en médicos integrales comunitarios.
Como parte del primer grupo de viajeros en la ruta Bolivia-Venezuela, recientemente inaugurada por Boliviana de Aviación, catorce jóvenes bolivianos partieron a la ciudad de Caracas. Todos ellos son becarios de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, que les permitirá formarse en el programa de Medicina Integral Comunitaria de la Escuela Latinoamericana de Medicina “Dr. Salvador Allende”, parte de la Universidad de las Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”.
La beca cubre los costos de estudio y materiales, alimentación y hospedaje en la residencia universitaria dentro del campus inaugurada a principios de octubre de este año, lo que representa un cambio para los estudiantes que en programas anteriores se alojaban con familias venezolanas.
“Hay palabras que han venido de diferentes momentos, lugares y personas, y a veces son falsas. Antes de hablar, prefiero experimentar todo eso”
Pura Cepa conversó con tres de los catorce futuros profesionales de la medicina, quienes accedieron a la convocatoria venezolana a través del portal de la Escuela de Gestión Pública Plurinacional, para conocer sus perspectivas y expectativas sobre esta oportunidad y nueva etapa en sus vidas.
Rocío Belén Cori Molina
“Cuando tenía 7 años, mi tío falleció por derrame cerebral. Me daba curiosidad saber por qué motivo había fallecido, cuáles han sido los hechos realmente. Lo han desconectado y no sé más”, relató la alteña de 19 años acerca de su preferencia por la Medicina. Ella encontró la beca venezolana buscando irse a otro país. Realizó los trámites necesarios e hizo una entrevista virtual, donde le preguntaron muchas cosas sobre su configuración familiar.
“Después de unos días, supe que me aprobaron para entrar”, dijo, recordando la intriga que se despertó en ella por saber cómo es Venezuela. “Voy a aprender más, me van a capacitar para ser más profesional”, dijo resuelta Rocío, quien quiere volver a Bolivia para “ir a los lugares más pobres y alejados que no tienen salud”.
Alex Guarayo Torrico
Aiquileño destacado en los estudios, toca charango por tradición pues, “cada aiquileño toca unos dos o tres temas”. Siempre le gustó la biología, y se enfocó en convertirse en profesor de esta materia. “No se dio, y salió esta oportunidad que tomé sin pensarlo dos veces”.
Aunque escuchó que hace años hubo una hiperinflación en Venezuela, va resuelto a vivir “un gran cambio”, pues está “enfocado en estudiar y ser un gran profesional”. Alex conoció el programa gracias a sus padres, quienes están orgullosos de verlo como becario, “pero también tristes, porque son seis años y medio que no los voy a poder ver”.
Bismarck López
Proveniente de Challapata, Oruro, Bismarck despertó su curiosidad por la Medicina en la niñez. “Iba al doctor, me daba una receta, iba a una farmacia, me daban otra. Con el tiempo, quería saber qué pasa con el cuerpo, explorar y saber qué te está ocurriendo. Es una buena carrera para ayudar a otros y a ti mismo”, dice.
Para él, los cambios en el ritmo de vida y los hábitos harán que en el futuro se necesite más médicos. “Las personas van a tener problemas en un tiempo, comen mucha comida chatarra y no ejercitan”. Él no espera nada del viaje. “Me estoy lanzando a una experiencia nueva, una aventura donde puedo conocer más de Venezuela y su cultura. Hay palabras que han venido de diferentes momentos, lugares y personas, y a veces son falsas. Antes de hablar, prefiero experimentar todo eso”.