Agenda geoestratégica
La venta mundial de armas sigue creciendo
Antes de la Guerra de Ucrania, en plena pandemia, las ventas de armas se dispararon. Brasil y Chile fueron los principales importadores con el 37% y el 21% del total, respectivamente. El uso personal también se debate



El comercio mundial de armamento creció un 1,9% en el 2021 en relación al año anterior, según datos publicados este lunes por una oenegé sueca que monitorea desde hace tres décadas la venta de armas por parte de las cien principales empresas del mundo del sector. Este incremento no tiene en cuenta aún los balances del 2022, con lo que actualmente ese porcentaje podría ser mucho más alto, teniendo en cuenta que la guerra de Ucrania dio comienzo en febrero de este 2022.
Los cien principales fabricantes mundiales vendieron armamento por unos 560.000 millones de euros en el 2021, según el Stockholm International Peace Research Institute (Sipri), lo que supone un incremento consecutivo por séptimo año consecutivo.
Un negocio de 560.000 millones de euros en el 2021
Los problemas en la cadena de suministro por la pandemia ralentizaron el crecimiento pero no dejó de aumentar
De estos datos se deduce que el comercio global de armas no dejó de crecer, a pesar de la pandemia, si bien ralentizó su incremento. La tasa de crecimiento del 1,9% del 2020 al 2021 fue más alta que la del 2019 al 2020 (1,1%), pero continuó siendo inferior a la media de los cuatro años anteriores a la pandemia de la covid (3,7%).
La organización asegura que los problemas en la cadena de suministro generados por la pandemia afectaron a la producción de armas, y que esos mismos problemas se estarían dando este año por culpa de la guerra de Ucrania.
Guerra de Ucrania
Además de fabricante, Rusia también es suministrador de materias primas necesarias para la producción de armamento, de manera que las sanciones y las restricciones de las principales potencias a las exportaciones e importaciones rusas podrían impactar en el sector. Asimismo, el Sipri asegura que Rusia está teniendo problemas para acceder a los semiconductores que compra en el extranjero como componentes de sus sistemas de armamento.
Armador Gracias a un aumento del 14% del gasto en los últimos cinco años, Estados Unidos pasó de controlar el 32% al 39% de la venta mundial de armas
“Se podría haber dado un crecimiento aún más grande de las ventas de armas en el 2021 si no se hubieses producido problemas persistentes en la cadena de suministro”, afirma en un comunicado Lucie Béraud-Sudreau, directora del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del Sipri. “Tanto las grandes empresas de armas como las más pequeñas dijeron que sus ventas se habían visto afectadas durante el año (2021). Algunas empresas, como Airbus y General Dynamics, también informaron de la escasez de mano de obra”, agrega Béraud-Sudreau.
El mercado en América
Las importaciones de armas cayeron en un 36% en todo el continente americano, siguiendo la tendencia iniciada hace una década, con Estados Unidos y Canadá como principales compradores, con el 43% y el 15% del total en la zona. La caída se explica por una reducción del 55% en las importaciones de armas de países sudamericanos, hasta situarse en el nivel más bajo de los últimos cincuenta años.
Brasil y Chile fueron los principales importadores en la subregión, con el 37% y el 21% del total, respectivamente. Pero mientras las compras chilenas subieron un 15% en el último lustro, las brasileñas bajaron un 17 %. Brasil es no obstante el único país sudamericano que tiene pendientes "entregas substanciales" de armas, que incluyen más de 1.100 vehículos blindados, cinco submarinos, cuatro fragatas y 31 cazas.
Estados Unidos, líder exportador de armamento
Estados Unidos amplió su condición de mayor exportador mundial de armas en el último lustro, período en el que Europa registró un acusado aumento de la compra de armamento, señaló este lunes en un informe el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Aunque a nivel global se produjo una caída del 4,6 % respecto al gasto del lustro anterior (2012-2016), hubo grandes diferencias regionales, con aumentos importantes en la compra de armas en Europa, este de Asia, Oceanía y Oriente Medio, mientras Sudamérica registró el nivel más bajo en cinco décadas.
Gracias a un aumento del 14% del gasto en los últimos cinco años, Estados Unidos pasó de controlar el 32% al 39% de la venta mundial de armas y amplió la distancia con el segundo máximo exportador, Rusia, duplicando sus cifras en ese período. Las exportaciones estadounidenses fueron recibidas por 103 países, con Arabia Saudita, Australia y Corea del Sur como principales destinatarios, por ese orden, y Medio Oriente y Asia-Oceanía acaparando más del 75% de las ventas de Estados Unidos. Rusia redujo en cambio sus ventas en un 26% y su cuota del total global bajó del 24 al 19%, debido sobre todo al descenso de las exportaciones a India y Vietnam.
"Mientras varios contratos de exportación firmados los últimos diez años se completaron a finales de 2021, otras entregas de armas aún están pendientes e incluyen ocho sistemas de defensa aérea, cuatro fragatas y un submarino nuclear a India", señala el estudio. Estados Unidos pasó de controlar el 32% al 39% de la venta mundial de armas y amplió la distancia con el segundo máximo exportador, Rusia, duplicando sus cifras en ese período.
Las exportaciones rusas se concentraron sobre todo en cuatro países -India, China, Egipto y Argelia-, del total de 45 a los que vendió armas en el último lustro. Gracias a un aumento del 59%, Francia ganó distancia como tercer exportador mundial, con el 11% global, por delante de China, con el 4,6% total y una caída del 31%, y Alemania, con el 4,5% y un descenso del 19%. España, que aumentó sus ventas un 10% en los últimos cinco años, incrementó tres décimas su cuota de las ventas totales hasta el 2,5 %.
Europa registra el mayor aumento en la compra de armas
El mayor crecimiento porcentual en la compra de armas en el último lustro se registró en Europa, con una subida del 19% respecto a 2012-2016 y una cuota global del 13%, con Reino Unido, Noruega y Países Bajos como principales compradores.
Se espera además que otros países registren aumentos "significativos" en los próximos años, sobre todo por contratos para adquirir cazas estadounidenses. "El grave deterioro de las relaciones entre la mayoría de países europeos y Rusia fue un catalizador importante del aumento de las importaciones de armas en Europa, sobre todo en países que no pueden satisfacer todas sus exigencias mediante su industria armamentística nacional", constata el informe.
India y Arabia Saudita, los principales importadores India se mantiene como mayor importador mundial pese a una caída del 21% en los últimos cinco años y es responsable del 11% de las compras mundiales de armamento, la misma cifra que Arabia Saudí, cuyas operaciones crecieron un 27%. En el caso saudí, al igual que en los de otros países vecinos como Qatar, el incremento está relacionado con el conflicto bélico en Yemen y las tensiones con Irán y otros Estados del Golfo Pérsico.
Por regiones, Asia-Oceanía continúa siendo la que más armas compra (43 % del total), con cinco Estados entre los diez mayores importadores (Corea del Sur, Pakistán y Japón, además de las ya mencionadas Australia y China).
El informe alude a las tensiones entre China y muchos de los estados de la zona como el principal motor de la compra de armas. "Esas tensiones son también un factor grande en la venta de armas de Estados Unidos a la región. Estados Unidos sigue siendo el mayor proveedor a Asia y Oceanía, al igual que la exportación de armamento es un elemento importante de la política exterior estadounidense hacia China", destaca el SIPRI.
¿Cuántas armas hay en América Latina y el Caribe?
América Latina es la región con mayores niveles de violencia interpersonal del mundo. A pesar de tener solo un 8% de la población mundial, la región acapara más de un tercio del total de homicidios.
A pesar de los escasos datos sobre la posesión de armas en el mundo, el esfuerzo de Small Arms Survey (una ONG basada en Suiza que los obtiene de registros federales, encuestas, expertos y otros recursos) posibilita un punto de partida para la comparación entre países.
Según los datos más recientes, en América Latina y el Caribe circulan un total de 61.900.300 armas de fuego en manos de civiles, o 9,6 por cada 100 habitantes. ¿Cómo se compara este valor con el de otras partes del mundo? La región se ubica algo por debajo de la media global (11,4%), pero por encima del promedio mundial si se excluye a Estados Unidos (6,45%). Esto es así porque EE.UU. es el único país con más armas en posesión de civiles que personas, con 120 cada 100 habitantes, muy por encima de cualquier otro país.
Pero claro, estos valores a nivel regional esconden amplias heterogeneidades intra-regionales. El país con más armas por habitante es Uruguay, con 34,7 armas por cada 100 habitantes; pero es, sin duda, un outlier regional seguido por países más populosos como Venezuela (18,5 armas por cada 100 habitantes), Honduras (14,1) y México (12,9). En el otro extremo, Ecuador (2,4) y Cuba (2,1). Brasil, el gigante regional, tiene una tasa de 8,3 armas y Argentina, de 7,4.
Pero de ese total de armas en circulación, una buena parte no están registradas. Aunque no es posible calcular el porcentaje para toda la región, casi todos los países se ubican por encima del 40% y algunos superan el 90%, como Haití y Bolivia. La disponibilidad de armas no registradas constituye enorme peligro en términos de seguridad y un gran recurso para los mercados criminales.
A diferencia de otros mercados ilegales, el mercado de armas tiene una peculiaridad: casi la totalidad de las armas que son parte de los mercados delictivos pertenecieron alguna vez al mercado formal. Son varias las formas en que se produce ese desvío. Por un lado, mediante ventas o robos; por otro, es común que las armas de las fuerzas policiales (ver datos aquí) y militares (aquí) acaben en el mercado ilegal, tanto de manera intencionada como mediante robos a arsenales y armerías.
Existe un fuerte consenso sobre que la disponibilidad de armas es uno de los principales factores que explican los altos niveles de violencia de América Latina y el Caribe. En el mundo, aproximadamente el 35% de los homicidios se comete con armas de fuego, mientras que en la región el porcentaje asciende a un 63%, como reporta el Instituto Igarapé. Gran parte de ellas son robadas, dándose casos como el de El Salvador, donde se denuncia la sustracción de cuatro cada día.
De este modo, pensar que armar a la población es una medida para aumentar la seguridad es como mínimo cortoplacista, pues la evidencia demuestra que, tarde o temprano, muchas de ellas terminan en manos de la criminalidad con más poder de fuego. La idea de proveer de armas a los ciudadanos decentes, además de la dificultad para determinar quiénes son, ignora profundamente la dinámica de su circulación.
Más restricción, menos muertes
Más de 130 estudios de múltiples países muestra que las leyes restrictivas sobre el acceso a las armas tienden a provocar un descenso en los niveles de violencia letal. Asimismo, suelen asociarse con descensos en los niveles de homicidios por violencia de género y en la cifra de muertes de niños como consecuencia de accidentes con armas.