(VIDEO) El Papirri mirando al sur
El próximo viernes 15 de septiembre, Manuel Monroy Chazarreta iniciará la gira “Mirando al Sur” dando un concierto en el Teatro de la Casa de la Cultura, acompañado por excelentes músicos tarijeños.
La última vez que el Papirri pisó Tarija fue para un festival de abril. En ese entonces, uno de los más queridos exponentes del folclore nacional pudo llegar con su banda de músicos. “Buen sonido, público lindo, buenos recuerdos todos”, dijo Monroy Chazarreta rememorando algo que sucedió hace siete años, cuando el Teatro de la Casa de la Cultura tenía un equipamiento mínimo pero decente. A la fecha, la reinauguración de la que Cinthya Choque, directora de Culturas, habló hace cinco meses, indicando que sucedería en el mes de mayo y que consistiría en la actualización del sistema de iluminación y sonido, una pantalla led, nuevos telones, micrófonos y más, no se ve ni se siente. Puede ser que, como dice el Papirri, tengamos todo nuestro capital invertido en deudas.
De hecho, el cantautor paceño se ha convertido en maestro de la metafísica popular y “humorista”, como le espetan en Santa Cruz, sólo porque una de sus diez canciones cómicas lo condenó a tal éxito. “Tengo 260 canciones compuestas en letra y música. Canciones de amor, desamor, historias de personajes, con raíz folclórica, incluso canciones de música originaria, como ‘Bailando Saya’ o ‘Bien le cascaremos’. Lo que pasa es que mi canción ‘Metafísica Popular’ se expandió por toda Bolivia y pareciera que sólo hago humor, y no es así. Compongo canciones de temática urbana, y entre ellas están algunas canciones con humor”, detalló el guitarrista, compositor, gestor cultural, docente, escritor, conductor y productor de televisión mejor, en suma, el Papirri.
Incluso el apodo ha sido cuestión de un azar muy bien planificado. Cuando tenía 30 años, Manuel era guitarrista del maestro Ernesto Cavour. Estaban en Japón, girando por Nagasaki, Osaka y Tokio, y “una noche de esas me dijo entre lágrimas que había muerto su amigo el Papirri, y que ahora yo era el Papirri. No me pude librar del apodo. Ahora me preguntan, ‘¿cómo te llamas, Papirri?’”.
A unos días del concierto que abre la gira “Mirando al Sur” (para información y entradas, llamar al 70227371), y que llevará a Manuel Monroy Chazarreta por el norte argentino, el cantautor conversó con Pura Cepa y expresó, entre otras cosas, los sentires que le brotan al tener la oportunidad de visitar la tierra de su madre tras 20 años de ausencia.
Pura Cepa (PC). Tarija es puerto de paso, vas en camino a dar conciertos en Argentina. ¿Qué esperas del reencuentro con la tierra de tu madre y la mitad de tus raíces?
Manuel Monroy Chazarreta (MMC). Es hermoso iniciar la gira “Mirando al Sur” en Tarija. Tocaré en Salta y luego en la tierra de mi madre, Santiago del Estero. Tuve la pena de perder a mi madre cuando era niño, de un cáncer tremendo. Ella fue una gran concertista de guitarra clásica, alumna de Andrés Segovia. Se enamoraron con mi padre, un diplomático y abogado paceño revolucionario, ministro de trabajo de Gualberto Villarroel que salió al exilio. Así la conoció. Mi mamá era la mano derecha de su padre, el compositor y folclorista Andrés Chazarreta, designado por el pueblo y el Parlamento Argentino como Padre del folclore. Es algo muy emocionante volver a la casa de mi madre luego de más de 20 años, volver a esas raíces. La casa del abuelo Andrés es un museo. Pasé allí bellos años de mi infancia.
“Las canciones de mi abuelo acompañaron mi infancia. Por eso la chacarera, el gato, la zamba, me hacen temblar el alma”
PC. ¿Cómo tu madre, tu abuelo, y tu familia materna influenciaron tu formación musical?
MMC. A los siete años me regalaron mi primera guitarrita. Mi mamá ya establecida en La Paz me dio la sorpresa. Yo esperaba una bicicleta, pero apareció la guitarra en mi vida. Desde los 8 años empecé a tocar en los conciertos de la Academia de Guitarra que dirigía mi mamá. Mi formación es de técnica y disciplina clásica, fueron 5 años intensos hasta mis 13 años. Ella instaló mi guitarra en las manos y se murió. Ya bachiller, me di cuenta que me gustaba más componer que interpretar. Las canciones de mi abuelo acompañaron mi infancia. Por eso la chacarera, el gato, la zamba, me hacen temblar el alma.
PC. ¿Y cómo influencia el lado paterno?
MMC. Precisamente el tema del humor viene de mi padre. Era un personaje que veía la vida desde la terraza del humor. Inclusive en los momentos más dramáticos de persecución en las dictaduras militares, siempre tenía un halito de humor. La influencia de mi padre también me dio la ideología rebelde, humanista, de igualdades sociales. Mi padre, Germán Monroy Block, fue fundador del MNR. Organizó el Primer Congreso Indigenista, donde los esclavos y pongos se reunieron por primera vez para reclamar su libertad. Era 1945. Eso le costó la vida a Villarroel, el exilio a mi papá, y 20 años de persecución en las dictaduras. Soy humanista, ecologista, stronguista, y anti imperialista.
PC. ¿Cómo ves el panorama político actual?
MMC. Es que “el futuro ya no es como antes”, y en esto “me encuentro perdido”. Además, “mañana hay paro movilizado”. Mejor decir que “un día me he farreado tres días”, así que “los que quieran irse de mi partido, bienvenidos”.
PC. “Ahora que hemos comido, hablemos de metafísica”.
MMC. Está buena. Hay clásicos en la metafísica, como “ese alto me llega a los huevos”, o “bien inteligente es este cojudo, ¿no?” (Risas).
PC. ¿Qué opinas de las nuevas formas de narrar con inteligencia artificial, TikToks, velocidad, contenido mínimo y máxima exposición? ¿Te suman o te restan?
MMC. No le he entrado al TikTok todavía. Mi esposa se divierte viendo aquello. A este paso, todo va a ser tan rápido que no vamos a poder decir ni una frase. La verdad, entro a las redes muy poco. No hay tiempo, tengo que ensayar, viajar, escribir, cantar, responder entrevistas (Risas).
PC. ¿Qué particularidad tiene el método de enseñanza musical que creaste y qué resultados ha tenido?
MMC. En mi época de profesor en el Conservatorio tuve alumnos que ahora son célebres. Mitad de la Orquesta Sinfónica Nacional fueron mis alumnos. Yo les enseñaba el camino, les enseñaba a leer música. Muchos de los músicos de mi banda paceña son mis ex alumnos y recuerdan el método que inventé para enseñarles a leer con música aymara. Era muy efectivo aquello, era tocar el inconsciente colectivo. En realidad, apliqué el método de Kodaly, pero con música aymara. Dicen que en el Conservatorio han desarrollado mis ex alumnos ese método que propuse desde 1987. Mi amigo Grillo Villegas, que fue mi alumno de solfeo, todavía me tararea esas melodías pentatónicas.
PC. ¿Qué puede esperar el público tarijeño de tu próxima presentación en Tarija?
MMC. “Te espero sentada en la parada…” (Risas), es otra metafísica popular nueva. Me voy a esforzar mucho en este concierto, pues tocaré con músicos tarijeños que no conozco. “Bien preocupado estoy, pero que me importa”. Ojalá vaya gente al Teatro, “tengo todo mi capital invertido en deudas” (Risas).
“Es tan familiar Tarija que me siento re cómodo”
PC. ¿Quiénes son los músicos que te acompañarán?
MMC. Daniel Subirana es un buen baterista, tocamos juntos una vez con Octavia. Además, es buena persona, eso es muy importante, hoy me dijo, “cumpliré un sueño tocando contigo”, y eso me animas más. La crisis de no tener a mis músicos me genera la oportunidad de tocar con músicos tarijeños. En cuanto a Cristian Mogro, lo conocí ayer, está estudiando como loco los temas, es toda una incertidumbre. Al violinista Beto Vidal lo invité para tocar canciones de mi abuelo Andrés. Vamos a chacarerear de lo lindo.
PC. Hay artistas que se registran fuera de Bolivia, porque ven que Sobodaycom no llena sus expectativas. ¿Cómo percibes la industria musical en Bolivia y cómo has hecho carrera con tu música?
MMC. Es una carrera de obstáculos. Tocar en Tarija, por ejemplo, puro obstáculo. El alquiler del Teatro en las nubes y no te dan ni sonido ni sonidista. Este año cumplo 44 años de cantautor y no pude traer a mis músicos por tanta tranca. Pero bueno, “sólo nos resta seguir sumando”.
PC. A casi 63 años de vida, cumples 44 años de canciones. Es casi una jubilación y media. ¿Cómo te ves de aquí a otros 10 años?
MMC. Cumplo 63 años de vida en plena gira, en Salta. De aquí a 10 años me veo volando en las alturas, o navegando eternamente el lago Titicaca. Como dice Robertito Echazú, “el tiempo es artero como la muerte, silencioso como el olvido”. Voy a cantar esa canción rarita que compuse a Robertito utilizando sus versos, la hice por encargo de la Biblioteca del Bicentenario cuando presentamos su obra completa. También haré un homenaje a otro gran tarijeño, el compositor Nilo Soruco. Es tan familiar Tarija que me siento re cómodo, es como homenajear a mis amigos del barrio. Cantaré una cueca que le gustaba mucho a mi amigo Fernando Arduz, otro gran músico tarijeño. Será un concierto repleto de homenajes.