Fernando Arze y la creación perseverante (Parte 2: el teatro)
Segunda y última parte de una entrevista exclusiva con el actor, director y escritor de teatro y cine.
Cuando vivía en Nueva York, Fernando Arze estudió Ninjutsu, el arte marcial del sigilo. En la cara interna del brazo derecho, tiene tatuado un kanji japonés cuyo “significado largo” es “aunque sujetes una espada sobre mi corazón, yo continuaré, nunca desistiré. Lo hice el 2000, cuando a mi mamá le diagnosticaron cáncer”, relató Arze a Pura Cepa. En una palabra, el tatuaje quiere decir “perseverancia”. Arze estudió esa disciplina hasta volverse profesor. “Mucho de lo que se hablaba era de la perseverancia. Así que ese kanji era perfecto. Perseverancia para ser actor, y por mi madre, que sobrevivió”.
Pura Cepa (PC). ¿En qué se enfoca tu pedagogía teatral y cómo ha sido tu experiencia con estudiantes tarijeños?
Fernando Arze (FA). Me enfoco en romper las barreras emocionales y psicológicas que tiene el actor. Claramente, los actores con experiencia tienen muchas barreras e ideas de lo que es la actuación. Mi trabajo es entender cuáles son esas barreras y darles herramientas para romperlas. Los iniciantes, ya al venir al taller están rompiendo barreras, y se trata de inspirarlos a seguir ese camino, a romper barreras en sus propias vidas. La mayor parte de los alumnos en Tarija tienen cero o muy poca experiencia, entonces es un taller muy humano sobre las elecciones que vas a tomar en tu vida. Estoy presentándoles un teatro que no es sólo juego, no es, “vengan a jugar a hacer teatro”, es, “vengan a ser actores, si quieren”. En unos días, se han dado cuenta que van a tener que tomar elecciones contundentes si quieren seguir esto. Y el tema es apoyarlos en esa decisión, cualquiera que sea. Es una cosa híbrida entre taller de teatro y salto al vacío en tu vida. Y es un reto muy bonito, porque tienes que entender a cada uno. No es, “tomen nota”. Es, “vos necesitas esto, para vos es esto”. Les digo, “tienes que parar de pensar, piensas demasiado”, y también les pregunto “¿para qué estás aquí?” Responden algo, entonces durante todo el taller les digo, “pero tú estás aquí para esto, tú me has dicho”. Trabajo con el querer de cada uno. Entonces, “¿para qué sigues haciendo lo contrario? No te dejas hacer lo que quieres hacer”. Pongo ciertas cosas en evidencia, y a veces me equivoco, y les digo que me voy a equivocar. Y trato de escuchar mucho. Eso.
PC. ¿Qué barreras identificas y cómo se rompen?
FA. Lo típico, moldes actorales. Voy a hacer un personaje, tengo preconcebido lo que puede ser. Una policía, por decir, viene con un cuerpo armado. ¿Por qué ese cuerpo? Todo bien, pero ¿por qué? “Ah, porque los policías son así”. No, conozco policías y no todos son así. Algunos pueden serlo, pero ¿por qué el tuyo es así? Es tratar de salir de la parte física, estereotipada y superficial, y entender por qué ese personaje podría tener ese cuerpo. No porque tú has decidido, sino porque el mundo de la historia hace que ese personaje tenga ese cuerpo. Es diferente, es el juego de tratar de entender por qué. Entras en un mundo imaginario más complejo y divertido, y puedes decir, “ah, es duro porque el entrenamiento es así, tiene músculos más desarrollados, por eso no respira muy bien, jugaremos con eso porque tiene el tórax muy tensionado, y se ríe de forma rara”. Siempre partimos de ideas, pero son gatillos para jugar cosas más profundas. Yo siempre pregunto “por qué”. Soy un jodido, parezco un niño. “Por qué, por qué, por qué”. Y cuando hago mi trabajo también me pregunto constantemente “por qué”. Y por eso te decía que el trabajo del actor es solitario, porque entras en un mundo imaginario para conocer a tu personaje. Por ende, puedes tener un poquito más de empatía con algún otro ser humano al que está pasándole lo mismo.
PC. ¿Qué herramientas necesita una actriz o actor para tener buen camino?
FA. Tiene que saber leer en voz alta un texto que nunca ha leído antes. Desarrollar la comprensión inmediata del texto que está leyendo. Tiene que viajar, conocer su país y el mundo, eventualmente. Tiene que leer, leer, leer, leer…
PC. ¿Qué le dirías a una ciudad y una cultura que no tiene en buen lugar al teatro, y quizá no lo valora? ¿Qué puede darle el teatro a Tarija?
FA. El teatro puede dar muchas cosas a Tarija. Entretenimiento, como primera capa. Puede hacer que la comunidad se junte más veces, que discuta lo que ha visto, que se conozca más. Puede profundizar los cambios que están sucediendo. Puede ayudar a que la sociedad se enfrente a sus miedos. El teatro es puesto en un lugar marginal por una sociedad que tiene mucho miedo de cambiar, de ver que la está pelando, que no está haciendo las cosas muy bien y se empecina en seguir de la misma forma cuando el mundo está cambiando. El teatro es una herramienta maravillosa para abrirle los ojos a esa sociedad. El tema es cómo lo haces. A veces es un tratamiento de shock, y a veces más benevolente, pero es una herramienta para discutir, hablar, entender un poco más al ser humano y sus cambios. Es necesario porque es un arte tremendamente cambiante. Una misma obra cambia, es un reflejo de lo que es la sociedad. No queremos vernos en el espejo de verdad, y ese es un miedo que atrofia el pensamiento y la manera de ser, como persona, como comunidad y sociedad. Y el miedo al crecimiento es terrible. Hay una falsa impresión de que, si no cambia nada, vas a seguir siendo feliz. Y, en realidad, la felicidad está en el cambio.
PC. ¿Qué papel tienen los medios de comunicación en el desempeño de las artes?
FA. Es complicado, porque algunos medios tratan de hacer lo mejor que pueden, como la radio o los medios escritos, pero también hay otros que necesitan llenar espacio. Si aceptas ir a una entrevista a la televisión, tienes que entender de qué tipo va a ser. A veces los artistas, por irresponsabilidad, nos ponemos en situaciones que no sirven. Llegas y es una sorpresa, y claramente no entienden la complejidad de hacer una obra de teatro, no entienden que no todos somos payasos, que no todas las obras son improvisadas o que puedes hacer algo que tenga que ver con lo que realmente estás tratando de decir. La televisión es muy visual y muy chatarra, están obligados a mostrar, y creen que están ayudando, pero están llenando espacio. Entonces, ¿cómo haces? El internet ayuda un montón, podemos poner nuestro video, nuestras invitaciones, lo que queremos de verdad.
PC. ¿Qué opinas de la aplicación de inteligencia artificial en las artes? En audiovisual, por ejemplo.
FA. Asusta. Todavía no he usado el famoso Chat GPT. Pero el otro día, para que veas mi ignorancia en el tema, porque me asusta mucho, estaba con un cuate y empieza a hablar sobre inteligencia artificial. Y me dice, “te voy a mostrar. A ver, Muralla, por ejemplo, para que entiendas”. Entonces pone, “Muralla, película boliviana, si Coco Muralla Rivera no hubiera muerto en la película Muralla, dame cuatro finales posibles para la película”. Click, enter, ok, en diez segundos aparecen cuatro finales posibles para esta peli, que no es Mission Impossible. ¿Quién conoce Muralla? La inteligencia artificial conoce Muralla, en diez segundos, ha encontrado Muralla, ha visto la peli, ha visto que el personaje principal se muere, y después te da cuatro alternativas de finales.
PC. ¿Alguna era buena?
FA. Eran muy interesantes. Y después, “dame una crítica sobre Muralla”, y salen cosas que parecían profundas, un análisis de la historia como guión, como proceso creativo, con una profundidad por el hecho de que uno de los personajes está perdiendo a un ser amado. Era interesante, una cosa técnica mezclada con una cosa espiritual. Entonces, los escritores están jodidos, por eso estamos llorando. Hay que ver cómo vamos a hacer cosas nuevas. Lo que entiendo es que por ahora la inteligencia artificial se basa en moldes, entonces tenemos que tratar de ganarle y cambiar el molde. Igual nos va a ganar, pero hay que cambiar el molde. Por ejemplo, ha analizado Muralla desde una estructura clásica. Entonces, hagamos pelis que no tengan estructuras clásicas. Y ahí el teatro gana, porque es aquí. ¿Dónde está la inteligencia artificial en una obra de teatro? Sólo en la escritura, si la usas. Pero en el momento de actuar, gana el teatro. La actuación y la música van a sufrir, habrá robots tocando música. Pero en la improvisación, todavía ganamos. Es fuerte, te hace pensar, “¿qué estoy haciendo? Qué lindo que me ha tocado hacer lo que estoy haciendo, y ahora ya, se acabó. Hay que ser otra cosa”.