Sobre la exposición “Acuarelas” (CON FOTOS)
Haciendo homenaje a la Revolución del 6 de octubre, los tres artistas llenaron la Galería de la Casa de la Cultura con sus mejores obras.
En el Instituto Superior de Bellas Artes de Oruro existe una complicidad especial entre artistas. Tres de ellos, Edwin Cartagena, Orlando Canaza y Anastasia Sdobnikova, suelen viajar juntos para exponer sus obras en varias ciudades de Bolivia.
Entre el 25 de septiembre y el 6 de octubre, la muestra “Acuarelas” reúne 34 de sus trabajos en esta técnica. Los artistas han cuidado el aspecto curatorial uniformando los marcos y presentaciones de sus obras, un detalle que el público tarijeño puede apreciar y agradecer en las paredes de la Galería de la Casa de la Cultura.
Una exposición gratificante, un muestrario de las posibilidades que el pigmento y el agua tienen en manos de artistas tan distintos, pero tan unidos
La unidad temática también es apreciable, ya que los artistas presentan una colección de paisajes de varias ciudades y pueblos bolivianos, donde se destacan obras como “Paisaje, de Cartagena. El artista se apropia también del registro realista del paisaje urbano de la ciudad de Oruro, y de algunas estampas subjetivas como “Te los presto”, donde un par de zapatillas llenan el papel, o “1922”, gran angular de un paisaje desolado con una vieja camioneta como protagonista.
Los artistas pintaron casi todas sus obras al vivo en los lugares retratados. Pero aquellas obras que presentan temas simbólicos fueron hechas en estudio. Entre las más destacables, se encuentra “Buscando la libertad”, de Canaza, una alegoría que nace de la imaginación del autor quien asegura que “nunca se va a ver una paloma queriendo abrir un candado”.
Mientras tanto, Sdobnikova demuestra su trazo más expresivo en paisajes casi etéreos, como sucede en “Uyuni” y “Finca”. A la vez, presenta obras como “Poligamia” y “Sacrificio”, desplegando su capacidad para componer escenas a partir de una interpretación de la historia antigua del territorio boliviano. “Las ñustas de los incas, muchas eran blancas, vendidas por vikingos. Hasta ahora existe el problema. Los hombres pueden tener varias parejas, pero las mujeres no”, comenta Sdobnikova.
Con todo esto, “Acuarelas” resulta una exposición gratificante, un muestrario de las posibilidades que el pigmento y el agua tienen en manos de artistas tan distintos, pero tan unidos. La asistencia es muy recomendable.