La pandemia mediatizada
Desde principios de este año primero y desde marzo de esta misma gestión, luego con mayor fuerza, la salud se convirtió en un escenario prioritario en la región latinoamericana, y en nuestro país en particular.
Su emergencia en la agenda mediática pública a raíz de la pandemia del COVID-19, puso al tema en las primeras páginas de los diarios y en las aperturas y programación de los medios radiales y audiovisuales, así como en los espacios preferenciales en redes sociales digitales. La pandemia mediatizada es la que cobra vigor en este 2020.
La pandemia puso al descubierto lo que sabíamos y lo que los médicos y personal de salud nos lo venían diciendo hace mucho: tenemos un sistema de salud insuficiente y precario, no sólo para tratar el COVID-19, sino también para hacerle frente a los problemas de todo tipo de cáncer, enfermedades renales, digestivas, entre otras con alto riesgo y gran presencia en la sociedad.
Los medios masivos de información se incorporaron a un sistema que solo estaba permitido el conocimiento médico, sin embargo, hoy la relación autoridad médica, paciente/consumidor y esfera pública hacen que el enfoque del abordaje periodístico responda a nuevos modelos contemporáneos de biocomunicabilidad. Antes, el conocimiento biomédico solo estaba en poder de la autoridad médica y en algunos reporteros especializados, hoy, está en la agenda pública colectiva y no solamente de los medios y sus periodistas, sino también en la sociedad en su conjunto.
Para Daniel Hallin, profesor de la Universidad de California, en un reciente evento propiciado por la Universidad Andina Simón Bolívar de Ecuador, la mediatización de la pandemia es un caso interesante de análisis, aunque comparando la cobertura entre la Gripe H1N1 y COVID-19, las condiciones, mecanismos y la forma de mediatización variaron mucho. La emergencia de la epidemia de la influenza estaba concentrada en el conocimiento médico, donde la relación paciente/consumidor prevalecía, pues el paciente es activo buscador de información sobre salud para cuidarse, mientras la ciencia biomédica es la fuente de información. “La autoridad médica eclipsaba los patrones normales del periodismo”.
Sin embargo, dice Hallin, en la pandemia actual, que aplica un modelo de esfera pública, el conocimiento sobre la salud es como un diálogo público entre muchos actores: medios de comunicación, médicos, pacientes, autoridades políticas, entre otros. Este último elemento que podría entenderse como la sobreexposición de la política en el contexto sanitario, es el marco de la Pandemia del COVID -19, pues además de diversificar los actores, visibiliza la política como elemento central que, incluso se pone en contradicción o tensión entre actores políticos y médicos además de tomar en cuenta elementos de la construcción social y vida cotidiana modificados a través de mecanismos como el aislamiento social y otros que impactan a los individuos en su conjunto. “La pandemia es un evento altamente mediatizado y político”.
La cobertura en salud, en nuestro país se concentró en el pasado en el conocimiento biomédico, el estilo de vida de las personas y en los aspectos económicos y políticos. El conflicto siempre estuvo en este último marco de cobertura, el acceso a la salud y las condiciones de los prestadores de atención médica tanto en capacitación como en infraestructura e insumos médicos fueron los aspectos centrales. Hoy las preocupaciones cobraron a ritmo acelerado una suerte de ranking sobre la presencia del COVID -19 en las regiones, así como sus consecuencias y las políticas para hacerle frente. La pandemia mediatizada requiere el afinamiento de los mecanismos de información y puesta en común en la agenda pública, es preciso que la comunicación retome su compromiso de servicio que tiene para contribuir a mejorar la actual condición societal caracterizada por ser cada vez más caótica, incierta y temerosa de la crisis que envuelve nuestra cotidianeidad.
Los modelos de trabajo periodístico están desafiados a servir a la sociedad en medio de la pandemia mediatizada y políticamente contaminada. Modelos que se deben alejar del paternalismo y unidireccionalidad y proponer espacios dialógicos y de construcción colectiva en la esfera pública con diversidad de voces.
* Colegio de Profesionales en Comunicación Social de Tarija (CPCS)