Entre Canciones y Golpes: La Caraqueña, Banzer y Tuto
Las memorias, son herramientas del pasado traídas al presente, que permiten poder entender colectivamente las contradicciones de la sociedad, pero también para proyectar sus avances, la Caraqueña, es más que la historia de Nilo: es el dolor de un pueblo que, una y otra vez, ha sido forzado al exilio
Era diciembre de 2019. Salía de Tarija rumbo al norte sin fecha de retorno. Dejaba atrás mi mundo, y la carretera estrellada se extendía como un lienzo de incertidumbre. En mis audífonos sonaba "La Caraqueña" de Nilo Soruco, mientras mis recuerdos se desmoronaban como un espejo roto. No llovía, pero mi rostro reflejaba lo contrario. Canté en voz baja: “Pero he de volver, no llores mi amor…” y en ese eco comprendí el peso de la memoria colectiva, el dolor de aquellos que antes de mí entonaron esas mismas palabras con la voz quebrada de la resistencia. Para mi empezaba, el desgobierno de Añez.
Nilo Soruco, nacido en Tarija en 1927, fue más que un músico: fue la voz de los oprimidos, el eco de un país que luchaba por romper sus cadenas. Profesor de música y dirigente magisterial, su compromiso lo llevó a la militancia comunista y posteriormente al exilio. Su arte, forjado en las brasas de la injusticia, le valió persecución, tortura y destierro. Por ejemplo, en su canción "Chapaco Alzao" (1975), narra la historia de un campesino chapaco donde el patrón (dueño de la estancia), le roba a Paula su hija para convertirla en criada, y su caballo moro, después de haber explotado al campesino por 10 años, obligado a migrar a la Argentina.
En los primeros días de septiembre de 1971, Nilo llega al país, después de una presentación inédita de los “Montoneros de Méndez” en la URSS, en Bolivia se instalaba la dictadura de Hugo Banzer, clandestino como su música, fue apresado el 22 de septiembre de 1973, en un artículo, del periódico El País del 09 de abril de 2023, se relata de este hecho “Nilo fue torturado por doce horas, le provocaron que uno de sus tímpanos explote, le rompieron dos costillas y sus manos fueron machacadas como para que nunca toque la guitarra.”.
Banzer intento escarmentar a Nilo, por su arte, finalmente después de muchas penurias, y mientras se marchaba a Venezuela empezó a componer la Caraqueña mientras miraba a su esposa a la distancia su mente lúcida pese al dolor de la tortura decía “no llores, prenda, pronto volveré”, era pues, lamento de un país fragmentado por la opresión.
Hace algunas semanas, en una entrevista por televisión el candidato a la presidencia Jorge Quiroga, vicepresidente de Banzer durante la gestión 1997 – 2002 y luego presidente por sucesión constitucional menciono: “Hugo Banzer, fue un gobernante defacto, que construyó la democracia participando en 6 elecciones”.
Detrás de la “Democracia” de Banzer, a la que hace referencia “Tuto”, está la masacre de Tolata, con cerca de 100 campesinos asesinados, en Cochabamba, en enero de 1974, está la represión y los más de 200 ejecutados en Santa Cruz, en días posteriores al 21 de agosto de 1971, esta también el plan Cóndor y la ejecución del ex presidente Juan José Torres, el 2 de junio de 1976, en Argentina, además de los más de 500 asesinados, cientos de desaparecidos y lo mas de 300 exiliados sin posibilidad de retorno, por ser considerados “peligrosos”, entre los que incluían 2 niños de 08 y 12 años respectivamente.
Esta además la elección Hiper, mega, super fraudulenta de su candidato Juan Pereda Asbún de 1978, donde había más votos que personas en Santa Cruz 100,9% de votos y Chuquisaca 104% de votos, inclusive llegando a “ganarle” en votación a Víctor Paz en San Luis (lugar donde Paz tenía su casa en Tarija), 300 votos Asbún y 4 Víctor Paz, sin duda, una democracia que seguro llena de orgullo a “Tuto”.
En la relación discursiva, “Tuto” intenta no solo lavarle la cara, a lo que fue la dictadura más larga del siglo XX en Bolivia, si no, que denota el producto de su pensamiento y procesos mentales previos, estos pensamiento que devienen en creencias y emociones necesitan de un objeto o contenido para afincarse, en este caso es la disputa de la idea de democracia que no solamente sobrepasa, la dicotomía entre democracia de masas y representativa, si no, que busca validar posiciones excluyentes, anti derechos, emergiendo una democracia aparente, que hace evidente una posición de clase, que pretende imponerse como verdad en el país.
Los límites de las relaciones discursivas entre los sujetos, pretenden generar los puntos de conexión más próximos, en el discurso entre los mismos, puntos que son los que “Tuto” pretende denotar públicamente para mostrar cierta legitimidad, o popularidad, discursos amalgamados por las ideas de nación, sin embargo, las antípodas del discurso es lo que debería preocupar a la población, como es el caso de la declaración mencionada anteriormente, que van a contracorriente de nuestra historia.
Las palabras de "Tuto" no son inocentes: buscan maquillar la dictadura, imponer una versión de la historia donde los verdugos visten trajes de estadistas. Nietzsche, en "La genealogía de la moral", explica que el poder moldea la moral según su conveniencia. Los opresores actúan sin culpa, mientras los dominados son adoctrinados en la resignación. En Bolivia, quienes avalaron el golpe de 2019 (Grupo de los 4) repitieron el viejo libreto: el Estado como máquina de represión, la mentira como bandera, en un diapasón de exclusión social.
Las memorias, son herramientas del pasado traídas al presente, que permiten poder entender colectivamente las contradicciones de la sociedad, pero también para proyectar sus avances, la Caraqueña, es más que la historia de Nilo: es el dolor de un pueblo que, una y otra vez, ha sido forzado al exilio, al silencio y al duelo. Así como Soruco regresó cuando cayeron los tiranos, la historia siempre encuentra su camino de vuelta, porque la verdad, como un viejo cantor, nunca deja de entonar su melodía