Rudy Condori y los mates de la medicina infinita
En invierno, sirve unos 100 mates por día. En verano, se vende un poquito más.
Rudy César Condori Osinaga aprendió los secretos de la medicina tradicional de la mano de su madre, quien se dedicaba a preparar las hierbas y también sabía llamar el ajayu de los niños. “Mi abuela hacia esto y se lo pasó a mi mamá. Tres de mis hermanos nos hemos dedicado a la medicina tradicional”.
Llegó en 2010 a Tarija desde La Paz junto a sus hermanos Boris y Giovanna, motivados por las voces de algunos tarijeños que les pedían porque “allá no hay”. Los hermanos se animaron a probar suerte, y hoy Giovanna cubre Tabladita, Boris la zona de El Molino, y Rudy está todos los días en la esquina de la Domingo Paz y Campero.
“A un principio, la medicina tradicional era vista como algo raro. Si tomas mate, estás enfermo. Pero no hay que esperar a último momento para prevenir la enfermedad”
Para ejercer con permiso, dio exámenes de la Sociedad Boliviana de Medicina Tradicional (Sobometra). “Estas hierbas y mates no los puede vender cualquiera. Hay plantas que pueden hacer daño y hay que tomar con medida. La alcachofa, por ejemplo, no hay que tomar mucho porque hace mal a la vista”.
Rudy se levanta todos los días a las 3:30 horas a preparar infusiones de uña de gato, chancapiedra, noni, jengibre, papa, cúrcuma, wira wira, eucalipto, y otras más que presenta en botellas de vidrio como si fuera raspadillero. Lleva el carrito a pulso desde el Mercado Campesino. En verano, se le puede encontrar a las 5:30, y en invierno a partir de las 7:00.
Hace tres años que trabaja en esa esquina, pero antes ambulaba. Se enfrentó con desalojos, hasta que pudo obtener un permiso de trabajo de la Alcaldía para ocupar el sitio que hoy tiene. Eso sí, “hasta las 10 nomás estoy, les digo a mis clientes”, quienes le tienen cariño y confianza al punto de llegar y servirse solitos algo de sus botellas preferidas.
El matero tarda 40 segundos en preparar una bebida de acuerdo a la solicitud del cliente. “Hacemos desinflamantes preventivos, para riñón, hígado, gastritis, próstata, diabetes. También quemagrasa, para colesterol, estrés, nervios. También hago multivitamínico con alfa y maca”.
Por experiencia, sabe que el más solicitado es para la gastritis. “A veces no medimos cuánto comemos, pero el estómago no es basurero. En Tarija desde jóvenes con gastritis, mucho ají, mucha gaseosa, mucho frito. Pero ese mate les sienta bien y ya se pierden. Otra vez vuelta aparecen ‘Rudy, uno para gastritis’”.
Cada mañana, aparecen clientes de todas las edades, más después de las primeras oleadas de la pandemia que despertaron en la población la confianza y fe en la medicina natural tradicional. “Había un señor muy mayor que estaba mal de la próstata y tomaba medicamentos que no le servían. Le he explicado qué mates podía tomar. Ha vuelto al mes diciendo ‘joven, estoy bien, felicidades por tus mates’”.