Guerra comercial
Trump y los aranceles ¿Qué busca realmente EEUU?
El intento del presidente estadounidense de hacerse con el control del comercio mundial puede tropezar con dificultades, ya que no será fácil negociar nuevas condiciones comerciales con China y la UE



Los cambios en la política comercial estadounidense introducidos por el presidente Donald Trump afectaron a casi todos los países del mundo y desplomaron los mercados, lo que llevó a los expertos a hablar del riesgo de una recesión mundial.
Tras desatar una guerra comercial, el líder estadounidense pretende hacerse con el control de todo el comercio mundial, pero no podrá dictar las condiciones a todos los países, aseveró Fiódor Lukiánov, editor jefe de la revista Russia in Global Affairs, en un artículo publicado en Rossískaya Gazeta.
Según el experto, Trump cree que "el actual sistema internacional no solo no es favorable a EE.UU., sino que está llevando a Estados Unidos a un callejón sin salida", por lo que la situación debe cambiar de inmediato, de lo contrario "los cimientos del poder estadounidense comenzarán a desmoronarse bajo el peso de problemas irresolubles". Para resolver este problema, el presidente optó por la táctica de imponer altos aranceles, esperando que "otros países para los que el mercado estadounidense es extremadamente importante se apresuren a negociar nuevas condiciones" comerciales, de manera que EE.UU. pueda "dictarles" lo que quiera.
"En lo que respecta a una serie de Estados, así es, no quieren ni pueden librar una guerra comercial con EE.UU. Pero dos de los objetos principales de las medidas estadounidenses no pueden llegar fácil y rápidamente a un acuerdo: China y la Unión Europea", señaló Lukiánov. Así, el experto cree que es poco probable que la potencia asiática, comparable a EE.UU. en su posición económica, acceda a aceptar las exigencias de Washington. Pekín "se siente suficientemente seguro" y cree que el daño para el propio EE.UU. será grande y Trump tendrá que dar marcha atrás, apunta el experto.
Al mismo tiempo, los aranceles contra la UE afectan de forma diferente a los países del bloque, lo que crea problemas a los más afectados, como Alemania, ya que la política comercial de la integración está a cargo de la Comisión Europea. Esto determina la falta de flexibilidad y la imposibilidad de una solución rápida al asunto, pues cualquier decisión requerirá la coordinación de la posición de todos los países de la UE.
Otro problema para el bloque será también su dependencia de EE.UU. en la esfera político-militar, indicó Lukiánov. "De hecho, Trump percibe a Europa como un adversario (de forma inequívoca en la esfera económica, de forma subyacente en la esfera de la seguridad). Europa, en cambio, no puede percibir a EE.UU. de esa manera, ya que no está segura de su capacidad para una existencia político-militar independiente", afirmó.
Según el pronóstico de Lukiánov, en la guerra comercial de EE.UU. con China, los países harán declaraciones cada vez más fuertes y demostrarán la firmeza de su posición, lo que después será seguido por una "fase de negociación". En el caso de la confrontación con Europa, "Trump espera que la UE capitule", manifestó el experto. "Tradicionalmente, Europa se inclina a obedecer, pero esta vez el cumplimiento de las exigencias significará renunciar a cualquier ambición, pero no está claro a cambio de qué", subrayó.
Mientras se desata la guerra comercial entre el gigante asiático y EE.UU. los mercados se desploman con cada acción y represalia entre ambas naciones.
La pausa de la UE a las represalias
La suspensión adoptada por la Unión Europea (UE) a los aranceles de represalia a productos estadounidenses estará vigente hasta el 14 de julio, para dar tiempo a negociaciones que permitan superar la situación, anunció la Comisión Europea.
Ante los aranceles generales del 20% aplicados por Estados Unidos a los productos europeos, anunciados el 2 de abril por el presidente Donald Trump, la Unión Europea decidió preparar contramedidas de represalia.
Sin embargo, Donald Trump anunció una “pausa” de 90 días en la implementación de esa norma, y en consecuencia la Unión Europea adoptó una decisión similar con sus contramedidas.