Crisis climática, ambiental y su perspectiva

Un conjunto de evidencias de la crisis climática y ambiental a nivel global y sus consecuencias esta poniendo en jaque la validez de las instancias de negociación internacional encargadas de encontrar soluciones y caminos que eviten llegar a un punto sin retorno para la humanidad, los ecosistemas, las especies y la biodiversidad. A ello se suma la necesidad de encontrar soluciones factibles y justas para las nuevas generaciones y sus derechos humanos.

Un balance importante realizado por Instituto para el Desarrollo Sostenible (IISD por sus siglas en inglés), denominado Estado de la gobernanza ambiental mundial 2022, valora los esfuerzos que la comunidad internacional realizó durante el pasado año y las perspectivas y retos que se deben aprestar a alcanzar a partir de 2023, sin embargo, al parecer sólo una acción colectiva de implementación y cumplimiento podrá evitar el desastre.

El reporte enfatiza que 2022 fue el quinto año más cálido registrado en la historia, en tanto que ríos cómo el Danubio, el Rin y Loira casi se secaron. Más de 1.700 personas murieron en inundaciones sin precedentes en Pakistán y que la devastación generada por la nueva realidad climática, una vez que los niveles del agua bajaron, dejo a “cerca de 10 millones de niños paquistanies en riesgo de agua contaminada y hambre”. En términos más actuales estos eventos también se reflejan en una sequia sin precedentes en el invierno europeo (www.abc.es 2023) y lo propio en las regiones andinas del Perú como Puno que, según SENAMHI de ese país, el mes de enero fue el más seco de los últimos 59 años y que los niveles del lago Titicaca habrían descendido a valores no registrados en los últimos 20 años, pese a que el mes de enero corresponde a la época lluviosa en la región altiplánica.

La gran pregunta se concentra en que todos estos efectos se están sintiendo cuando el calentamiento global apenas está alcanzando 1.2 ° C, aún por debajo de los objetivos del Acuerdo de París, por tanto ¿que podrá pasar si se sobrepasa el umbral de 1.5°C.?

El reporte del IISD en una perspectiva un tanto optimista relieva que a pesar de las "crisis permanentes" de 2022 (guerra, inseguridad energética, hambruna, inflación, cambio climático, pérdida de naturaleza y más), hubo  grandes victorias para la gobernanza  ambiental global y para ello reivindica hitos como  por ejemplo que más humedales están protegidos; nuevos productos químicos fueron incluidos en el marco del control que establecen los Convenios de Estocolmo y Rotterdam; y más especies se benefician de las protecciones ofrecidas por CITES.

Se remarca también que ha sido importante lograr la neutralidad de la degradación de la tierra en el marco de la Convención de Lucha contra la Desertificación y también se ve como un acierto que el nuevo Marco Mundial de Biodiversidad estableció una visión más amplia de vivir en armonía con la naturaleza para alcanzar 23 metas el 2030.

Se establece como relevante que se hayan iniciado las primeras conversaciones sobre el establecimiento de un panel científico-político sobre productos químicos y desechos para prevenir la contaminación. Se espera que este nuevo organismo científico ayude a elevar el perfil de los problemas generados por los productos químicos y desechos, como lo han hecho el IPCC y la IPBES para el cambio climático y la biodiversidad, respectivamente.

Precisamente la Conferencia sobre la diversidad biológica acordó establecer un mecanismo multilateral para la distribución de beneficios a partir de los datos derivados de recursos genéticos o información de secuencias digitales. A su vez la CMNUCC de Sharm El Sheik en Egipto acordó el financiamiento para ayudar a los países vulnerables a  responder a los daños y pérdidas que el  cambio climático genera en los  sistemas humanos más allá de  su capacidad de adaptación.

En el otro lado de la moneda esta establecer y comprobar que estos acuerdos se cumplen, por ello, según el IISD, se plantearán para 2023 las evaluaciones de desempeño que serán el centro de muchas reuniones para arrojar luz sobre el grado en que los países están cumpliendo con sus obligaciones. La transparencia y la conciencia global de la acción, o la inacción, suelen ser la forma en que se aplican los tratados multilaterales.

En 2023, el   progreso en la acción climática y de productos químicos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) serán el centro de atención. En septiembre de este año, los jefes de Estado y de Gobierno se reunirán para la Cumbre de los ODS donde se contará con la evaluación de medio término de la agenda 2030. Este informe, según el IISD identificará los puntos de entrada para las transformaciones que el mundo necesita lograr.

También el 2023 servirá para realizar el primer balance mundial en el marco del Acuerdo de París que concluirá en la reunión sobre el clima en los Emiratos Árabes Unidos y no esta demás señalar que se controlará el avance y la arquitectura sobre los recursos económicos que ponga en marcha el mecanismo de pérdidas y daños.

La Convención sobre las Especies Migratorias llevará a cabo evaluaciones para saber cómo ha sido cumplido el Plan Estratégico para las Especies Migratorias 2015-2023.  El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) llevará a cabo una evaluación de la eficacia y servirá como una evaluación de la capacidad del Convenio para proteger la salud humana y el medio ambiente. En 2023, se conocerá más sobre la carga química que llevan nuestro planeta y nuestros cuerpos de agua para lo cual el Convenio de Minamata sobre el Mercurio tiene un ejercicio de evaluación.

Importantes retos están planteados para la comunidad de negociadores internacionales y la responsabilidad de los países con la historia y con la humanidad, más fracasos en el cumplimiento de los acuerdos y en la reducción efectiva de las causas del cambio climático, la destrucción de la biodiversidad y de las especies, así como de la presencia de elementos contaminadores, marcarían el fracaso del sistema internacional y lo peor de todo significaría seguir en la cuenta regresiva de la destrucción del planeta.


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