¿Cómo se debería enseñar?
Antes de comenzar, es importante destacar que no hay una verdad absoluta sobre cómo se debería enseñar, pues todas las personas somos distintas: tenemos diferentes condiciones, habilidades, gustos y pasiones, y aunque estos aspectos no siempre determinan si un individuo puede desarrollar conocimientos o no, influyen en la forma en la cual aprenderán.
De hecho, que existan varias formas de enseñar y aprender es lo que nos asegura la calidad educativa, esto hace que sea más probable encontrar la forma adecuada de que los niños y jóvenes realmente comprendan lo que se les está explicando. Pero como maestros también debemos que aprender que cada estudiante es un mundo diferente, esto nos quiere decir que no van adquirir los conocimientos de la misma manera.
Tenemos que darnos el tiempo de conocer a nuestros estudiantes para así lograr, utilizar estrategias efectivas, que nos ayuden a brindar una educación digna y de calidad, dejando atrás las clases monótonas, tradicionales en la cuáles como maestros siempre caemos.
Algunas personas creen que desarrollar la capacidad de aprender es poner deberes o trabajos, preguntar la lección, exigir mucho más en las evaluaciones de lo que se ha enseñado en clase, e incluso pensar que es tarea del estudiante autoformarse. Este tipo de acciones tiende a producir que los estudiantes vea al maestro como una persona que sabe mucho y que, además, tiene el poder absoluto para decidir si los demás saben lo suficiente.
Para enseñar a aprender lo primero que debemos hacer es ser capaces de transmitir a nuestros estudiantes de que nuestra misión principal es ayudarle a aprender. Y no hay mejor forma de hacerlo que a través de acciones para lograr así trasmitir el conocimiento al estudiante con eficiencia. Nuestra misión como maestros es de guiar y ayudar a los estudiantes durante su formación ante la sociedad.
Sé que gran parte de los maestros no son especialista en el aprendizaje, que nadie le ha enseñado a enseñar a aprender. Pero a pesar de ello, todos nosotros tenemos la gran ventaja de que constantemente estamos aprendiendo. Lo único que tenemos que hacer es reflexionar sobre cómo nosotros mismos aprendemos y aplicarlo con nuestros estudiantes.
*es Maestro en Ciencias Naturales: Física-Química