¿TDAH o problemas de conducta?
Sin lugar a dudas los niños son valores importantes para los cambios de una sociedad, representan a los ciudadanos del futuro que tomarán decisiones, que repercutirán manera positiva o negativa el desarrollo de la misma.
Por esta razón es importante proporcionar la atención necesaria a los problemas presentes en esta edad. Cuando se observa en los niños un mal comportamiento como berrinches, saltar normas familiares, escolares y actitudes desafiantes; en primer lugar, se deben identificar los motivos que originan estas conductas. A temprana edad es posible que no puedan expresar ni comunicar correctamente sus necesidades, y ni siquiera reconocen con certeza el motivo de su frustración.
Los problemas de conducta (faltar a las normas y reglas), son señales de que los niños no son capaces de manejar sus emociones y sentimientos, puede que necesiten cierto tipo de ayuda para controlar estas actitudes. Generalmente, los adultos reaccionan con agresividad y poca tolerancia ante estas conductas produciendo una “solución” momentánea pero inadecuada para tratarlas.
Estas actitudes fácilmente se confunden con trastornos emocionales, sobre todo cuando se dan en el ámbito escolar, rápidamente se estigmatizan como “niño con hiperactividad”. Entones surge el problema de hacer mal uso de este denominativo para referirse a aquéllos que manifiestan conductas ansiosas e inquietas en diferentes situaciones, alarmando a los padres, quienes buscan ayuda profesional para el bienestar de sus hijos, cuando simplemente el niño no fue educado en base a normas y reglas familiares.
Posiblemente algunas de las causas de este conflicto sea el no poder identificar claramente las diferencias entre un niño con problemas de conducta de un niño con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad). Muchos niños inquietos (con problemas de conducta) pueden ser producto de una mala relación familiar, una falta de normas y reglas, el incumplimiento de éstas, padres tolerantes o que no les prestan la atención necesaria, no le dan mayor importancia a su educación basada en normas y reglas sociales, importantes para el buen relacionamiento diario.
Las consecuencias pueden ser diversas, como problemas emocionales en el niño, sentimientos de baja autoestima, mal relacionamiento social y familiar, bajo rendimiento académico, aislamiento, agresividad.
La Pandemia del COVID-19 trajo diversas consecuencias en la sociedad, una de ellas se identifica en la conducta de los niños. De manera gradual se retomó las clases presenciales, donde los profesores notaron serios problemas conductuales en sus estudiantes. Nuevamente, el cambio de rutina, estar alejados de casa, de la familia y el cumplir con las normas establecidas en las unidades educativas, pueden ser motivos de ansiedad o estrés para los niños, produciendo malos comportamientos en las aulas, generando preocupación en los maestros, lo cual fácilmente puede llegar a confundirse con TDAH.
El TDAH es un síndrome que se caracteriza por síntomas de inatención, hiperactividad motriz e impulsividad. Suele empezar en la edad escolar y debe darse en todos los ámbitos del niño, en casa y el colegio, provocando malestar psicológico, dificultades para la adaptación social y afectando el rendimiento académico.
Por el contrario, el niño inquieto o ansioso no presenta dificultades en ninguno de estos ámbitos, se relaciona bien con los demás y el entorno familiar. Es decir, la diferencia es que no presenta malestar psicológico de ninguna índole. Es primordial que los profesores reconozcan e identifiquen estas diferencias.
El diagnóstico del TDAH es difícil de asumir por los padres, muchos reaccionan con rechazo que resulta negativo para el avance del tratamiento del niño. Es recomendable pedir ayuda profesional, con este apoyo los padres encontrarán respuestas para reducir su ansiedad, se sentirán acompañados y aprenderán a afrontar con firmeza la nueva situación.
*es Psicóloga, con especialidad en Psicología Jurídica y Forense y en Neuropsicopedagogía, actualmente, se desempeña como docente en la Facultad de Humanidades de la UAJMS
