HEROICAS VIÑAS BOLIVIANAS
Convocada por la publicación y presentación en Tarija del libro de Marie France Perrin Ballivián y fotografía de Enrique Quiroz Jordán, CEPAS DE ALTURA: HEROICAS VIÑAS BOLIVIANAS me acerco a comentar en mi calidad de profesional de la Comunicación y por el trabajo realizado en el marco del sector vitivinícola durante varios años, mi acercamiento es un acercamiento comunicacional, visual, grafico, histórico, promocional y el valor del libro como producto de exportación.
El adjetivo que acompaña a la enunciación de las Viñas Bolivianas no está escogido a la ligera, se trata de un valor en sí mismo que trasciende la cultura, actividades productivas en la viña, experiencias enológicas en la bodega o las destilerías. Heroicas, es un adjetivo que se lo han ganado las viñas bolivianas por las grandes hazañas y proezas memorables que acompañan el recorrido de la raíz, la cepa, los sarmientos, pámpanos, bayas a lo largo del tiempo y la misma historia desde su afincamiento y adaptación en tierras cinteñas, potosinas y tarijeñas, pero sobre todo por su noble y armónica presencia en este territorio. Asimismo, son heroicas las bodegas y destilerías que transforman las vides en cientos de sabores y aromas variados. Marie France Perrin tuvo el acierto de escoger este adjetivo para coronar este libro.
Con un enfoque claro de poner en valor lo que se hace en Bolivia en función de la vitivinicultura, una mezcla de aspectos técnicos, culturales, turísticos, gastronómicos. entre otros, le dan fortaleza, no solamente al texto sino también a las imágenes que grafican y acompañan en armonía el relato que hace la autora.
Heroicas Viñas bolivianas se constituye mas que en un libro, en un embajador de Bolivia hacia el mundo, una forma tan gráfica y a la vez personal de contar lo que pasa con las viñas en el país y llevar al conocimiento para el posterior disfrute y la experimentación final en nuestras tierras ya sea Tarija, Cinti, Samaipata u otras más.
Los encargados de tejer esta historia lo hacen muy bien. Marie France Perrin nos presenta un texto claro, que rodea aspectos históricos, características técnicas y culturales, estos hilos tejidos hacen armonía con las fotografías de Enrique Quiroz que nos deleita con hermosos paisajes que solo en Bolivia se los puede encontrar.
Marie France Perrin, paceña, comunicadora social, con experiencia en el trabajo periodístico en medios como Presencia, La Razón y la revista Cosas publicó su primer libro denominado Casa Boliviana sobre la arquitectura residencial en Bolivia. Hoy a 20 años de esta primera publicación ya cuenta en su haber con 7 libros y donde Heroicas Viñas Bolivianas cuenta la historia de bodegas y destilerías en las tres zonas vitivinícolas más importantes de Bolivia.
Por su parte, Enrique Quiroz Jordán, con formación en el campo de las Ciencias Jurídicas y Políticas, encuentra su pasión por la fotografía al recibir cursos del fotógrafo y artista plástico Roberto Valcárcel y desde entonces además de formarse en este campo, participa con exposiciones fotográficas colectivas en el Centro de la Cultura Plurinacional, Espacio Patiño, Galerías y muestras itinerantes en santa Cruz de la Sierra.
El crecimiento vitivinícola con la calidad de vinos que se elaboran en el país, la presentación al mundo del Singani, la investigación sobre adaptación y ahora la deuda para la demostración de la cualidad de altura, permiten a los lectores y lectoras del libro valorar las viñas heroicas y el sector vitivinícola heroico que se engendró y desarrolló en el país.
En Israel, según una nota de la cita bíblica de la parábola de la viña, descubrí que el viñedo era un símbolo de amor, un amor de Dios hacia su pueblo. Esta representación es tan acertada para enlazar lo que este libro, Heroicas viñas bolivianas, muestra entre la pasión de los productores.
Los autores, llevan a nuestras viñas y bodegas más allá del encantamiento o curiosidad del exotismo, sino las encaminan a un diálogo con el mundo. El Cañon de los Cintis dialoga con el Cañón del Colorado, Samaipata dialoga con el Amazonas, y el mercado internacional ya reconoce el terroir boliviano como su alta diferenciación ante los vecinos productores de vinos. La coincidencia histórica de la mano d ellos religiosos y el vino como parte de la evangelización también entra en diálogo con lo que ocurría en otras cultura y otras latitudes.
Entrado el contenido del texto y del diseño gráfico que acompaña, Perran y Quiroz nos introducen a las bodegas y destilerías donde se entremezcla la técnica, la pasión y el arte de hacer vinos y singani. Se muestra cultura, tradición, tecnología, labores culturales en el viñedo, así como se diluyen algunas anécdotas de vida que nos hacen parte de la familia vitivinícola. Las puertas de las bodegas están abiertas al mundo a través del libro y en la práctica ya fueron abiertas a los visitantes amantes del vino y los destilados.
Esto ocurre entre empresas de Tarija en el valle central, como de Cintis, entre Villa Abeica y Camargo, así como en Santa Cruz en Samaipata. Aquí no se compite, se construye la imagen de Bolivia al mundo desde las heroicas viñas bolivianas.
Finalmente, quiero citar a mi colega y amigo, Luis Antelo, quien es Especialista en Desarrollo Territorial Vitivinícola. Luis, en la Presentación del libro, afirma que “Marie France Perrin, a través del relato y las imágenes nos transporta de una manera única al país de la vitivinicultura más alta del mundo, donde la misma no se agota de sorprendernos cada vez más.” Me sumo a esta idea y la rescato para compartirla nuevamente, porque nuestras viñas aunque nos cuentan de su historia no se quedan en el pasado añorado sino que transitan hacia un presente y futuro lleno de esperanzas, pasiones y armonía que tan hábilmente nos cuenta Marie France y Enrique. Muchas gracias por elaborar este Embajador boliviano para el mundo, el libro CEPAS DE ALTURA: HEROICAS VIÑAS BOLIVIANAS.